Pérdidas económicas

Impacto de la crecida sobre la ganadería de islas

Diversos factores climatológicos confluyen en un nueva crecida histórica del Paraná. Para la ganadería de islas, el fenómeno desnuda falencias estructurales e impacta en mortandad de terneros, caída en los índices de preñez y hacienda malvendida.  
04-01-2016 | 10:15 |

CON EL AGUA AL CUELLO. Casi la totalidad de la hacienda de islas ya pudo evecuarse, pero se estima que hasta el mes de junio no se podrá volver.
Foto:Archivo / Federico Aguer
Federico Aguer
[email protected]

La ganadería de isla cuenta en la provincia con más de 1.200 productores y unas 230 mil cabezas que, en comparación a la ganadería convencional, presenta particularidades en el manejo de los animales y la utilización de mano de obra. Claro que los beneficios en materia de provisión de agua y pasto en abundancia, contrastan con la crecida periódica del río, que obliga a trasladar la hacienda a campos pastoriles.
Este año, el fenómeno “Niño” no tomó a nadie desprevenido, ya que tanto científicos como lugareños -conocedores como pocos de las señales que lo confirmaban- lo venían anticipando. Sin embargo, la situación irregular en la que muchos productores desarrollan la actividad, los hizo especular hasta último momento.
“La situación es complicadísima, se llenó toda la isla; ya no quedó nadie”, le dice a Mirador Provincial Juan Carlos Rosa Uliana, presidente de la Comisión de Sanidad Animal de General Obligado (COSAGO). De hecho, en la zona de Florencia (en el límite norte provincial), hubo una pérdida importante de terneros, que si bien todavía no se cuantifica qué porcentaje alcanzó, se sabe que es muy grande. A esto se le suma otro de los problemas típicos: conseguir campo para pastoreo, que con las nuevas expectativas de exportación se fueron llenando nuevamente de hacienda.
Encima, en la zona la lluvia no da pausa. Los 150 milímetros caídos en las últimas horas en el distrito complican el manejo todavía más, ya que los pronósticos anticipan un verano llovedor. “El repunte del río en junio pasado retrasó un 30 % de parición de terneros”, sostiene. “De las 550 mil cabezas del departamento, unas 200 mil está radicada en zona de islas, pero casi en su totalidad ya fue evacuada”, dice.
Río abajo, la cosa no es mucho mejor. Leonardo Sosa Bayer, presidente de la Sociedad Rural de San Javier coincide en el panorama sombrío para la ganadería. “El panorama es complicado. Todavía quedan algunas cabezas de ganado en la isla, de gente que no consigue las chatas o que se confió con que no sería una creciente grande y después se vino para atrás”, sostiene.
Ahora la situación está más delicada, porque sigue creciendo el río y sigue lloviendo. El distrito registra casos de muchos animales ahogados. “Como Sociedad Rural estamos dentro de la Junta de Defensa Civil. Estamos recibiendo algo de ganado en nuestras instalaciones que se bañan, se apartan, se les da un poco de contención y se los manda a campos para pastoreo o a la vera de las rutas, encerrados con boyeros, rotando el pastoreo”. Como es habitual, esto genera problemas para los que manejan el rodeo y quienes circulan por las rutas. “Calculamos que hay 100 mil animales en zona de islas, y estimo que el 80 % ya fue evacuado”.

Consejos
La premura de la situación obliga a tomar decisiones que muchas veces se terminan pagando caro. Por eso, el veterinario Jorge Pane, agente de Proyecto de Cambio Rural y de Extensión de INTA, trazó un panorama desolador. “A la altura de Corrientes, el río Paraná registra un paso de 27.000 m3 por segundo, que si bien no llegan a los 34.000 del 82/83, es casi igual que en la crecida del 97/98”. Según Pane, el pronóstico se agravaría por las lluvias de Brasil, que pueden cargar más el Pilcomayo desde Paraguay (donde también sigue lloviendo), y el agua pasaría desde Formosa a Corrientes “y eso puede llegar a que supere la del 98, y si llega a aproximarse a la del 83 sería catastrófico”, agrega. “En general la hacienda se sacó bastante a tiempo y si bien hubo mortandad de terneros, es pertinente hacer algunas recomendaciones sanitarias”.
A nivel oficial, Carlos Corvalán, secretario de Agricultura y Recursos Naturales de la provincia, remarcó la importancia de coordinar la ayuda sanitaria a los pequeños productores. “Mandamos dos inspectores de sanidad animal para trabajar junto con SENASA y coordinar trabajos para los pequeños productores que no tenían la documentación para salir de la isla”. Con este trámite de emergencia (DTE), se habilita a sacar la hacienda y ponerla en una especie de cuarentena habilitada a tal fin en Reconquista. “Lo más importante por ahora es el tema sanitario, porque estos productores estaban paralizados, no la podían transportar”, sostuvo ante la inquisitoria de Mirador Provincial. Igualmente, el funcionario reconoció que ya se evacuó más del 95 por ciento de los animales. Finalmente, admitió que este año “hemos tenido menos ganadería en la isla que en años pasados”, y que es una “actividad riesgosa” por la periódica crecida del río.


EL NIÑO Y OTROS FACTORES
Según un informe oficial que explica la multiplicidad de factores intervinientes en la crecida, los investigadores de la UNL y el Conicet descifraron los cómplices del fenómeno meteorológico conocido como “El Niño”. El análisis de los datos identificó otras cinco oscilaciones. “Si se las clasifica de acuerdo a su frecuencia, según el tiempo que les toma completar un ciclo, algunas son rápidas y otras toman varios años y hasta décadas”, sostiene el informe.
Temas: EL MIRADOR 
Mirador Provincial en


+ Noticias


En Portada / Santa Fe
En Portada / Entre Ríos