Juliano Salierno
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Eduardo Rubén Bejarano se encuentra detenido, a disposición de la Justicia provincial, en una causa por “estafas reiteradas” que tiene como víctimas a 17 municipios de todo el país a los cuales engañó o al menos intentó hacerlo. Está preso desde hace un mes y medio, acusado de haber cobrado dineros públicos haciéndose pasar por el director o subdirector del Hospital de Pediatría Garrahan y solicitar sumas que van de los $6.500 a los $14.500 para supuestos traslados de niños fallecidos en el nosocomio porteño.
Si bien existen decenas de episodios atribuibles a Bejarano, la fiscal del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe, Milagros Parodi, destacó que “el delito pudo corroborarse en al menos siete oportunidades. De la investigación también se desprende que hubo otros 10 casos en los que quedó en grado de tentativa”.
“Los llamados fueron realizados entre el 11 de noviembre de 2015 y el 6 de mayo de este año”, señaló la fiscal, que recibió las actuaciones de la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción N° 44 que dispuso las primeras medidas probatorias, luego de una denuncia penal presentada por el intendente de la localidad de 28 de Noviembre, de la provincia de Santa Cruz.
La Justicia Nacional ordenó realizar intervenciones telefónicas, que estuvieron a cargo de la División Defraudaciones y Estafas de la Policía Federal Argentina, y que arrojaron como resultado más de 40 horas de llamadas que ponen de manifiesto la empresa delictiva que llevaba adelante el imputado.

Medio de vida
"Vivía de eso”, reconoció la fiscal al referirse a las estafas; “se levantaba a la mañana y empezaba a llamar hasta que uno prendía” y lo presionaba hasta lograr el depósito. Hábil con la palabra, Bejarano lograba envolver a sus víctimas hasta convencerlas de la necesidad y urgencia de una familia de condición humilde a la que se le acababa de morir un hijo en Buenos Aires y que no tenía los recursos para trasladar el féretro hasta su pueblo de origen.
El estafador se hacía pasar por el director o el subdirector del Hospital de Pediatría Garrahan. Para ello utilizaba los nombres de dos profesionales de la institución, los doctores Antonio Alberto Latella y Darío Barzotti. Pasaba del estado de preocupación y lamento por el pequeño fallecido, a mostrarse enojado cuando las autoridades del municipio dudaban de la versión, hacían preguntas incómodas o pedían hablar con los padres del niño.
“Voy a hacer una conferencia de prensa y nombrarlos uno por uno por como jugaron con la familia y el hospital Garrahan”, los amenazaba a quienes no querían hacer los depósitos. “Si no pueden pagar, ya mismo hago retornar al ambulanciero y que los padres pidan por los medios de televisión y expliquen lo que ha ocurrido. Yo di lo mejor de mi y he ayudado en todo lo que pude”, les decía.
A uno de los intendentes lo increpó de manera casi violenta: “Yo no quiero seguir, mañana quiero llamar a todos los medios de comunicación para hacerle pasar vergüenza a usted y a todos los del pueblo”... “lo estoy grabando señor intendente...”. De esa forma, exponiendo a los funcionarios, lograba vencer la voluntad de los reticentes y hacerse de la suma sugerida.

Las víctimas
Los llamados los hacía desde un teléfono celular con característica de Buenos Aires y los depósitos eran realizados en una cuenta del banco Santander de Santa Fe, abierta en octubre del año pasado y que está a nombre de un sobrino de la ciudad de San Justo, que aunque todavía no fue imputado se sospecha de su participación en la maniobra delictiva. Además, existe otra cuenta que está a nombre de la concubina de Bejarano, que también es materia de investigación.
Las víctimas fueron los municipios de Perito Moreno y Caleta Olivia (Santa Cruz); Charata (Chaco); Tafí Viejo (Tucumán); La Quiaca (Jujuy); El Jardín (Salta); y la comuna de Helvecia (Santa Fe). Entre los siete casos logró reunir $ 57.000. En tanto, no logró consumar el delito con los municipios de 28 de noviembre (Santa Cruz); San Isidro de Lules (Tucumán); San Bernardo (Chaco); Caimancito (Jujuy); Perico (Jujuy); Ibarreta (Formosa); Arauco (La Rioja); Bertis (La Pampa); Villa Cañás (Santa Fe); y El Carmen (Jujuy).
Por todos estos casos, la fiscal lo acusó el 13 de junio y el 15 del mismo mes el juez de la Investigación Penal Preparatoria, Eduardo Pocoví, le dictó la prisión preventiva, aunque con la posibilidad de recuperar la libertad bajo fianza de $50.000, que hasta la fecha no fue cubierta.

Al senador
Pero estos no fueron los únicos hechos por los que será juzgado. Bejarano fue detenido el 9 de mayo por una estafa cometida a la esposa del senador del Departamento Belgrano, Guillermo Cornaglia, a la que indujo a depositar $6.000 so pretexto de trasladar el cadáver de un niño de 4 años de la ciudad de Las Rosas. El llamado se produjo el 28 de enero de este año a la casa del senador en Bouquet y tal vez hubiese pasado inadvertido de no ser que el 29 de marzo pasado intentó hacer lo mismo con el propio municipio de Las Rosas, que al solicitar la ayuda del senador la maniobra quedó al descubierto.
La fiscal de Cañada de Gómez, Ana Tulián, le imputó los dos casos -uno consumado y a otro en tentativa- y ya advertía en su investigación una seguidilla de hechos cometidos en todo el país. Bejarano estuvo un mes preso en dicha jurisdicción, hasta el 10 de junio que se celebró una audiencia en la que consiguió la libertad. Sin embargo, ya era requerido por la fiscal santafesina que pidió el traslado y así evitó que lo liberaran.
Una vez que el caso tomó estado público, se comunicaron con la fiscal Parodi desde las
fiscalías de Rafaela y Melincué para aportar nuevos hechos y no se descarta que sigan apareciendo casos nuevos.

Un caso diferente
En una sola oportunidad el acusado cambió el ardid y en vez de utilizar el nombre del hospital de pediatría, solicitó una donación para que un chico pudiera cumplir su sueño de conocer y sacarse una foto con su ídolo, el futbolista Carlitos Tévez. Casualmente para esa fecha Tévez no estaba en el país y la operación se abortó.

Advertencia
El 8 de enero último la página web del Hospital Garrahan emitió un comunicado para advertir y evitar dichas estafas. “Ante el reiterado uso del nombre del Hospital Garrahan para solicitar ayuda económica y/o material en nombre de supuestos pacientes atendidos en este centro de salud porteño, la institución advierte a la comunidad y recuerda su carácter de hospital infantil de alta complejidad público y gratuito. A fin de que ninguna persona sea engañada en su buena fe con el pretexto de una causa noble, el establecimiento recuerda la misión y naturaleza de la institución que es brindar la mejor calidad de atención a los niños y niñas de todo el país. Ante cualquier duda frente a este tipo de solicitudes, comunicarse con la Dirección Asociada de Atención al Paciente al: 011 4122 6378.

Unificar todo
El abogado particular del imputado, el Dr. Néstor Darío Pereyra reconoció que “sin dudas es un caso muy llamativo, con delitos que por lo menos llaman la atención”. Sin embargo, se mostró incrédulo en cuanto a que “las autoridades de los diferentes lugares hayan caído en una trampa de esta naturaleza, más cuando se trata de lugares chicos done deberían conocer a todos los habitantes”. Por otra parte, “esta defensa considera que hay que unificar todos los hechos en un solo lugar” y juzgarlo de una vez por todos los hechos; asimismo no descarta la posibilidad de “recurrir a la modalidad de juicio abreviado”, dijo.

El paciente desagradecido
De las numerosas declaraciones que conforman la carpeta judicial se destaca la del médico Antonio Latella, quien trabaja en el hospital Garrahan desde 1994.
El profesional recordó que entre 2002 y 2007 atendió en el sector oncológico a un niño de apellido Bejarano que padecía una enfermedad rara y que en 2009 tuvieron el último contacto con la familia del paciente que era de la ciudad de San Justo, Santa Fe.
Al año siguiente -en 2010-, comenzó a recibir llamados de distintas personas que referían que él había llamado para recaudar fondos para ese paciente, lo que derivó en una denuncia en la Justicia Federal en octubre de 2012.

Se levantaba a la mañana y empezaba a llamar hasta que uno prendía”
Milagros Parodi
Fiscal del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe