El Día de la Bandera

Otro clima pero con la misma polémica

La discusión se repite cada año. Se renueva para volver a girar sobre el mismo eje: el costado político del acto del día de la Bandera.
27-06-2016 | 18:14 |

Foto:Agencia Rosario
Germán de los Santos
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La discusión se repite cada año. Se renueva para volver a girar sobre el mismo eje: el costado político del acto del día de la Bandera. Es la vara que se estableció después de que durante los últimos años el kirchnerismo exhibiera en el aniversario de la muerte de Manuel Belgrano el poder de convocatoria y devoción hacia Cristina Kirchner, con banderas y bombos y cánticos.
Parece haber demasiada atención en el Monumento a la Bandera y en qué hace cada protagonista. En el 196º aniversario de la muerte de Manuel Belgrano volvió a encenderse la polémica, que parecía agotada, luego de los años de kirchnerismo, que diagramó un nuevo estilo que generaba mucho fastidio en gran parte de los rosarinos que catalogan ese día como una especie de aniversario de fundación de la ciudad, cuya fecha es incierta.
Pero el presidente Mauricio Macri encendió otra vez la discusión. Por un lado al incentivar a los 5.000 alumnos que esperaban hacer su promesa a la enseña patria a decir “sí se puede”, su eslogan de la última campaña. Pero además por cerrar el predio mientras estuviera presente el presidente. Se estableció un vallado y un cordón de gendarmes a 300 metros del Monumento. Y fue en ese perímetro donde se produjeron algunos incidentes con dirigentes peronistas que marcharon para protestar contra los tarifazos.
Lo que se pretendió en un principio, o al menos eso hicieron saber, que era despojar de un costado político el acto en el Monumento a la Bandera, terminó provocando por momentos un efecto contrario. Y en la mañana fría pero soleada del 20 de junio convivieron esas dos postales.
Los alumnos prometiendo lealtad a la bandera con un presidente que los guiaba a repetir una propaganda política y las vallas. Pero más allá de estos planos contrapuestos, lo único que quedó en limpio del discurso del presidente fue el planteo que hizo de “trabajar juntos” para alcanzar “la pobreza cero en la Argentina” y para “derrotar al narcotráfico”, que “le hizo tanto daño a Rosario y al país”.
Luego del Día de la Bandera, Lifschitz ensayó que los actos que se realizaban antes, es decir, durante el kirchnerismo, ‘ponían eje en los funcionarios y el aparato del Estado‘, pero este año explicó se caracterizó por ‘el homenaje‘ a Belgrano y a la bandera. A nivel político no hubo tensiones como durante la gestión anterior, cuando la entonces presidenta desairaba frente al público a los anfitriones.
El gobernador recordó que ‘siempre‘ que asiste un presidente de la Nación al acto por el Día de la Bandera ‘hay zonas que están restringidas en el marco de las medidas de seguridad‘. Pero desde la oposición surgieron críticas por el uso de gendarmería para impedir que una manifestación llegara a oídos del presidente.
Lifschitz minimizó los problemas y pareció tratar de tratar de encauzar la relación con el gobierno nacional en un contexto político complicado para el socialismo en medio de los problemas internos que surgen a cada momento con el radicalismo, socio de Cambiemos a nivel nacional. En Rosario, la vicepresidenta Gabriela Michetti le devolvió el favor: Lifschitz “no es un opositor destructivo”.
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