Buena cosecha. La delegación argentina, la más numerosa desde Londres 1948 con 214 deportistas, sumó cuatro medallas. Fueron tres de oro y una plateada. En dos de las medallas de oro hubo aporte santafesino. La regatista Cecilia Carranza, formada en el Yacht Club Rosario, logró el campeonato en nacra 17 mixto junto al porteño Santiago Lange. Fue la primera medalla dorada de la vela albiceleste y la primera de una santafesina de ese metal. También hubo aporte en el hockey masculino. Manuel Brunet, jugador surgido en Universitario de Rosario, fue una pieza importante en Los Leones ganadores de la presea dorada.
Las otras dos medallas nacionales llegaron de la mano de los bonaerenses Paula Pareto (judo menos de 48 kilos) y Juan Martín Del Potro (tenis singles). Estos cuatro podios dejaron a Argentina en el 27º puesto en el medallero final. Es decir, dentro de los 30 países más laureados. Para encontrar una actuación mejor se debe volver hasta los Juegos Olímpicos del '48 o a Ámsterdam 1928 en donde los atletas de nuestro país obtuvieron siete medallas (tres de oro, tres de plata y una de bronce en ambas competencias). La buena tarea del Enard, con ayuda financiera y apoyo a los deportistas en los años precedentes, dio sus frutos en los primeros olímpicos en Sudamérica.
También cabe destacar la actuación de los seleccionados masculinos de básquetbol y voleibol. Ambos cayeron en cuartos de final, pero tuvieron una gran primera ronda. En el baloncesto, se derrotó a Brasil. Mientras, en el vóley se finalizó en el primer lugar, logro inédito. Por otro lado, la luchadora Patricia Bermúdez tuvo una actuación destacada. Perdió en la pelea por la medalla de bronce ante la búlgara Elitsa Yankova en la categoría de menos de 48 kg.