Diego Montejo
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Como una heredera del canto y la poesía Florencia Dávalos nos retrotrae a los versos de su padre quien fuera una huella en la música popular argentina, un constructor de identidad que mostró en cada párrafo las necesidades y los malestares con la vida cotidiana. Llevar un legado no es nada fácil y menos el de Jaime Dávalos, igualmente la cantante tiene identidad propia y un estilo característico que la define. Después de haber ganado en 2013 el premio Gardel con su material Memoria de la semilla, emotiva remembranza y recopilación de la obra de su padre, hoy construye un nuevo camino con su espectáculo: Canciones donde aborda a grandes autores del cancionero popular latinoamericano y preferentemente mujeres relevantes como Violeta Parra y Chabuca Granda. La cita es para este sábado en El Aserradero, en Rosario.

- Si bien la música y la poesía estuvieron presentes gran parte de tu vida, ¿Cuándo descubrís que la música era para vos el camino a seguir?
- Fue una chispa de deseo el volver a cantar. El camino me fue llevando. En principio, busqué una maestra con quien comencé a formarme en el canto. No estaba en mis planes dedicarme profesionalmente, pero el deseo fue creciendo. Los amigos músicos que fui encontrando a mi paso y mi maestra jugaron un papel fundamental, pues me alentaron a continuar, al punto que solté mi anterior profesión para dedicarme de lleno a la música.

- ¿Qué cosas gratas traés de esa infancia junto a tu padre? Algún recuerdo con respecto a su poesía que quieras contar como anécdota.
- Recuerdo muchas vivencias junto a mi padre, mi madre y hermanos. Los viajes eran siempre una odisea pues lo importante era el camino, no llegar. Fuimos niños felices, muy motivados hacia las artes, la pintura, la lectura, la escritura, y por supuesto, la música.

- Más allá de la figura de tu padre que representa un emblema dentro del cancionero popular, ¿qué cosas marcan tu propia identidad, algunos artistas hijos de grandes figuras luchan por vencer esa relación que el público que constantemente lo relaciona con sus padres? ¿Cómo es en tu caso?
- Mi identidad está marcada por mi padre y mi madre. La crianza es fundamental en esta identidad. Elijo no renegar de eso que soy, todo lo contrario, el camino es aceptar, agradecer y seguir caminando con una sonrisa. La música que elijo cantar, quizás como lo hago, tiene fuerte raigambre en la música popular de Argentina y América. Desde muy niña escuchaba esa música, y aún hoy sigue emocionándome. Pero no descarto nada, quién sabe a qué destinos me llevará la música que para mí es una de las artes más elevadas y nos da la posibilidad de comunicarnos con públicos diferentes, incluso que hablen otros idiomas. Esa universalidad del sentir es lo que me interesa indagar, vivir, vibrar en el canto.

- ¿En estos momentos tu trabajo es solo con la música o tus otras pasiones artísticas como el diseño siguen dentro de tus tareas?
- Estoy dedicada de lleno a la música, tanto a mi camino artístico como a la docencia. Doy clases y talleres de canto hace algunos años. El diseño lo dejo únicamente para mis conciertos, el escenario, los vestuarios, pero no trabajo más en eso.

- ¿Ganar el premio Gardel ayudó a consolidar tu carrera, cómo fueron los siguientes años después de dicho premio?
- Los premios son el reconocimiento a un trabajo. Ese trabajo se llama Memoria de la semilla y fue un disco maravilloso que pudimos realizar con la colaboración de grandes artistas, músicos y técnicos. Desde que nació la idea de hacerlo, estuvo acompañado con una buena estrella. En cuanto a las repercusiones en mi carrera, y aunque no me gusta usar esa palabra, pues no siento que tenga que correr hacia ninguna parte; creo que fue un impulso, pero no siento que haya sido un antes y un después. Sigo trabajando, cada día y tratando de hacer lo que el corazón manda.

- ¿De qué se trata tu disco Memoria de la semilla? Después no volviste a grabar.
- Memoria de la semilla es un trabajo discográfico que es parte de un proyecto que lleva el mismo nombre en homenaje al poeta Jaime Dávalos. Con el objetivo de difundir su obra se registraron 18 canciones de su autoría, algunas memorables junto a otras menos conocidas y se incluyeron dos inéditas.

- ¿Cómo pensaste las canciones del espectáculo que vas a presentar en Rosario? ¿Cuáles fueron los criterios utilizados para elegir el repertorio?
- El repertorio de canciones que elegí compartir en este momento y estaré presentando en El Aserradero, incluye poetas argentinos y de América y se van entrelazando con las canciones que forman parte del anterior trabajo.

- Por lo que escuché en este espectáculo hay muchas mujeres de la canción latinoamericana representadas.
- El repertorio está atravesado por voces femeninas, poetas, compositoras y cantoras latinoamericanas como Violeta Parra, Chabuca Granda o Mercedes Sosa. Así como por la obra de poetas y compositores como Vinicius de Moraes, Manuel Castilla, Félix Luna. Canciones que hablan del amor en sus diversas formas.

- ¿Qué encontrás en la obra de Violeta Parra y Chabuca Granda? ¿Qué cosas te seducen de ellas como mujeres cantoras y compositoras?
- Encuentro el amor y la pasión en ambas compositoras. Son mujeres fuertes, con vidas muy intensas, a quienes no les ha resultado sencillo ser quienes fueron en el tiempo que les tocó vivir. Luchadoras, creativas; mujeres con todas las letras. Admiro a estas mujeres que a pesar de sus adversidades han sabido transformar a través del arte su vida y la de todos nosotros.