Sergio Ferrer
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No por nada, Roma, la inigualable capital italiana, es considerada “La Ciudad Eterna”. Al menos de esa forma “funcionó” para Carlos Monzón, que el 7 de noviembre de 1970 consiguió allí, al pie de las colinas del Lacio, su triunfo consagratorio. Fue con el local Nino Benvenuti, en el Pallazzo dello Sport y en disputa del título mundial mediano, contra quien el santafesino logró el nocaut que sacudiría la historia grande del boxeo universal, metiéndolo en la misma con letras de molde y aires legítimos de grandeza.
A cuarenta y siete años de aquel hecho, al dimensionar los alcances de sus logros y el tenor de su leyenda, queremos recordar a Monzón como un verdadero campeón eterno. Tal cual lo hace el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), por lo menos desde el 7 de junio de 2014.
Ese día, en el Madison Square Garden de Nueva York, el boricua Miguel Ángel Cotto superó por abandono al argentino Sergio Martínez, quedándose con el título mundial mediano del CMB que estaba en poder de este último. Al mismo tiempo, se adjudicó un flamante cinturón de campeón del mundo, estrenado esa noche de manera oficial y confeccionado especialmente por la entidad para homenajear de allí en adelante a los grandes ídolos de las 160 libras: Carlos Monzón y Marvin Hagler.
La presencia de Monzón y Hagler en dicha diadema no era para nada casual: respondía a la decisión adoptada por el CMB para reconocer a las dos figuras emblemáticas de cada peso en toda la historia, de acuerdo al resultado de una votación impulsada desde el sitio web del organismo a principios de 2014. De esa selección, de la que pudieron participar fanáticos y seguidores del boxeo de todo el mundo, surgieron los nombres que componen el listado denominado “Los Mejores 34 Campeones por Categoría” (ver aparte).

Para todos los tiempos
A partir de dicha decisión, cada cinturón que entrega el CMB a los monarcas en ejercicio tiene incorporadas seis imágenes. Dos del campeón vigente; dos de los mejores de todos los tiempos; una de Muhammad Ali y otra de don José Sulaimán Chagnon, presidente de la entidad entre 1975 y 2014, año de su fallecimiento.
Pertenecer a esa elite de boxeadores agiganta la imagen de los nombrados y los pone en una situación de privilegio, ya que difícilmente pueda equipararse este reconocimiento con algún otro, porque se han convertido en leyendas universales. Porque el reconocimiento no es sólo institucional, sino que tiene que ver también con la popularidad y el magnetismo de cada peleador, así como el recuerdo perdurable del aficionado y el respeto que en su momento supo inspirar.
En el caso de Monzón, quien experimentó en carne propia ese sentimiento hacia el ídolo ausente fue su hija Silvia, presente en la convención anual del CMB del año 2014, llevada a cabo en el hotel The Mirage de Las Vegas. Y es que en dicha ocasión, los organizadores, campeones actuales y ex campeones de la entidad presentes (112 en total), trataron a la primogénita de Carlos como “La hija de la leyenda”. Ella misma lo contó orgullosa el 22 de enero de 2015 en Santa Fe, en el marco de una conferencia de prensa realizada en “El Quincho de Chiquito”, la que, en realidad, había sido convocada para reclamar por la restauración y puesta en valor de la escultura de su padre que por entonces estaba emplazada en Los Cerrillos.

Con nombres propios
Los mejores 34 campeones de la historia del CMB, categoría por categoría, por elección de la gente, son los que se detallan a continuación. Mike Tyson y Lennox Lewis, en peso pesado; Evander Holyfield y Juan Carlos Gómez, en crucero; Roy Jones Jr. y Michael Spinks, en mediopesado; Joe Calzaghe y Nigel Benn, en supermediano; Carlos Monzón y Marvin Hagler, en mediano; Oscar De la Hoya y Thomas Hearns, en superwelter; Ray “Sugar” Leonard y José Ángel Nápoles, en welter.
Asimismo, Julio César Chávez y Kostya Tszyu, están en superligero; Roberto Durán y Pernell Whitaker, en ligero; Alexis Argüello y Azumah Nelson, en superpluma; Salvador Sánchez y Jeff Fenech, en pluma; Erik Morales y Wilfredo Gómez, en supergallo; Eder Jofre y Carlos Zárate, en gallo; Gilberto Román y Sungkill Moon, en supermosca; Ponsaklek Wonjongkam y Miguel Canto, en mosca; Humberto González y Jungkoo Chang, en minimosca; Hideyuki Ohashi y Ricardo López, en mínimo.