Travesía inédita en gomones semirrigidos

De expedición por el río Paraná hasta el Amazonas

Nueve aventureros, siete extranjeros y dos argentinos, navegan desde Buenos Aires hasta Manaos, un recorrido de 6.500 kilómetros. Tienen previsto completar el derrotero en 72 días. En su paso por Paraná los expedicionarios contaron su experiencia a Mirador Entre Ríos.
16-09-2018 | 15:09 |

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Los nueve expedicionarios dejaron atrás Paraná y navegan río arriba para cumplir el desafío de llegar al Amazonas. Foto: Sergio Ruíz



Tomás Rico
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Atraídos por los imponentes afluentes de Sudamérica y la belleza natural de sus riberas, nueve expedicionarios navegan desde Buenos Aires hasta Manaos (Brasil). Los aventureros realizan su travesía de 6.500 kilómetros en gomones semirrigidos, algo nunca antes logrado por estas latitudes a bordo de estas embarcaciones.

En su paso por la capital provincial descansaron en las instalaciones del Club Náutico Paraná (CNP), para luego continuar su derrotero aguas arriba, rumbo a otras costas entrerrianas, entre ellas Hernandarias y La Paz.

En una entrevista con Mirador Entre Ríos, el suizo Andy Leemann, líder de la expedición de RIBEX, denominada “Ascendiendo Sudamérica”, comentó: “Aprovechamos cada parada para descansar porque es un viaje muy largo, lamentablemente hay poco tiempo para recorrer las ciudades. Normalmente salimos entre las 9 y las 10 de la mañana y navegamos seis horas al día”.

La tripulación, constituida por siete extranjeros (seis europeos y un indio) y dos argentinos, navega en tres botes inflables de casco de aluminio que están fabricados con un proceso libre de cromo, una nueva tecnología ecológica que maximiza la protección contra la corrosión. Entre algunos de los desafíos que afrontan es que solo pueden llevar un tanque de combustible por gomón, por lo que cada embarcación lleva 60 litros, que le da una autonomía de 150 kilómetros a un promedio de 30 km por hora.

Los aventureros navegan siempre con luz solar, ya que por precaución prefieren no trasladarse por la noche en botes tan pequeños y por afluentes desconocidos para ellos.

De igual manera, resaltaron que se sienten “muy seguros” y destacó el suizo: “Hasta ahora navegando por el río Paraná, la comunicación con Prefectura es excelente y nos han apoyado en todo momento”.

Experiencia de sobra

Leemann, es un navegante de vasta trayectoria que tiene en su haber más de 100.000 millas náuticas, realizadas a bordo de diferentes clases de barcos, en distintos mares y ríos del mundo.

En 1996, navegó por primera vez en un bote inflable de seis metros a lo largo de la costa del Pacífico, desde Costa Rica hasta Panamá, penetrando en todos los pequeños ríos y arroyos a lo largo del camino, esa fue su travesía de iniciación en las “aguas dulces” del planeta, y desde entonces quedó fascinado.

En su extensa lista de afluentes se destaca el Orinoco (Venezuela), los extensos ríos asiáticos (Mekong, Ganges y Brahmaputra), el Zambezi en África y el inhóspito río Yukón, en Alaska.
Pero, ¿por qué llegar hasta el país más austral del mundo para comenzar una travesía inédita?, fue la pregunta para Andy, a lo que respondió: “Después de navegar en una regata por el Orinoco, me dijo un amigo que era posible recorrer todo el continente americano por ríos y eso quedó en mi cabeza y una noche en mi casa me puse a investigar con cartas náuticas y satélites, y aquí estoy cumpliendo este desafío”.

Además del líder de la expedición, la tripulación tiene entre sus nautas, de mayor experiencia, al alemán Paul Schneider, quien navegó en el Yukón junto a Andy. También viaja el indio Apal Singh, fotógrafo que realizó documentales para la BBC de Londres, y lleva más de siete expediciones.
Mientras que el argentino Alfredo Cucchiani es de San Fernando y está a cargo de comunicar la posición a las diferentes jurisdicciones de Prefectura que atraviesan en la travesía. “Él nos maneja todos los contactos”, comentó Andy.

“Me dijo un amigo que era posible recorrer todo el continente americano por ríos y eso quedó en mi cabeza y una noche en mi casa me puse a investigar con cartas náuticas y satélites, y aquí estoy cumpliendo este desafío”

Andy Leemann, lider de la expedición “Ascendiendo Sudamérica”.

El río y sus costas
 

Aunque el agua del río parezca siempre igual a sí misma, poco a poco, para los aventureros, acostumbrados a las grandes urbes, estar en él se transforma en una verdadera aventura.
Documentar esta experiencia única y mostrarle al mundo el inmenso caudal del Paraná y lo demás canales fluviales, es otro de los objetivos de este grupo de desafiantes.

"A pesar del ruido del motor o del cacarear de un gallo, uno cree poder afirmar con sinceridad que aquí, sobre estos acantilados, reina un silencio profundo", así describió Roberto Arlt su navegación ante las imponentes barrancas que se expanden en las orillas, en su obra "Aguasfuertes fluviales", en aquella travesía que emprendió el periodista hace casi 100 años.

Sensaciones parecidas son las que experimenta la tripulación de RIBEX. "Navegar a un costado de las barrancas es algo increíble, es una sensación de vivir en la naturaleza, que comenzamos a disfrutar de lleno en la zona de Entre Ríos, lejos de industrias y contaminación que veíamos en Buenos Aires y la zona de Rosario", destacó Stefano Coruzzi, un italiano que vive hace cinco años en Bahía, Brasil.

El tema de las industrias a la vera de los ríos de La Plata y Paraná, no es un dato menor, ya que el grupo de expedicionarios tiene entre sus objetivos “mejorar la conciencia, mostrar el potencial de la región para el turismo y enfatizar la necesidad de preservar la biodiversidad única a lo largo de las riberas de los ríos”, puntualizó Leemann.

En su diario de viaje no hicieron caso omiso al tema y describieron, junto a una foto elocuente de una fábrica emanando gases: “El humo pesado de las fábricas es algo que observamos desde lejos cuando llegamos a San Nicolás”.

La gente, lo mejor

En cuanto a la hospitalidad que tuvieron en el CNP, Andy resaltó: “La atención fue muy buena. El recibimiento que tuvimos acá, en Europa no se ve, allá es mucho lujo y se olvidaron de las pequeñas cosas”, y valoró: “Es muy raro pasar por clubes náuticos que te reciban y te den amarra de cortesía, no pasa en otras partes del mundo. Estamos muy agradecidos y nos llevamos lindos recuerdos de este club y de su gente”.

Empero, si no hay clubes náuticos en el camino, los aventureros no pierden tiempo y arman su campamento en la isla más cercana al caer el sol. Al estar el río en un bajo nivel y al trasladarse en botes de poco calado, las tierras flotantes son accesibles y les permiten llegar sin problemas. 

Previo a su llegada a Paraná, los expedicionarios recibieron ayuda de un barco particular a la altura de Rosario, ya que uno de los gomones se quedó sin combustible y venía a remolque. “La gente del río acá en Argentina es muy amable”, reiteró Leemann.

Respecto a la convivencia entre los nueve navegantes, Stefano señaló lo sorprendente del grupo de expedicionarios, que a pesar de ser de diferentes partes del mundo y algunos desconocidos antes de emprender la travesía, pueden compartir largas horas de navegación sin problemas.

Recorrido

El grupo tiene previsto completar la expedición en 72 días, tras un periplo que los hará maravillarse con la invaluable riqueza natural de los ríos sudamericanos. En el recorrido, los nautas atravesarán, entre los ríos más importantes de la Cuenca del Plata, el Paraná, Paraguay y llegarán al Amazonas, con el objetivo de realizar acciones de concientización junto al Instituto Sustentar, una ONG de Minas Gerais, Brasil, con quienes compartirán los objetivos de crear, planificar y ejecutar proyectos de desarrollo sustentable en ciudades y comunidades rurales, con un enfoque en la protección del medio ambiente y la inclusión social.

Los navegantes comenzaron su travesía de 6.500 kilómetros en San Fernando el pasado 6 de septiembre, cruzaron por Zárate, San Nicolás, Rosario, entre otras localidades. En Paraná amarraron el pasado domingo donde pasaron la noche y al otro día, sin tiempo que perder, llenaron los tanques de combustible, repusieron algunas provisiones y retomaron el curso río arriba rumbo a La Paz, que fue su siguiente puerto.

Una vez que dejaron atrás la provincia, los expedicionarios ahora atraviesan por localidades correntinas como Esquina y Goya. Tras pasar por Corrientes, los nautas abandonarán el Paraná para comenzar a trazar el camino por el río Paraguay.

“Una vez en Asunción, la tripulación tiene un descanso de dos días para ir a conocer Iguazú, luego seguiremos por el Paraguay y pasaremos al Pantanal (el humedal más grande del mundo) en Mato Grosso, donde trabajaremos con organizaciones brasileras para ayudar a los habitantes del lugar”, explicó Andy.

La siguiente escala será Cáceres, también en territorio brasilero, localidad donde termina su curso el canal del Paraguay. A esta altura, habrán completado los primeros 3.400 km de la expedición.
“Allí nuestros barcos serán transportados 280 km por carretera hasta Vila Bela da Santíssima, en el río Guaporé”, describió el suizo. Una vez en el agua, navegarán por el Mamoré, un gran río compartido por Bolivia y Brasil. Después seguirán viaje hacia el río Madeira, uno de los mayores afluentes del Amazonas, y hogar de los delfines del río. Para finalmente, a mediados de noviembre, los nueve aventureros llegarán a su destino, Manaos.

Expedicionarios

Andy Leemann (Suiza); Stefano Coruzzi (Italia); Klaus Kranewiter, Paul y Moritz Schneider (Alemania); Gaia Formella (Inglaterra); Apal Singh (India); Patricia Torales y Alfredo Cucchiani (Argentina).

Para seguir la expedición

Web: http://ribexpedition.net/

Facebook: RIBEX - World Wide Expeditions
Temas: ENTRE RIOS 
Mirador Provincial en

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