Lalo Falcioni
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“Siento que a Central ya le di todo”. Con esa frase, Edgardo Bauza puso en duda su continuidad al frente del primer equipo canalla y colocó en guardia a todos en el club del barrio de Arroyito. En declaraciones al diario La Capital, el Patón anticipó que a partir del fin de semana que viene, cuando se instale nuevamente en Quito para pasar las fiestas y las vacaciones junto a su esposa y su pequeño hijo Nicolás, analizará los pasos a seguir desde enero de 2019.

Eso cayó como una bomba en la dirigencia auriazul, que después del festejo por la obtención de la Copa Argentina sólo se preocupaba por buscar refuerzos para la dura competencia del año que viene.

Por primera vez, Bauza le puso real incertidumbre a su permanencia en Central el año que viene. Habló de la distancia que lo separa de su familia, de todo lo que logró darle a la institución y de sus energías. Incluso se refirió a los rumores de su salud supuestamente deteriorada: “Se habló mucho del tema, pero estoy bien; convivo con el estrés y puedo sobrellevarlo”, aseguró.

De inmediato se buscó la opinión de los principales dirigentes de Central, el presidente Rodolfo Di Pollina y el vice Ricardo Carloni, que sorprendidos por los dichos del DT se limitaron a responder: “Confiamos en que el Patón va a seguir”. Lo cierto es que el orden de prioridades ahora se modifica en el canalla. Los directivos primero deberán asegurarse la continuidad del entrenador para luego ir por los refuerzos que están en carpeta.

De más está decir que el peor escenario sería una respuesta negativa de Bauza, porque en ese caso la dirigencia deberá salir a buscar un nuevo conductor con la Superliga, la Supercopa Argentina y la Copa Libertadores marcadas en rojo en la agenda futbolística de 2019.