Ignacio Pellizzón
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No hay automovilista que no se queje del estado de la autopista Rosario-Córdoba, sobre todo en el tramo que comprende Carcarañá-Roldán. No sólo se debe lidiar con los asaltos en pleno trayecto, algo que de a poco se va modificando, sino que además se suman más casos de personas que pincharon sus ruedas víctimas del mal estado de la autovía.

El enojo y malestar se incrementa al tener que abonar el peaje a la altura de Correa, cuando uno ya atravesó el calamitoso camino o está apunto de hacerlo dependiendo si se dirige hacia Córdoba o hacia Rosario. El costo actual es de $55, pero a principio de 2018 tenía un precio de $35, es decir que el aumento a lo largo del año fue mayor al de los salarios, con el agravante de que no se realizó ninguna obra que justifique el retoque tarifario.

Muchas personas pueden creer que por su ubicación geográfica la autopista pertenece a la jurisdicción de la provincia de Santa Fe o que dependiendo de cada tramo le corresponde a Rosario, Cañada de Gómez, Carcarañá, etc, pero no. La AU Rosario-Córdoba es una ruta nacional, por ende, le corresponde al gobierno argentino -a través de Vialidad Nacional- llevar adelante su mantenimiento o la concesión de la misma, siendo controlada por el Estado.

El porqué de la demora
Resulta que el 18 de junio del año pasado, la Comisión Evaluadora de Vialidad Nacional firmó la resolución para adjudicar los primeros seis nuevos corredores licitados a partir del esquema de Participación Público-Privada (PPP) para transformar más de 7.200 kilómetros de rutas nacionales en una moderna Red de Autopistas y Rutas Seguras.

La autopista Rosario-Córdoba se encuentra, junto con Ruta Nacional 33 y otras, bajo el denominador Corredor F. Las empresas que están a cargo de realizar las obras a través de PPP en esta ruta nacional son el consorcio Helport, Panedile, Eleprint, Copasa, quienes tras ofertar U$S 722 millones ganaron el concurso.

Según informó a Mirador Provincial el secretario de Transporte de la provincia de Santa Fe, Pablo Jukic, en base a la información que manejan, es que “Vialidad Nacional le está reclamando a la antigua concesionaria de la autopista (Cincovial) que se haga cargo de algunas obras que tenían comprometidas, pero que no se llevaron a cabo y, por este motivo, el nuevo consorcio no puede avanzar con el proyecto de PPP para mejorar la autopista”.

Sin respuestas
Este medio intentó comunicarse con Vialidad Nacional para tener más información y precisiones sobre los motivos por los cuales el tramo de la autopista entre Carcarañá y Roldán se mantiene en un estado de deterioro para todos los que deben transitar por la autovía, pero no hubo respuesta alguna.

Al reclamo también se sumó el defensor del Pueblo de la provincia de Santa Fe, Raúl Lamberto, para que tomen acciones ante el estado de la Ruta Nacional Nº 9 (Aurc) en el tramo comprendido entre las localidades de Carcarañá y Roldán, fundamentalmente en el sentido descendente. La institución fundó el requerimiento, que ya había sido realizado en octubre pasado, en el hecho de que “se incrementaron en el último tiempo los reclamos vinculados con el mal estado de la traza”.

La Defensoría del Pueblo señaló que las denuncias recibidas “dan cuenta de la existencia de baches en todo el tramo referenciado, muchos de ellos de importante tamaño, falta de demarcación reglamentaria y en algunas partes demarcación superpuesta (existe cartel con la leyenda de demarcación insuficiente, entendiéndose que dicha situación no se subsana con la señalización del problema), ausencia de banquina, malezas y pastos altos en los márgenes de la traza”. Dicho deterioro se vio incrementado en los últimos tiempos por las condiciones
climáticas.

La institución consideró que esta situación “afecta la seguridad vial y potencia el riesgo de siniestros en virtud de tratarse de una ruta estratégica con una gran circulación diaria de vehículos pesados y livianos”. Y subrayó que “los usuarios viales que circulan por el tramo referido deben pagar peaje a la altura del kilómetro 340 y se encuentran con la realidad de que a los pocos kilómetros la traza se presenta en condiciones que dificultan la transitabilidad y aumentan los riesgos de accidentes”.