Eugenia Delorenzi
[email protected]

La comediante, escritora y conductora radial María Virginia “Bimbo” Godoy editó Bimbotiquín vol. 1. Consultorio emocional para la deconstrucción romántica, un libro que presentó el pasado jueves en Concepción del Uruguay. “El amor romántico es una religión dolorosa pero profesada sin mucha discusión”, escribió en el prólogo del material que recopila los consultorios sentimentales radiales que hizo en diferentes emisoras en los que responde, jugando a ser una “psicóloga de barrio”, las dudas de los oyentes buscando cuestionar lo preestablecido en el amor.

Atravesada por los cuestionamientos y una fuerte militancia dentro del feminismo, Bimbo presentó esta nueva forma de construir los lazos rompiendo con el amor romántico y también a su vez llevando la mirada feminista a cuestionar toda la realidad social.

Sobre el libro

Bimbotiquin vol. 1 es el segundo libro de Ediciones Futurock, la editorial que nace de la radio online que funciona desde 2016 y que se propuso crear comunidad, es decir, que su principal fuente de ingreso es el aporte de los oyentes. “Esto surgió de despidos de Nacional Rock y de apostar a otra cosa. Hay mucha gente haciendo otras cosas, hay un montón de diarios cooperativos y es responsabilidad de la gente buscar los contenidos ahí. Más en este contexto donde en los medios hegemónicos hay un sólo discurso. El desafío es la verdad, no en el sentido periodístico de decir la verdad y ser neutro, sino de decir lo que nos pasa y hablar de esas cosas. El desafío es existir, en el marco de una realidad con tantos despidos y cierres”, dijo en diálogo con Mirador Entre Ríos.

Derrumbando el amor romántico

Adentrándonos en los cuestionamientos que plantea Bimbotiquín respecto del amor romántico, ante la consulta sobre hacia dónde vamos en este camino de la incertidumbre, de romper con lo ya construido, en búsqueda de nuevas relaciones, dijo: “Ese no saber es la foto de este momento. El libro también, es una foto de este momento donde esto no nos gusta más, no funcionó, queremos otra cosa. ¿Sabemos cómo va a ser? No, no tenemos ni idea, y nos angustia, pero hablando de esto se va armando”.

“Básicamente, porque además los bimbotiquines se escuchaban mucho y se subían a Youtube y eso existía, desde que empezamos a hacer el consultorio sentimental, nunca tuvimos que inventar uno porque la gente quiere hablar de eso. Pero también como un ejercicio de dejar el estudio y la interpretación de nuestras emociones a los académicos y a las académicas y a los terapeutas. Está lleno de libros sobre amor, historia del amor romántico, sobre estos temas pero no los leemos, vivimos. Entonces también usar la coloquialidad que tiene el libro, porque hay partes que son ‘al aire', y las contradicciones que aparecen entre las opiniones de Malena, de Martín, mías por esto, que es algo que no sabemos, estamos viendo y necesitamos hablar”, detalló.

Respecto sobre poner en palabras, y en un libro estas emociones ella aclaró: “No hace falta ser de una elite para poder hablar o escribir sobre amor. No es que tengas que haber estudiado letras, o nada, todos lo hacemos todo el tiempo, todas damos consejos a los demás, estamos construyendo una idea. Entonces bueno, estamos todos ahí en la misma, queriendo salir de esa fórmula. Aún siendo monógamos o monógamas o héteras. No es romper todo, es que hay cosas que ya no iban y una angustia y la alegría de hoja en blanco.”

El “amor propio”

Una consigna que se escucha mucho dentro del feminismo y las nuevas propuestas de amor, viene de la mano con el llamado “amor propio”. Si bien es algo que se instaló para repensarnos, Bimbo lo analiza desde la presión que se ejerce más allá de lo personal, en lo social. “Es un tema muy complejo porque lo primero que aparece en el feminismo es el discurso de: ‘amate como seas' y es como otra imposición más. No tengo que ser celosa porque soy feminista, no puedo ser monógama porque soy feminista, mejor si soy lesbiana porque soy feminista. Y por supuesto que todo eso sería mejor pero somos éstas. Y es una presión constante sobre cómo tenemos que ser”.

Llevado a la comparación, analizó: “Es como decirle a una pareja gay antes del matrimonio igualitario: ‘confórmense cómo se aman ustedes. Pero no. El contexto importa. No importa cuánto te querés, salís a la calle y te gritan, vas a buscar trabajo y no te lo dan porque no sos hegemónica en algún punto, o sos gorda, o discapacitada y entonces el contexto tiene que cambiar, porque sino no es real. Vivís en una realidad paralela. Eso no quiere decir que vos generes un autoestima y amor por vos misma, sino que hay que tirar lo que no va”.

El poder de las redes

Indudablemente hay muchos aspectos desde dónde derribar las imposiciones y exigencias que ejerce el patriarcado sobre las mujeres. En este marco, Bimbo analizó: “Dentro del grupo de mujeres, trans y travestis ninguna es una privilegiada. Pero aún dentro del ‘no privilegio' existen privilegios que cuestionar. Y no es lo mismo una cosa que la otra. Es un trabajo muy lento pero estamos todavía descubriendo dónde está el problema, porque se confunde mucho los personalismos como si una cuestionara a otra por determinada cosa cuando, en mi caso por ejemplo critico la responsabilidad que tienen las personas con muchos seguidores porque los medios de comunicación no son solo los medios hegemónicos sino también las redes”.

“La persona famosa con dos millones de seguidores es un medio de comunicación, y si lo que nos va a contar es que para ser esa que aspiracionalmente muchas quieren ser porque les va bien, tienen un trabajo que les gusta, es feliz, hay que matarse en el gimnasio, tener hambre y mostrar el cuerpo todo el tiempo considerándose feminista esta persona, bueno hay que cuestionarlo y yo trato de nunca decir nombres pero decir: ‘che, basta, no nos cuenten solo eso de sus vidas'. Elegir otras cosas, y reafirmarnos por otro lado”, aclaró y ejemplificó: “Todos necesitamos reafirmarnos para sentirnos bien, pero no te siguen dos millones de personas, te siguen tus compañeros y compañeras de secundario. Una foto en culo haciéndote la puta está buenísimo, pero cuando te siguen dos millones eso cuenta otra cosa porque de eso que se genera como medio de comunicación surgen las chicas con problemas alimenticios porque no llegan a ser esa, las marcas piensan que sólo venden para ese cuerpo, entonces es eso”.

Ante la pregunta sobre la actualidad del feminismo, Bimbo se mostró más cautelosa. “El feminismo es eso, un despertar constante, una incomodidad constante, y un buen orden constante de para dónde, sobre todo lo colectivo, es muy hermoso. Pertenecemos a algo hermoso y real, la hermandad a pesar de las diferencias”, concluyó.