Integración hídrica

En Paraná se conformó el Comité de Cuenca del arroyo El Colorado

Se gestiona su creación ante la urgencia de los vecinos que viven a su vera y sufren consecuencias. Lo coordinan las subsecretarías municipales de Ambiente Sustentable y de Planeamiento y forman parte las comisiones vecinales circundantes y los residentes. Se suma al de la Santiagueña que fue el primero en funcionar.
24-03-2019 | 18:48 |

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“La idea es que cada cuenca pueda tener su comité para organizarse entre el área ciudadana como técnica, que es la misma Municipalidad”, coincidieron González y Cichero, coordinadoras del Comité de Cuencas. Foto: Sergio Ruíz



Tomás Rico
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Paso a paso la capital provincial empieza a reconocer la geografía donde está emplazada y la integración hídrica cada vez se toma más en serio. Para solucionar problemas actuales y prevenir daños futuros comenzaron a conformarse los comité de cuencas, que involucran “reparticiones públicas y no gubernamentales abocadas a la gestión coordinada y participativa de las cuencas hidrográficas y su corredor biológico y de toda actividad humana de intervención dentro de sus límites territoriales”, expresa la ordenanza municipal n° 9668, promulgada en febrero del año pasado. La novedad es que se conformó el comité del arroyo El Colorado, uno de los arroyos paranaenses que más problemas en su entorno ha tenido en el último tiempo, con desbarrancamientos a la altura de calle Cabildo Abierto y avenida Don Bosco, donde 12 casas están en vilo.

Estas circunstancias ponen en alerta a los vecinos que tienen sus viviendas afectadas, e inmediatamente pidieron la conformación del comité, que se suma al del arroyo La Santiagueña.

Entrevista

Las coordinadoras de Comités de Cuencas, la arquitecta María Eugenia Cichero y la licenciada Candela González, en representación de las subsecretarías municipales de Planeamiento y de Ambiente Sustentable, respectivamente, analizaron en una entrevista con Mirador Entre Ríos la situación de los arroyos que atraviesan y rodean a Paraná, que de a poco empiezan a ser reconocidos a partir de normativas municipales y de los comité que se van conformando de manera gradual.

“Toda la estructura municipal fue diseñada para otro tipo de ciudad, no para una ciudad con este riesgo ante el cambio climático. La idea es que cada cuenca pueda tener su comité para organizarse entre el área ciudadana como técnica, que es la misma Municipalidad”, coincidieron González y Cichero, y agregaron: “La idea es que los vecinos puedan enterarse desde la etapa de proyecto de lo que va a pasar en su barrio, valorando así el espacio de participación ciudadana”.
Se promueven a la vez, y a los fines de acompañar el proceso, la conformación de cuadrillas operativas especiales para cada cuenca, que atiendan especialmente las problemáticas en torno los arroyos, tanto en el mantenimiento y trabajo diario, como así también generar los canales para atender y accionar ante las emergencias. A lo que la arquitecta agrega, haciendo referencia de documentos guías que brindan metodologías para lograr la sostenibilidad ambiental en las áreas urbanas, a través de la planificación armónica y equitativa con la naturaleza y los habitantes, en un marco de amplia participación ciudadana.

-¿Qué problemas observan en los arroyos de la ciudad?

-Una pregunta recurrente de los vecinos es por qué nos inundamos en días de lluvia. Las causas de estas problemáticas son compartidas en todas las cuencas ya urbanizadas de la ciudad. Los residuos sólidos que son arrastrados en días de lluvias hacia los cauces de los arroyos agravan la problemática ya que obstruyen los desagües existentes. Otra problemática compartida es el tema de la contaminación de las aguas, producida por las conexiones cloacales y pluviales que en muchos puntos se interconectan y no deberían. Contaminándose los cursos de agua de los arroyos, siendo todos afluentes del río Paraná.

El Colorado

-¿Cómo analizan las medidas llevadas adelantes por el municipio para solucionar el problema de desbarrancamiento?

-El Colorado está en una situación bastante grave. Desde la coordinación de Comités de reciente funcionamiento se busca dar contención y ayudar a la gestión de las solicitudes y acciones de los vecinos, en el corto plazo.

Brindando la comunicación directa entre las áreas municipales y los ciudadanos, para la mejor atención de las emergencias que van surgiendo. Es un trabajo arduo ya que el vecino en instancias de estas problemáticas y emergencias, no puede ni tiene los ánimos ni las herramientas para dimensionar las causas de los problemas ni los tiempos necesarios para la elaboración de las soluciones posibles. Pero de eso se trata, que no se pierda la comunicación, para conseguir juntos las mejores soluciones.

-Una “solución” inmediata fue ir a tirar tierra y escombros ¿Qué piensan?

-Desde el espacio de Comités de Cuencas no compartimos el hecho de que se viertan escombros o suelos extraídos en otras aéreas de la ciudad, para ser colocados a modo de relleno, si este material no es utilizado allí en el marco de un proyecto y seguimiento técnico adecuados a través de las áreas competentes. Es decir que esta situación puede, en vez de ser una solución, empeorar la situación inicial.

-¿Qué gestiones se hacen para llegar a una solución?

-Para el mediano plazo, a través de la confección de informes y asesoramiento técnico de las áreas municipales que participan a través de sus técnicos y profesionales. En el largo plazo, acompañando en la elaboración de los informes técnicos necesarios que aporten a los proyectos de las obras, trabajar en conjunto los proyectos desde su génesis, como ser, el poder incidir en los proyectos que surjan del Plan de Drenajes que se está desarrollando para nuestra ciudad. Que estos proyectos y las obras y financiamientos para concretarlos tengan que ver con el espíritu y finalidad de la ordenanza N° 9668. Entender a los arroyos de la ciudad de Paraná como fortalezas, como corredores biológicos es decir como elementos naturales de gran valor ecológico y belleza escénica, lo que posibilite un gran cinturón verde. Además de un sistema de áreas verdes y espacios protegidos, y no como amenazas.

-¿Qué dice la teoría sobre las viviendas asentadas a la vera de los arroyos?

-Lo que debiera dejarse entre arroyo y ciudad es un espacio de borde o filtro de acceso público, desde donde se pueda monitorear periódicamente el estado del arroyo, sus lagunas, barrancas o estuarios según el caso. El espacio verde dejado en su estado natural, debe ser respetando las líneas de riesgo, es decir sin construir viviendas o edificaciones allí, ejecutándose solamente las obras necesarias que no interfieran la continuidad del corredor biológico que son los arroyos, los denominados parques lineales”. Y no así que los patios de los lotes sean los que tienen de fondo el arroyo, que es lo que agrava la situación en este caso en particular, como en otros puntos de la ciudad. Habiendo quedando de este modo las viviendas a la vera del arroyo, convirtiéndose en un alto riesgo. Las soluciones posibles en el campo ambiental son por lo general de mediano y largo plazo. 

-¿Qué se puede hacer en lo inmediato?

-Si en la declaratoria de emergencia pluvial, vial y sanitaria en la ciudad de Paraná –que aún tiene vigencia- hay un presupuesto estipulado, quizás se podría hacer un aterrazamiento con gaviones de piedras para que el agua del arroyo no siga retirando el sustrato de sustento suelo de la barranca, pero esta medida no tiene que ver directamente con sostener las viviendas afectadas. El director de Protección Civil Municipal por su parte, elevó un informe en diciembre, recomendando el desalojo de las viviendas. Lo que nos han informado los vecinos que las habitan y sus familiares, es que no están dispuestos a hacerlo. No quieren abandonar sus viviendas adquiridas a través de operatorias totalmente aprobadas antaño. Lo cual nos deja en un estado de constante preocupación, a lo cual hemos contactado al director de Defensa Civil de la provincia para que nos envíe los pronósticos del clima actualizados, los cuales enviamos de inmediato una vez recibidos, a los vecinos de las cuencas participantes, a través de las redes sociales de comunicación creadas desde la coordinación.

Asentamientos

–Los asentamientos un problema histórico…

-Los ciudadanos que no encuentran un lote a costo accesible en nuestra ciudad, los que pueden se van de la ciudad hacia otras localidades, los que no, se asientan en los lugares que quedan sin urbanizar o que no tienen un destino claro, y que generalmente son al lado de las vías del tren en desuso o a la vera de arroyos o la misma costa del río. Esta situación agrava la problemática, ya que los desbarrancamientos y contaminación afectan de modo directo a estos vecinos, que viven en estado de precariedad y emergencia permanentes.

La mayoría de los barrios que se aprobaron hace muchos años no se han diseñado teniendo en cuenta la particular geografía en que se asienta nuestra ciudad, que es justamente, una planicie levemente ondulada, surcada por arroyos que desembocan en el río Paraná. En ese entonces, al no contarse con la normativa adecuada, muchas habilitaciones surgieron sin tener en cuenta la naturaleza circundante. Si no reconocemos sobre lo que estamos apoyados, seguramente vas a habilitar un barrio sobre una laguna rellenada, con toda la problemática que ello trae aparejado. De todos modos hay buenos ejemplos en nuestra ciudad, como lo es el Parque Gazzano, que aprovechándose las lagunas naturales, características de las cuencas altas o cabecera de cuencas -en este caso las nacientes del arroyo Antoñico- generaron ese bello paisaje, espacio verde público de escala de apropiación de la ciudad toda. Actualmente se solicita al loteador o urbanizador que presente los estudios hídricos para saber qué agua tiene en su terreno o debajo de él, y qué va a hacer con ese agua. Además se han incorporado en la reforma del código de edificación los retardadores de agua para las edificaciones, con cálculos de dimensionamiento para picos máximos de lluvias. En síntesis, las ciudades no planificadas desde sus orígenes, como las nuestras, van por lo general desarrollándose detrás de los problemas. La ordenanza de cuencas y comités surge con el fin de aportar a revertir esta situación con su base en la visión del nuevo paradigma ambiental.

Le dicen “no” al entubamiento

La postura es clara, y por iniciativa de la ciudadanía comprometida y el trabajo en conjunto con los equipos técnicos municipales, se plasmó en una ordenanza. Ambas coordinadoras comparten que la respuesta es “no al entubamiento de los arroyos”. “La estructura y organización municipal vigentes por ahí no nos acompaña en esta visión y en las urgencias que van surgiendo”, destacó González, a lo que Cichero agregó: “De todos modos es debido a que esta nueva forma de hacer es muy reciente, todo es un proceso y más en una ciudad”. Al mismo tiempo, la licenciada indicó: “Hay varios puntos de la ciudad donde ya están entubados los arroyos, pero el problema no se solucionó, sino que se han agravado en la cuenca en general a partir de dichas obras”.
Uno de los arroyos entubados, con el que ejemplificó Cichero fue el Antoñico: “Está entubado e intervenido de todas las formas artificiales posibles y de igual manera se colapsa en días de lluvias, y estas supuestas soluciones han generado más desbarrancamientos por la alta presión con que el agua que surca por esos tubos termina saliendo, más inundaciones por obstrucción de estos mismos conductos y mayor contaminación, es decir, cuando la ordenanza establece la finalidad de preservar el agua en todo en su ciclo, quiere decir que el agua necesita sol, aire y recircular del modo más natural posible, en contacto con la vegetación característica de la región, para que no se generen en ella agentes contaminantes”.

A nivel mundial se están desentubando los cursos de agua porque se dieron cuenta que no fue la solución correcta y “literalmente están rompiendo los tubos de hormigón para que el arroyo o río siga su curso natural”, destacó González.

Por esto, las coordinadoras plantean que hay que evitar caer en el viejo paradigma de seguir entubando. “Dentro de unos años nos vamos a encontrar con que vamos a licitar obra pública para deshacernos de los entubamientos, y rehabilitar el arroyo como corredor natural de las aguas, lo que en otros países se da en llamar el `rehacer paisajes´, lo cual suena ilógico. Rehacer los paisajes naturales destruidos por acción humana. Estamos a tiempo, hay que trabajar juntos para revertir este futuro predecible, utilizando sabiamente los recursos disponibles, primando en cada decisión el velar por el cuidado de la casa común, para los habitantes actuales y futuros de nuestra ciudad”, avizoró la arquitecta, coordinadora representante de Planeamiento.

16 cuencas

El mapa de Paraná tiene en todos sus puntos cardinales alguna cuenca hídrica, en total son 16: Berros; Cazuelas; Tuyucua; Antoñico; Las Viejas; El Colorado; La Santiagueña; Las Piedras; Saucecito; Manga; Horqueta; Nuevo; Del Yeso; De Uzin; Las Tunas; y Bañados del Oeste (ver mapa).
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