Belén Fedullo
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La Asamblea Ciudadana Concordia nació hace seis años en un caluroso enero, en la plaza 25 de mayo de la localidad. Allí, un grupo de personas se reunió para hablar sobre rumores de actividades que atentarían contra el ambiente. Semanas después se convirtieron en los abanderados en la lucha contra el fracking, el primer gran enemigo de esta agrupación que demoró algunos años en lograr dar por finalizada la contienda.

Este año, para celebrar un nuevo cumpleaños, hubo un encuentro en el lugar de siempre. En ese marco, la propuesta era recordar las actividades realizadas, festejar los logros, debatir las nuevas propuestas y disfrutar de estar acompañados. Capacitadores y artistas sumaron su granito de arena y la gente se acercó a compartir el momento.

Hilda González y Lita Urdapilleta son ex docentes e integrantes de la asamblea desde su fundación. A pesar de haber ejercido la misma profesión, no estaban en contacto y fue esta lucha la que las unió. Ambas recuerdan cada momento vivido y se muestran contentas con todos los avances, pero no suenan conformes, sino que demuestran que tienen cada vez más compromiso y sienten que pueden ir por más.

“A través del tiempo hemos tenido el apoyo de gente muy diversa, con actividades distintas. Somos gente diferente, pero que coincide con las inquietudes y necesidades”, contó Lita a Mirador Entre Ríos y aseguró: “Nosotros estamos todos los miércoles en un lugar visible. Hace frío y estamos, hace calor y estamos, llueve y vamos igual, no importa lo que pase”.

Durante los festejos, plantaron en su lugar un árbol Ñangapirí, conocido como Pitanga, que marca presencia en ese espacio que tanto quieren. “Es una especie autóctona, por lo que tiene mucho significado, y además marcará nuestra permanencia a través del tiempo en ese lugar. No sabemos si seguiremos nosotros, pero las generaciones futuras podrán mantener viva la ambición de cuidar el ambiente”, contaron.

El riesgo de fracking, motor para aprender y reclamar

En una de las primeras reuniones la agrupación comenzó a hablar de los rumores que indicaban que en Concordia y la región, tanto como en la provincia, había proyectos para aprobar las exploraciones de los suelos con “fracking”, una palabra nueva para todos. Se trata de la fracturación hidráulica, una técnica que hace más sencilla la extracción de gases o petróleo, pero que es altamente invasiva y contaminante.

Con esta noticia, la agrupación concordiense, en conjunto con algunas de la provincia, comenzaron a movilizarse. En pocos días se pusieron de acuerdo y pidieron una ley provincial que fuera en contra de este método, que lo prohibiera y también cada uno de los grupos pidió en su ciudad que hubiera una ordenanza en ese mismo sentido. Con los pedidos vinieron los problemas y las jornadas de lucha.

En el centro de la ciudad, la plaza principal comenzó a verse cada vez más ocupada por personas que intentaban conocer más sobre este procedimiento con nombre en inglés que tanto preocupaba a los defensores del ambiente. Todos los miércoles, varias remeras amarillas llamaban la atención de quienes pasaban por allí y cada vez más actividades proponían alertar acerca de esta práctica, que podía afectar la vida y la salud de todos.

La parte cultural se hizo presente, y aun hoy sigue estando en la asamblea. Pantallas con videos, shows de artistas diversos, reuniones de debate, capacitaciones, marchas de silencio que solamente iban acompañadas por un músico tocando una gaita, carteles, luces y banderas formaban parte del paisaje de cada concentración y lograron que este pedido no pasara desapercibido.

“Nosotros sabíamos que era urgente hacer algo que se note, que todos sepan lo que estaba por pasar. Fuimos avanzando y sabiendo cosas, aunque nos negaban todo desde el gobierno provincial sabíamos que incluso había capacitaciones y muestras de representantes del IAPG (Instituto Argentino del Petróleo y del Gas) que vinieron a hacer proselitismo con algunos referentes políticos”, criticó Hilda e indicó: “Con todas estas acciones se formó un foro regional de personas que luchábamos por lo mismo”. Ese foro incluyó a personas de Salto, Uruguay.

La lucha a nivel local siguió hasta abril de 2016, cuando Concordia fue declarada ciudad libre de Fracking por el Concejo Delibertante, que tenía representantes nuevos tras las elecciones de 2015.
Fueron tres los años de insistencia, que en el medio incluyeron la utilización de la banca del pueblo en el recinto y una protesta en la ruta, en 2014, que terminó con integrantes de la asamblea detenidos en sede de Gendarmería.

La alegría a nivel provincial llegó en 2017, cuando fue aprobada la ley que prohíbe la actividad en todo el territorio provincial, pero estas novedades no hicieron que todo termine, sino que dieron fuerza para seguir en la lucha.

-Cuando lograron la ordenanza la gente pensó que no iban a volver a reunirse ¿Por qué siguen?

-Hilda: el criterio de la asamblea es ambiental, así que algunos se preguntaban si estábamos en contra de algún gobierno en particular, pero vieron que no, que buscamos el equilibrio.
Es muy amplio el abanico que se nos abre cuando empezamos a pensar en qué trabajar porque todo es urgente. Ahora empezamos a trabajar con el tema de los agroquímicos, que es universal, pero en nuestra región está haciendo mucho daño ya que hay muchas enfermedades que son causadas por esto, es un mal que no se ve. Empezamos nuevamente a estudiar, a juntarnos con gente que sabe, que puede ayudarnos. También estamos trabajando con los humedales, para que no se destruyan y no se edifique en esos lugares.

-Lita: nosotros bromeamos con que estamos a nivel de Greenpeace, porque siempre estamos planificando nuestras tareas para cada año. Lo hacemos así porque somos una asamblea chica, por eso también agregamos el tema de la basura, porque vemos que falta mucho para tener un plan organizado en nuestra ciudad. A fines del año pasado concurrimos a una consulta popular por la planta de relleno sanitario, del que salimos con muchas dudas. Creemos que hay que hablar muchísimo sobre el asunto así que estaremos exigiendo algunas respuestas también en torno a esto, que es lo que se necesita.

También considero que no termina el tema fracking, porque cuando celebramos el tenerlo superado aquí, surgieron las versiones de perforaciones en la Banda Oriental, que resulta peligroso incluso para la represa que compartimos (Salto Grande). Allí hicieron perforaciones y fue un peligro, pero felizmente estuvimos muy juntos con los hermanos uruguayos y por el momento suspendieron esa actividad, igualmente seguimos en alerta.

-Existen los planes a futuro, los logros del pasado, pero ¿Tienen grabado algún momento en especial?

-Lita: para mí el día de la ordenanza fue especial, porque habían aprobado el pedido en muchas ciudades pero Concordia era reacia. Hay 37 ciudades libres de fracking y nosotros fuimos la número 36, eso da pauta de qué tan duro fue todo. Cuando conseguimos eso comprobamos que no era en vano la lucha como nos decían.

-Hilda: coincido en que también me marcó la sanción de la ordenanza, yo todavía estaba trabajando y fueron todos los integrantes a contarme, me esperaron afuera de la escuela y eso no lo olvido. También las primeras movilizaciones, las primeras reuniones, y tengo el momento feo presente de cuando protestamos en la ruta y vinieron gendarmes a sostenernos mientras los camiones avanzaban hacia Uruguay, que fue algo que quisimos impedir; pero eso es distinto ya que es otro el sabor de cuando obtuvimos logros.