Esfuerzo y ausencia de infraestructura

El detrás de escena de la vida de un campeón

Por estos días es noticia el paranaense Julián Molina quien se adjudicó el título nacional de media maratón. Pero detrás hay una historia de sacrificio y también de falta de apoyo económico e instalaciones acordes para entrenar en la capital entrerriana.
05-09-2018 | 15:21 |

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El paranaense con la bandera argentina. Espera por más triunfos y mejores condiciones económicas para seguir corriendo.


E.R

El paranaense Julián Molina fue campeón argentino de media maratón (21 kilómetros) desarrollado en Buenos Aires el domingo último. Su entrenador -cuando se preparaba en la capital entrerriana- es Elías Uner quien no duda en decir que “es un deportista de élite y olímpico”.

Pero su nombre llegó a la fama este domingo. Y hoy es noticia. Claro. Detrás de su victoria, que estuvo apuntalado por un exigente entrenamiento, hay una historia que recorre los canales de televisión y las páginas de internet. Molina tuvo que vender empanadas (40 docenas) para solventarse el traslado y participar de esta prueba.

La bandera argentina, la sonrisa por el triunfo, los dedos perdidos en el cielo y la bandera argentina colgada en sus espaldas, quedarán en el retrato postrero por este histórico momento.
Pero también quedará esa anécdota, vender empanadas para competir. El gran sacrificio, la actitud y las ganas que deben ser contadas y replicadas cuántas veces sean necesarios. Un ejemplo de lucha y tenacidad y la posibilidad para que este humilde deportista pueda hoy convertirse en un ídolo del atletismo.

Y por otro lado queda una vez más al desnudo, la inexistencia de proyectos que posibiliten que deportistas como Molina cuenten con algún tipo de apoyo. ¿Qué le van a hablar de apoyo si tiene que trabajar además 12 horas de mozo?  

El deportista paranaense contó además, para poder competir, con el apoyo de amigos y familiares. Ellos fueron su contención.

Sin dudas, a partir de este histórico momento a Molina se le abrirán algunas puertas. Es más ya se menciona la posibilidad que dos firmas de calzado deportivo quieren ser sponsors.

Pero hay otra realidad, que va más de su triunfo y sacrificio. Julián continuó entrenando en Atenas Running de Rosario (dedicados a la preparación de atletas en todos los niveles), ciudad en la que se radicó para mejorar sus tiempos. Uno de los motivos tuvo que ver con la falta de infraestructura en la ciudad. No contar con lugares buenos de entrenamientos como podría ser una pista de tartan o de tierra al menos.

Un reconocido atleta de la ciudad reconoció ante una consulta que “entrenar en el cemento del Parque Berduc es para lesionarse. Ni el pavimento de la calle es tan duro”.

Por eso aquellos apasionados maratonistas, incluso deportistas que acuden a ese centro de entrenamiento, esperan que la victoria de Molina sirva para abrir los ojos y para mirar las necesidades existentes.

Molina fue noticia porque vende empanadas para correr, lo que lo hace una persona valiosa desde la actitud y el no bajar los brazos. Pero Molina con su triunfo dejó en claro, porque hoy lo entrevistan (hasta el sábado no) las dificultades de los atletas en suelo entrerriano para la preparación.

“Estoy muy contento por él, es un gran atleta y un pibe extraordinario”, dice Elías Uner quien no duda en afirmar que su futuro es olímpico. Incluso Uner, quitándose cualquier cuestión ligada a la soberbia (muchos bien en su lugar podrían decir “yo lo descubrí”) fue quien hizo los contactos para que continuara su preparación en Atenas donde lo entrena Cristian Grobat, un especialista en maratones. Además fue clave que pueda participar en competencias de nivel y con menor período de espera entre una y otra. “Se despoja de lo que gana, el otro día venció en una carrera y me hizo un regalo. Para mí es como un hijo”, dice Uner. Molina evidentemente es una persona de corazón humilde y con características excelentes como para aspirar a más, en una edad justa (25 años).

Una dedicatoria

Molina, radicado en Rosario, tiene un gran recuerdo de su entrenador en otros momentos, Elías Uner. Así lo define en la red social facebook: “Un verdadero amigo es alguien que te conoce tal como eres, comprende dónde has estado, te acompaña en tus logros y tus fracasos, celebra tus alegrías, comparte tu dolor y jamás te juzga por tus errores”.

Frases tras el triunfo
“Estoy desocupado, vivo en la casa de mi suegro con mi novia. Hago changas y para poder venir vendí 40 docenas de empanadas. Llegué el viernes”.
“Esta vez vine bien preparado. Por primera vez me consagro campeón argentino. Y es mi revancha con Eulalio (Muñóz). Sabía que le podía ganar arriba. Afuera somos todos amigos, todos atletas. Muchas personas viven de esto, por eso me las arreglo haciendo changas de pintura, tratando de encontrar un trabajo que me permita entrenar dos turnos”.
“Empecé en una fábrica de bicicletas dos meses, me querían blanquear. Ocho horas en armado, pero por reducción de personal me echaron. Me agarraron bajones, pocas ganas de entrenar, volví a quedarme sin trabajo. Aunque siempre tenía la rotisería con mi familia en Paraná”.

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