Historia de vida

“Me gustaría dirigir un club entrerriano”

El nogoyaense Sebastián Clotet cuenta con un extenso recorrido como futbolista, vistiendo camisetas argentinas y del exterior. Ídolo de Unión, tras formar parte del equipo que logró el ascenso en el 96. Colgó los botines para ser entrenador y tiene la deuda de estar al frente de un equipo de la provincia.
05-12-2018 | 18:13 |

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Con la camiseta de Unión, el club que lo idolatra por el ascenso del 96.



Milagros Cardoso Guzmán

Su carrera como futbolista lo llevó a compartir experiencias con grandes como Oscar Ruggeri, el “Loco” Marzo, Darío Cabrol, Hugo Morales y el “Mago” Garré entre otros. Vistiendo la camiseta de Lanús logró silenciar la Bombonera con un golazo. Los tatengues jamás olvidarán ese plantel que en el año 1996 logró el ascenso, con muchos de los pibes del club, y entre ellos, estaba él; y cumplió su sueño de jugar en un equipo entrerriano, vistiendo la camiseta de Patronato.

En diálogo con Mirador entre Ríos, el nogoyaense de 46 años, actualmente radicado en Santa Fe, repasó su carrera como futbolista, sus hazañas dentro de la cancha, su experiencia como director técnico y sus aspiraciones de cara al futuro.

Extensa trayectoria

Dio sus primeros pasos dentro del fútbol en dos equipos de su ciudad natal, 25 de Mayo y Deportivo. Cuando tenía 13 años Unión estuvo realizando pruebas y ya lo habían seleccionado pero por decisión propia eligió quedarse en Nogoyá. Cuando tenía 17 años le realizaron otra prueba y finalmente decidió mudarse a Santa Fe para vivir en la pensión del club. En el 93 comenzó a jugar en el equipo de Primera y fue parte de ese recordado equipo que consiguió el ascenso en el 96. En 1997 fue vendido a Lanús, donde realizó muy buenas temporadas, incluyendo el subcampeonato de la Conmebol. En el 2000, migra hacia España para vestir la camiseta de Las Palmas durante una temporada y lograr el ascenso. Volvió al país y para jugar en Atlético Tucumán. En 2002, llega a Bolivia donde juega un año en Oriente Petrolero y luego se muda a Cochabamba para jugar en Aurora. Regresa al país y cuando parecía estar todo arreglado para volver a Unión de Santa Fe, una operación complica todo. Jugó dos temporadas en Ben Hur de Rafaela y antes de retirarse, saldó su deuda de vestir la camiseta de un club entrerriano y estuvo dos años en Patronato. Luego de su paso por el Santo, una rotura de ligamentos cruzados lo alejó de las canchas durante un año. Volvió para jugar en la Liga Esperancina, en Argentino de Franck. Mientras tanto, estudiaba la carrera de director técnico, se recibió en el 2009 y estuvo al frente de varios equipos santafesinos, entre ellos, Argentino de Franck, Sportivo del Norte de Esperanza, el Club Atlético Sportivo Guadalupe, el Club Social y Deportivo Alumni y su reciente paso por Unión de Santa Domingo, donde lograron la clasificación de Primera y la Reserva, a los octavos los cuartos de final de la liga, respectivamente.

-Teniendo en cuenta tu extensa carrera, ¿cuáles son los recuerdos que más felices que te quedaron?

-Por supuesto el ascenso con Unión. Pero destaco mi etapa en Lanús, cuando hice ese gol que me dejó dentro de la historia del club. Habían pasado más de 40 años y no podían ganar en La Bombonera y yo le hice ese gol a (Oscar) Córdoba. Me acuerdo patente de eso. Recuerdo también la gran cantidad de técnicos que tuve: el “Bambino” Veira, Miguel Ángel Russo, Mario Sanabria, Oscar Garré; como también haber compartido la cancha con jugadores como Oscar Ruggeri, cuando estaba terminando su carrera, Hugo Morales, Walter Coyette, que son grandes personas que guardo en mis recuerdos. Y tengo excelentes recuerdos de mi paso por Patronato. Me han tratado muy bien y he conocido amigos. Conocí buena gente como Sebastián Bértoli, el “Negro” Andrade, Gabriel Graciani y todo ese plantel.

-En el exterior también te fue muy bien.

-Sí, tuve la suerte de salir campeón con Las Palmas en España, ese fue otro hermoso recuerdo. En Oriente Petrolero tuve como director técnico al “Negro” Clausen. Tengo varios recuerdos lindos dentro de lo que ha sido mi carrera.

-¿Qué deuda pendiente te queda?

-Como jugador pude vestir una camiseta entrerriana, ahora me gustaría dirigir un equipo de la provincia.

-¿Cómo ves la situación actual de los clubes del interior?

-La situación está muy difícil en todo el país, pero los clubes del interior lo sufren muchísimo. Cuesta sostenerlo, cuesta juntar el presupuesto. Pero creo que no es solo por una situación económica, faltan técnicos con proyectos, que se queden en los clubes tres o cuatro años y que sostengan un proyecto; y también falta trabajo en las inferiores. Las inferiores en todo club, son lo más importante. Cuando llegas a un club y te encontrás con unas buenas inferiores, sabes que hubo un buen trabajo de base y que tenés con qué defenderte en el futuro. Cuando un club logra llevar a sus jugadores al equipo de Primera, sabe que es probable que ese jugador se venda y le ingrese plata al club para seguir creciendo.

La relación con el hincha de Unión

Dentro de todos los logros deportivos con los que cuenta, sin dudas, el ascenso de Unión fue el más importante o por lo menos, el que está más presente. Cuando Clotet camina las calles santafesinas, siempre hay un hincha tatengue que tiene palabras de agradecimientos para con él. “La gente me para, me pide fotos. Es lindo saber que a uno lo recuerdan de esa manera”, sostiene entre risas. Además, lo compara con su paso por el equipo granate: “Hay gente de Lanús y periodistas que aún me llaman desde Buenos Aires para hablar y recordar mi paso por el club, pero el amor del hincha de Unión es otra cosa, es algo que quedó y que va a durar toda la vida”.  Hay que recordar que esa temporada, Unión comenzó el torneo con el pie izquierdo acumulando varias derrotas, Carlos Trullet, entrenador de ese equipo se la jugó por los pibes del club. En la última fecha del torneo el gol de Sebastián Clotet a Godoy Cruz en Mendoza le dio la clasificación al equipo para el octogonal que otorgaba el segundo ascenso a la Primera División. Al momento de recordar esa etapa, se nota la emoción de Clotet: “Fue una apuesta por nosotros que éramos los chicos del club y no fue fácil. Llevo tiempo y al principio nos costó. Cuando creíamos que quedábamos fuera, hago el gol y clasificamos. Tengo los mejores recuerdos en Unión, que para mí, es mi segunda casa.”

Patronato en Primera

Como entrerriano y como exjugador rojinegro, Clotet también se refirió al presente del equipo en la Superliga y sostuvo que el hecho de que el club esté en la Primera División es “algo muy lindo para Paraná pero también un orgullo para toda la provincia”. Agregó además que días atrás dialogó con Sebastián Bértoli, a quién define como un ‘líder positivo’ y afirmó que “el equipo tiene la intención y las ganas de pelearla hasta el final para mantener la categoría”.

La anécdota con Ruggeri

Todo aquel que alguna vez compartió un partido, un vestuario o una concentración, tiene una anécdota con el defensor Oscar Ruggeri. Y Sebastián Clotet no es la excepción. Compartieron juntos aquel equipo de Lanús que dirigía Oscar Garré y que llegó a la final de la Copa Conmebol en el 97. En el partido de ida de esa final, Lanús perdió en su cancha y hubo incidentes entre jugadores argentinos y brasileños. “Recuerdo que cuando fuimos a Brasil después de ese incidente, estábamos en habitaciones para dos o tres y teníamos custodia. Custodia con armas y no estábamos acostumbrados. Era todo raro”. Sebastián hace una pausa en lo que viene contando y comienza a reírse para continuar con relato: “A la mañana nos levantamos para ir a entrenar, nos vino a buscar el Mago Garré a la habitación y Ruggeri le dijo: ‘Nosotros no vamos a entrenar porque a la noche tenemos que jugar, así que nosotros vamos a descansar’. Realmente, yo era pibe y no podía creer que le había dicho eso al técnico. Después de eso, Ruggeri me miró y me dijo: ‘Gringo, vos te quedas acá conmigo’”.

Nogoyá y su familia

Clotet reconoce que le costó mucho despegarse de su ciudad natal, de sus amigos y de su familia. Admite además que la primera vez que Unión puso sus ojos en él, prefirió quedarse porque a esa edad no pensaba en ser jugador profesional. Hoy, instalado en Santa Fe, trata de hacerse siempre un tiempo para poder viajar a Nogoyá y compartir tiempo con su familia.

-¿Cómo te acompañó tu familia en esta carrera?

-Fueron muy importantes, cuando estaba en la pensión de Unión lloraba, extrañaba y quería volverme. Mi familia me acompañó e insistió en que no tenía que bajar los brazos.

-Tenes tres hijos, ¿el varón se perfila para ser futbolista también?

- Sí, tengo tres hijos. Paulina de 16 años, Juan Sebastián de 13 y Valentina de 11. A Juan le gusta mucho el fútbol, pero no quiero meterle presión. Si elige ser futbolista lo voy a apoyar.

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