Literatura

Bartolomé Zapata, la gran omisión en la historia de la Revolución de Mayo

A pesar de haber sido un hombre clave en la gesta revolucionaria de mayo de 1810, Zapata no es lo suficientemente conocido ni reconocido. Pero hay un libro, una novela histórica, que rescata su figura: “Crónica de héroes y traidores”. Su autor, Héctor Luis Castillo, dialogó con Mirador Entre Ríos.
31-05-2019 | 19:21 |

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“Crónicas de héroes y traidores” ganó el Premio Literario Fray Mocho en el género novela.



Sabina Melchiori
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"Crónica de héroes y traidores”, fue editado por la Editorial de Entre Ríos en 2016. El texto, escrito por Héctor Luis Castillo, había ganado la edición 2014 del Premio Literario Fray Mocho en el género novela. Su primera presentación fue, atinadamente, durante la llamada Semana de Mayo y desde entonces pareciera que cada vez que se acerca un nuevo aniversario de la conformación de la Primera Junta, desde alguna biblioteca popular, medio de comunicación o institución educativa, se recurre a su autor para que hable del gran aporte entrerriano de aquellos años. La charla de Castillo con Mirador Entre Ríos es muestra de ello.

La temática de un libro, la elección de la historia que se quiere contar no es algo que surge de la nada. El disparador de “Crónica de héroes y traidores” fue otro libro maravilloso llamado “Entrerrianías”, que escribió el periodista Mario Alarcón Muñiz. Allí fue donde Luis Castillo encontró al gualeyo Zapata: “Me pareció tan interesante que me puse a investigar y lo primero que descubrí fue que no había prácticamente nada sobre el tema”. Con mucho esfuerzo, consiguió un ejemplar de una revista que se publicaba hace muchos años, en la que se citaban como fuentes a los diarios de Buenos Aires que iban siguiendo las aventuras de Zapata. Sin embargo, Luis agregó: “De golpe se terminó todo eso y parece como si nada hubiera pasado”.

Pero como el escritor ya había sido llamado por la historia, tomando como base el poco material hasta el momento publicado en archivos, libros y documentos, empezó a imaginar el resto. Fue así que sin saber siquiera el nombre del padre de Bartolomé Zapata y si éste lo había llegado a conocer, el escritor le puso un nombre —un apodo en realidad— , ciertas características físicas, ideales y una voz. “Acá los indios nunca fueron ni serán un peligro, no es de ellos de quien tiene que cuidarse sino de los patrones”, le dice Tatita al pequeño Bartolo en las primeras páginas de la novela.

Mirada al pasado

—¿En términos de porcentaje, qué tanto tiene este libro de historia y qué tanto de ficción?

—70, 30. Los movimientos de Belgrano, el alcalde de Gualeguay, el manejo político de Concepción del Uruguay es historia pura. Yo ficcioné conversaciones y me imaginé encuentros como el de Artigas con Zapata, que no se sabe si existió porque hay tres versiones diferentes: hay quienes cuentan que cuando los Blandengues mandan a Artigas a reunirse con Zapata, éste no lo encontró, otra que lo dejó escapar y otra que combatieron y no lo logró agarrar. Eso no se puede saber, como las conversaciones de Zapata con el padre, porque no sé nada de él. Imaginé toda su vida. La gente que estaba con él sí está registrada, como el Pata de bola y el Cordobés.

—¿Por qué fue importante Zapata para la Revolución de 1810?

—Porque de no haber sido por su intervención, junto a la de Gregorio Samaniego, de Gualeguaychú, seguramente hubiera sido otra nuestra historia. Ellos, junto a otros hombres que congregaban, frenaron la contrarrevolución española que, en un eje imaginario entre Montevideo y Córdoba, pensaban cortar en dos las comunicaciones entre el norte y el sur del país. De haberse logrado eso, el destino de la revolución estaba sellado.

—¿Por qué crees que no ha sido reconocido, qué pudo haber pasado?

—No lo sé, pero algo pasó. Evidentemente esa versión de la historia no servía. No nos olvidemos que cuando muere Güemes el titular de un diario de Buenos Aires fue: “Se murió el tirano”. En Buenos Aires celebraron la muerte de Güemes. A eso me refiero cuando destaco cómo se escribe la historia y el rol del periodismo en su narración.

—¿Zapata fue olvidado por héroe o por traidor? ¿Llegó a ser héroe, o para eso hace falta que se lo reconozca como tal?

—Se es un héroe si responde a tus expectativas y se es traidor si no responde a ellas. Zapata debería haber sido héroe, pero convenía que otros lo fueran, creo que los héroes tenían que salir de Buenos Aires.

Contratapa

La contratapa de la novela fue escrita por Orlando Van Bredam y expresa: “Castillo elige para su novela, un gaucho olvidado que arrastra a otros gauchos, que en su osadía libertaria pone en evidencia la cobardía y la genuflexión de los poderosos y esto se paga siempre en un país como el nuestro, primero con la vida y después con el olvido, un país acostumbrado a cercenar la historia y llenarla de mentiras. Zapata representa precisamente la gran omisión, la elipsis canalla del poder, por eso ‘Crónica de héroes y traidores' no es solo una gran novela, es también un acto de justicia histórica”.

Zapata debería haber sido héroe, pero convenía que otros lo fueran, creo que los héroes tenían que salir de Buenos Aires

Héctor Luis Castillo
escritor de “Crónica de héroes y traidores” 

Temas: ENTRE RIOS 
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