Mirador Entre Ríos
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La ciudad tiene amplias áreas invisibilizadas que crecen, en silencio, mientras el resto se ocupa de sus asuntos cotidianos. A veces por iniciativa de particulares, otras por cuestiones vinculadas a la renta inmobiliaria, pero también porque el Estado modifica las condiciones generales con obras de infraestructura básica.

Una de ellas es la sureste. El perfil constructivo de calles y avenidas –que a veces parecen detenidas en el tiempo, aunque por el uso y la costumbre no lo adviertan quienes las transitan– muestra con claridad cómo impacta la actividad de personas y familias que buscan terreno propicio para construir un sueño y luego se empeñan en mejorar lo plantado, cada cual dentro de sus posibilidades. En ese contexto hay núcleos de urbanización que quedan aislados, por accidentes naturales o implantados.

Hay un ejemplo de Avenida Almafuerte al norte, con las calles Francia (dirección este-oeste) y Gobernador Crespo (de norte a sur) que en ambos casos el arroyo Colorado interrumpía y que, mediante una fuerte asignación presupuestaria, la acción de hombres y maquinarias está intentando resolver. Se trata de lugares que nunca antes conocieron el desempeño de niveladoras, compactadoras, palas cargadoras u hormigoneras. En ese caso, hay 35 millones de pesos asignados, es decir, es un proyecto de envergadura ingenieril y financiera.

Más o menos a la misma altura, si tomamos como referencia la franja delimitada por Blas Parera-Zanni y Caputto, pero esta vez hacia el sur de la Avenida Almafuerte, en Miguel David, está ejecutándose otra inversión que disolverá un grumo urbano importante y, al hacerlo, dotará de medios a un generoso conjunto de loteos y también permitirá un tránsito fluido este-oeste entre puntos que hoy se encuentran inconexos y, con ello, aliviará el impacto sobre las avenidas circundantes, cuyo estado está lejos de ser el ideal, dicho sea de paso.

Las vías

En el cruce de Miguel David y Gobernador Parera pasa el tren. El cercano apeadero y los bocinazos del convoy a mitad de mañana alertan sobre la motorizada presencia que une Paraná y Colonia Avellaneda, de ida y de vuelta. Desde allí y hacia el este, luego de una curva y contracurva, Miguel David es una pendiente descendente que se aleja del terraplén hasta encontrar la cota (unos tres metros más baja) que mantendrá hasta el borde del mapa, cuando se encuentre con la calle-ruta de acceso al Parque Industrial.

La intervención sobre Miguel David en el tramo comprendido entre las calles Gobernador Parera y Salvador Caputto reconoce dos frentes de obra. Desde el cruce con la vía hasta Gobernador Mihura se construye un nuevo sistema de desagües pluviales constituido por canales de hormigón, lo que implica un fenomenal movimiento de tierra. En tanto, desde Gobernador Mihura al este, hasta la intersección con Caputto, se ejecuta el nivelado correspondiente y el cordón cuneta, previo a la colocación de la capa asfáltica.

Cerca de las vías, hay casas de todo tipo, pero llama la atención la cantidad de viviendas precarias, muchas de ellas construidas con chapas acanaladas. A medida que nos alejamos de eso que supo ser un punto ciego en la trama urbana, las características constructivas incorporan más frecuentemente el ladrillo y el cemento.

Vale la pena destacar que en ese tramo que, dentro de poco, estará surcado por una calzada de 12 metros de ancho, hay tierras sin uso a la vista, ni recreativo, ni residencial, ni productivo, junto con campings sindicales e instalaciones deportivas.

Inversión

La obra tiene su complejidad. Por Miguel David, entre Mihura y las vías del ferrocarril, es decir, en el tramo oeste, avanza un conducto de hormigón armado rectangular. Está siendo desplegado por la acera norte de Miguel David y llegará hasta calle Mihura, a lo largo de 150 metros. Recién con posterioridad se iniciará la conformación y consolidación de la traza, hasta completar la extensión hasta calle Gobernador Faustino Parera.

Naturalmente, en las calles de los alrededores hay obras de desagües, complementarias de la principal.

En ese sector se invierten unos 60 millones de pesos. Y la licitación correspondiente incluyó el asfaltado de calle Juan Garrigó, entre Newbery y Villa Hernandarias; y de calle Faustino Parera, entre Miguel David y Gobernador Tibiletti, próximo a ejecutarse. En Parera y Miguel David arranca la obra central a la que nos estamos refiriendo.

Un verdadero entramado

Miguel David es una arteria clave, con las características propias de una avenida de penetración hacia espacios semirurales, que han ido siendo urbanizados.

En el cruce con Ramírez, como sucede con todas las arterias de su tipo, cambia de denominación y pasa a llamarse Pablo Crausaz y así llega hasta General Espejo, la calle lateral del nuevo Hospital de la Baxada. En el extremo este, cruza a Antonio Salellas, por la que se ingresa al Parque Industrial. Es paralela a Juan Báez-Jorge Newbery (hacia el sur) y a General Sarobe-Bernardo O’Higgins, El Paracao-Provincias Unidas y la mismísima Almafuerte, al norte.

Muchas de esas arterias mueren cuando desembocan en Avenida Zanni y, luego de sendos desvíos, a la altura de la obra que estamos describiendo, podrían asumirse que sus naturales continuaciones son las calles Gobernador Tibiletti o Hernandarias.