Paraná. Las bajas temperaturas hicieron más visible una realidad dolorosa

Un centenar de personas viven en situación de calle

En la zona céntrica hay más de 100 personas que viven y duermen en la intemperie, según la ONG Suma de Voluntades. El intenso frío de estos días pone en riesgo sus vidas.
14-07-2019 | 19:49 |

Según el último censo de Suma de Voluntades, hay 102 personas en situación de calle en la zona céntrica.
Foto:Gustavo Cabral
Mirador Provincial
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Hace tiempo que están ahí pero las gélidas noches recientes los hicieron más visibles. Duermen acurrucados en plazas, debajo de algún árbol. O en la puerta de alguna iglesia, en la entrada de un edificio abandonado.

Hechos un ovillo de frazadas raídas y trapos viejos, compartiendo algo de tibieza con algún perro. Amontonan junto a ellos lo poco que tienen y que cabe en un par de bolsas.
Detrás de cada una de las personas que vive y duerme en la calle hay una historia de dolor, adicciones, rupturas y abandonos.

Según el último censo realizado por la organización Suma de Voluntades (que todas las noches reparte 200 raciones de comida) hay 102 personas en situación de calle en la zona céntrica de la ciudad. El número se ha incrementado en los últimos tiempos porque el anterior relevamiento había arrojado el dato de que sumaban 55.

Las temperaturas bajo cero han movilizado la solidaridad y la acción de ONGs, iglesias y organismos del Estado. Pero todavía no alcanza.

Censo

“El último relevamiento que se hizo nos dio que hay 102 personas en situación de calle. Nosotros los tenemos censados con nombre, apellido, DNI, historia de vida. Este último período aumentó un montón porque teníamos más o menos 55 personas en esa situación. Están en la zona del centro, donde generalmente duermen. En Plaza Sáenz Peña, en las puertas de las iglesias, en la Plaza del Bombero, en Tránsito Municipal, en la Terminal o en el Parque, son zonas aledañas al centro. Pero en realidad hay más gente”, comentó a EL DIARIO Anabella Albornoz, de Suma de Voluntades.
Según Albornoz, “los vecinos están más alertas” en relación a gente que está en la calle y llaman por teléfono para avisar.

“Antes capaz que pasaban al lado y no se daban cuenta pero ahora con este frío se viralizó el tema y ven a alguien y enseguida se están comunicando”, aseguró.

Además de brindar comida a los sin techo, Suma de Voluntades prepara más raciones para otros que se encuentran atravesando una situación difícil

“Nosotros preparamos comida para 200 personas por noche. Hay personas que no tienen el sustento diario y van a comer a la plaza. Te da una profunda tristeza, se te acercan y te dan ganas de llorar con ellos porque son personas que hasta hace no mucho tenían el plato de comida asegurado en la casa y ahora tienen que ir a comer con toda su familia a la plaza”, remarcó.

“Nosotros salimos todas las noches menos martes y miércoles. Los martes sale la gente de la Iglesia de Lourdes y los miércoles el grupo del doctor Moia, que se formó hace muchísimos años”, contó luego.

Refugio

Hace unos días, la Municipalidad habilitó un SUM del barrio Anacleto Medina para recibir a hombres en situación de calle: “Es un plan de contingencia, nosotros lo valoramos porque antes que nada es una alternativa. Estuvimos mucho tiempo atrás de que abran un refugio”, dijo. Pero luego advirtió: “Hay gente que no se puede movilizar hasta Anacleto Medina con lo poco que tiene. Es lejos el lugar, tiene que ser más cerca, también para los voluntarios que cada noche a noche salimos a dar un plato de comida”.

Según la voluntaria de Suma de Voluntades, solidaridad y trabajo conjunto son imprescindibles: “La única manera de salir de esto es colectivamente, no hay otra forma”.

Cuando se le consultó sobre con qué se puede colaborar con esa organización, Albornoz contestó: “Lo que más estamos necesitando es café, sopa, ropa de abrigo. Lo que más necesitamos son frazadas. Porque además de la gente en situación de calle trabajamos con gente de los asentamientos y viven en casas de chapa, cartón y plástico. Nuestra primera actividad es meterle las manos de gurises en agua tibia porque llegan entumecidos de frío”.

Sólo para varones

Los refugios que funcionan actualmente para personas sin hogar en Paraná reciben solamente a varones. Teniendo en cuenta que según el relevamiento de Sumas de Voluntades hay 12 mujeres en situación de calle hay una gran carencia en ese sentido.

“Siempre los refugios fueron sólo para hombres. Ahora estamos coordinando con Caritas para abrir un refugio para mujeres. A la noche, las mujeres están expuestas a un montón de peligros”, subrayó Albornoz.

Luego, destacó el accionar del padre Javier Murador de Cáritas y los sacerdotes de la Iglesia Guadalupe: “Son curas que ponen en acción las palabras. Quiero destacar eso porque a veces la Iglesia es muy maltratada. Cuando uno habla de Iglesia piensa en la opulencia pero hay curas villeros que se bancan estar en el frío, en la calle, bajo la lluvia. En el caso del padre Esteban y del padre Javier son curas increíbles y hacen honor a la religión”, aseguró.

Centros de asistencia municipales

La Municipalidad de Paraná tiene habilitados dos centros de asistencia a personas en situación de calle. Los espacios de descanso ofrecen camas y alimentos a ciudadanos sin hogar. Se trata de la Residencia Madre Teresa de Calcuta, sita en Don Bosco 1.714; y el Salón de Usos Múltiples (SUM) del barrio Anacleto Medina, ubicado en calles Luis Palma y Los Minuanes, el cual fue habilitado el pasado miércoles.

Eduardo Solari, secretario General y de Derechos Humanos del Municipio, destacó que en ambos lugares “las personas cuentan con camas, sanitarios y alimentos para pasar la época de bajas temperaturas. Desde la Comuna se realiza continuamente un rastrillaje por las calles invitando a las personas a acercarse a los centros, pero hay algunos que no acceden a ir y no se los puede obligar”.

Asimismo, el funcionario destacó la participación y colaboración de la ONG Suma de Voluntades en el SUM y por el trabajo diario que realiza en toda la ciudad en relación con este tema o en ayuda a toda la comunidad.

En el Hogar Madre Teresa de Calcuta actualmente se encuentran disponibles cinco camas y funciona desde las 21 hasta las 8 de la mañana. En tanto que el SUM de Anacleto Medina dispone la apertura de sus puertas desde las 18 hasta las 8.

Historias de dolor

Nadie termina en la calle de un día para el otro y no solamente inciden factores económicos. Hay historias desgarradoras que hablan de grandes dolores.

“En las recorridas encontramos gente atravesada por un profundo dolor y a veces la forma de sobrellevarlo es a través de las adicciones. Había un chico que nos trataba muy mal y a veces llegó a ser agresivo. Un día nos contó que en un accidente habían muerto su mujer y su hija y que la única manera que tenía de sobrevivir (porque no se animaba a matarse) era drogándose porque de esa manera anulaba los recuerdos. Por eso hay que ser muy cuidadoso porque la gente que está en la calle ya está lastimada. Nos hacen creer que la grieta nuestra es política pero es ésta: los gurises que pueden comer y los que no, los que pueden dormir en una cama caliente y los que no. Esa es la grieta que tenemos que empezar a tener en cuenta”.

El trabajo de Cáritas

La organización católica Caritas trabaja desde hace mucho tiempo en la atención de los más necesitados. MIRADOR ENTRE RÍOS consultó al padre Javier Murador, vicepresidente de Caritas, sobre las campañas que están realizando en este período invernal.

“La atención que hacemos en nuestras parroquias, sigue en pie. Viene mucha más gente que antes y el tema del frío los hace venir pidiendo cada vez más ropa. Esa es una realidad permanente y ahora es más actual todavía. En ese sentido, si la gente puede donar ropa de cama, frazadas, ropa de abrigo, gorras, lo puede hacer a la parroquia más cercana. Eso siempre va a ser bienvenido porque nunca alcanza lo que tenemos. En un mes y medio, en mi parroquia pasamos de atender 35 familias, fichadas porque hacemos un seguimiento, a tener 65, casi el doble en un mes y medio”, contó el sacerdote.

“Las Caritas parroquiales están a pleno recibiendo gente, acompañando gente, y la demanda de ropa de abrigo es mucha. La gente que está en situación de calle va recorriendo distintos lugares, así como hay comedores hay lugares donde consiguen ropa. Tienen que dormir agarrando el bolso porque lo poquito que consiguen a veces les dura poco. Quizás entran a un baño y pierden todo. Eso es lo difícil, no tener ni un lugar donde dejar lo poquito que tienen. Por eso, el que pueda acercar alguna donación a cualquier Caritas parroquial o a ONGs que están trabajando en esto siempre es bienvenido”, solicitó.

Una ducha caliente

Desde hace 15 años, la delegación local de Emaús brinda un servicio esencial para la gente que está en situación de calle: dos veces por semana pueden acceder a una ducha caliente.
“Hace 15 años que Emaús tiene un servicio de duchas públicas para gente en situación de calle”, explicó a MIRADOR ENTRE RÍOS Élida Medina, de Emaús.

“No tenemos estructura ni posibilidad de alojar gente, pero seguimos haciendo lo que hicimos siempre: abrir las puertas a la mañana, brindarles un desayuno, proveerles de elementos de higiene personal y toda la atención para que puedan ducharse y tener ropa limpia, un abrigo para la noche”, agregó.

Los baños para personas en situación de calle están ubicados en Almafuerte 1.430 y están abiertos los lunes y jueves de 8 a 12.
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