Ignacio Hintermeister
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“No es el único corredor sobre el que estamos trabajando en Brasil. Pero es el primero”. Claudio Teitelbaum, presidente del comité de rutas de integración del Mercosur, relató que las rutas desde Porto Alegre a Santa Fe están todas asfaltadas pero no tienen señal de celular. Y tampoco consiguió empresas habilitadas para transportar la comitiva desde el sureño estado brasileño hasta nuestra ciudad.

Fue en el marco del VI Encuentro Internacional de la Red CBC (Corredor Bioceánico Central) que reunió a 50 entidades empresarias del sur de Brasil, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Cuyo y regiones centrales de Chile, desarrollado en la Bolsa de Comercio de Santa Fe, durante el cual el sector privado le planteó su agenda a la cumbre de presidentes del Mercosur.

El economista Raúl Hermida, de la Bolsa de Comercio de Córdoba, planteó allí que los empresarios chilenos, con más institucionalidad y apertura de mercados, tienen un coeficiente de exportación casi 50 % más alto que el de la Argentina en relación a su PBI.

La Región Centro argentina y sus vecinas del sur de Brasil y el centro de Chile con sus salidas portuarias al Pacífico y al Atlántico- reúnen un enorme potencial de agroindustria, celulosa, servicios, tecnología de la información, tecnología para la salud, metalmecánica o calzados. Hermida sumó a eso el liderazgo mundial chileno en cobre o sus ventas de frutas y bebidas que, con el mismo potencial que los del nuevo Cuyo, sextuplican su valor.

Para 2030 Hermida pronosticó que la zona desplazará a Estados Unidos como líder del mercado mundial de soja y representará un tercio del mercado mundial de carnes. Y advirtió a manera de destino potencial que en China afrontan una década de plagas y enfermedades en su producción de granos y porcina.

“El Mercosur necesita estrategias regionales específicas”, planteó el especialista, en especial ante las asimetrías que puertas adentro del bloque se plantean incluso antes de encarar la apertura con la Unión Europea.

Hermida señaló que sólo con la reducción del arancel externo común, la Argentina puede sumar un punto de PBI por año y hacer crecer 80 % sus exportaciones al viejo continente y 25 % a mercados asiáticos.

Tras el detalle de Gilmar Caregnato, de la Federación de Industriales de Rio Grande do Sul, sobre la potencia agroindustrial y portuaria del sur de su país, fue el turno del titular de la Confederación de Cámaras Empresarias de Uruguay, Gerardo García Pintos.

El dirigente oriental explicó cómo las 26 cámaras empresarias de su país elaboraron su agenda para elevarla a los candidatos presidenciales de su país en plena campaña. Y dijo que ante el Mercosur “el sector privado también debe plantear su agenda”.

Se mostró partidario de la apertura, pero se sinceró al señalar que las asimetrías entre los socios sudamericanos “son un lío”. “Perece que somos enemigos, pero tenemos un destino común”, advirtió.

El lugar de Santa Fe
El presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, Ulises Mendoza, afirmó que “la sustancial importancia de este corredor se ve renovada a partir del primer acuerdo marco alcanzado, recientemente, entre el Mercosur y la Unión Europea, luego de 20 años de negociaciones”.

“Resulta fundamental -dijo- para lograr competitividad productiva ante otros bloques comerciales, que se profundicen las inversiones que demanda el corredor bioceánico central, a fin de consolidarlo como una vía expedita de circulación de bienes entre nuestros países y hacia los océanos Pacífico y Atlántico”.

“En este orden de ideas, esta Bolsa de Comercio aboga por la concreción del nuevo nexo vial entre Paraná y Santa Fe; por la cristalización del proyecto de reconversión del Puerto de Santa Fe y construcción de la nueva terminal sobre el río Paraná; y por una futura renegociación del contrato de dragado y mantenimiento de la hidrovía Paraguay-Paraná, a fin de posibilitar su navegabilidad en todo su curso y la operatividad de los puertos ubicados en el litoral fluvial”.

“Un hito”
La concreción del túnel de Agua Negra -el paso en obra de San Juan a Chile- es comparable con el canal de Suez o el de Panamá, según afirmó el enviado de la Organización de Estados Americanos al encuentro, Juan Carlos Montoya. “El próximo paso es mover las decisiones políticas”, dijo el funcionario acerca de la agenda empresaria en los gobiernos de los Estados miembro del Mercosur de cara a una apertura integrada. Puso a la OEA al servicio el entendimiento de los gobiernos con el sector privado, pero advirtió que su “mayor preocupación es la vinculación entre sectores”.