Estrategia electoral

“Frente a frente solos”, la escena que armaron Cristina y Macri

A una semana de las PASO en la Argentina, MIRADOR ENTRE RÍOS indagó acerca del desarrollo de la campaña, el efecto que tienen las incorporaciones de Alberto Fernández y Miguel Pichetto, la incidencia de los actores distritales así como de las identidades partidarias en la definición del voto, y el impacto del resultado de las elecciones del 11 de agosto. El análisis del Mg. Lucio Guberman, docente de Comunicación Política en la Universidad Nacional de Entre Ríos.
06-08-2019 | 18:42 |

El docente Lucio Guberman es parte de los que sostienen que la elección estará polarizada.
Mirador Entre Ríos
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El entrevistado tiene una extensa formación en la Ciencia Política y una cercanía con la provincia, incorporado al plantel docente de la UNER. La propuesta periodística fue empezar por caracterizar el panorama en el que nos aproximamos a las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, que tendrán lugar el próximo domingo, el 11 de agosto, en todo el país.

“Está polarizada la elección, todas las encuestas prevén que la sumatoria del oficialismo y la oposición peronista lleguen al 80% o más. Hay polarización, el análisis muy a trazo grueso que se puede hacer es que al correrse hacia el centro las dos fórmulas, Mauricio Macri con Miguel Pichetto y Cristina Fernández con Alberto Fernández, corrieron al centro lo que si no parecía una polarización más de extremos, más a la derecha y más antiperonista y Cristina más progresista y más antiliberal. Con las decisiones de ellos dos, de ir un poquito más al centro, lo que hicieron fue aspirar la posibilidad de los terceros de plantarse en el medio. Hoy estamos viendo que difícilmente haya un tercero que llegue a los dos dígitos. Mientras en el 2015 Masa superó los 20 puntos, en ésta estamos hablando de (Roberto) Lavagna con dificultad para llegar a 10 puntos. Eso es producto de alguna manera de una polarización fuerte, pero también de la decisión de los dos competidores de ir con los votos del centro, con la conformación de fórmulas que de alguna manera corrigieron la posición muy hacia la derecha y muy hacia la izquierda, diciéndolo de manera rápida.

–¿Cómo observa que efectivamente, ya en campaña, Fernández y Pichetto estén aportando a las intenciones de Macri y de Cristina al incorporarlos?

–Hay por un lado un imperativo de opinión pública en ese corrimiento al centro, y por otro, en la incorporación de Pichetto y en la puesta del paso a segundo lugar de Cristina y la elección de Fernández, lo que hay es una búsqueda de incorporar a los gobernadores del PJ. Macri sin Pichetto hubiera tenido más dificultad y por supuesto que Cristina, también. Entonces, lo que lograron con esta composición es un acercamiento más fluido a los gobernadores.

–Y sumaron posibilidades de triunfo electoral.

–Mejoraron sus condiciones para ganar y de alguna manera a Lavagna, Espert y a los que quisieron construir más al centro, los dejaron muy chiquitos políticamente, no le dejaron nada prácticamente para que armen y tengan estructura, financiamiento, apoyo político y demás. Los dejaron muy empobrecidos con esas decisiones.

–¿Cómo analiza la campaña electoral?

–Hay dos campañas fuertes o pretendidamente fuertes, la del gobierno y la del peronismo. La del gobierno está muy clara estratégicamente, hay una idea de dejar en segundo plano la discusión económica y trabajar más las cuestiones de estilo político, concretamente la estigmatización del peronismo y del kirchnerismo sobre todo, como autoritario, corrupto, pasado. Es muy clara la estrategia y la ejecutan con mucha disciplina. Del lado del peronismo, lo que uno ve, es menos disciplina estratégica, una campaña en la que muchas veces corren atrás de los temas que le deja picando el oficialismo y eso hace pensar que no es una campaña tan sólida como la del gobierno. Con esto no quiero decir que la campaña en una elección tan polarizada y con adversarios tan contrastantes y conocidos pueda definir, pero si la campaña definiera algo, lo está aprovechando mejor el oficialismo que el peronismo.

–En las PASO, el elector tiene la posibilidad de elegir entre un arco de propuestas más grande y hacerlo con mayor libertad ¿Un escenario tan polarizado hace pensar que ya jugaría fuerte en esta primera elección?

–Todo parece indicar que sí. También digo, no solamente porque el gobierno y el peronismo se buscaron mutuamente para polarizar y quedarse con todo, sino también por las dificultades de los otros espacios, política, financiera e inclusive, discursiva. Cuál es el significado político de Lavagna hoy, si casi toda la significación política es estar a favor o en contra de Macri o a favor o en contra de Cristina. Queda muy poco espacio por afuera de esas cuatro posiciones: a favor o en contra de Macri; a favor o en contra de Cristina, tenés cuatro posiciones que tienen prácticamente ganado todo el espectro político. En un momento, el discurso de salgamos de la grieta parecía tener sentido, pero después cuando se dan estas jugadas políticas de Macri incorporando peronismo, Cristina corriéndose a dos (vice) y poniendo un dialoguista en cabeza de la fórmula, y como última jugada de todo esto, Massa cerrando con el peronismo, los terceros espacios no tienen más sentido. Todo parece quedar relevado por esas cuatro posibilidades. O lo querés a Macri y la odias a Cristina; o la amas a Cristina y odias a Macri.

–Bajo esa mirada, las decisiones de Macri y Cristina fueron efectivas.

–Creo que sí. En los dos casos lo que buscaron fue blindar el escape que pudieran tener. Cuando Macri vio que quedaba algún peronismo descontento porque si bien Cristina trató de blindar al peronismo con Alberto Fernández alguno se podía escapar, con Pichetto buscó cerrar el peronismo y de alguna manera cerrar la adherencia que estaba creciendo con Espert y un par de candidatos más –impresentables– como Biondini y Centurión. De todas maneras algunos se le escaparon (a Macri). Llegaron muy pelados, con candidaturas distritales, Espert no tiene ni candidatos en Buenos Aires. De alguna manera, con esas jugadas terminaron de cerrar un escenario en el que prácticamente se paran frente a frente solos, y el resto queda muy reducido. La izquierda tiene un voto testimonial que tiene un piso de 2, 3 puntos a un techo de 5, 6, salvo los testimoniales. En este caso se entiende que si son izquierda están en las antípodas de Macri. Se polarizó tanto que entiendo que se empieza a definir desde las PASO el voto con cierto criterio estratégico, utilitario. Si soy de izquierda, lo último que me gustaría es que ganara Macri, empiezo ya a inclinar la balanza hacia el peronismo.

Locales

–¿Qué incidencia tienen los actores distritales: gobernadores, precandidatos?

–El interés de la gente pasa por la fórmula presidencial, pero el rol de los gobernadores es importante. Hay gobernadores como el caso de (Gustavo) Bordet en Entre Ríos que sacó 58 puntos en una elección tremenda. Uno supone que si bien la traducción de lo provincial a lo nacional no deja de tener ciertas complejidades, que Bordet se cargue la campaña, que salga en las fotos con Alberto Fernández, que lo apoye como viene haciendo, evidentemente lo lleva para arriba a un candidato que está más cerca de 40 que del 58. Hay mucha diferencia de intención de voto como para pensar que es inocuo lo que haga o deje de hacer Bordet o un gobernador que esté en una situación parecida, como puede ser Manzur en Tucumán, Uñac en San Juan. Hay varios gobernadores que tienen enorme tracción para ejercer. Además, la movilización de los peronismos provinciales que están muy verticalizados por los gobernadores tienen incidencia. No es lo mismo que esa estructura juegue en las campañas, que repartan boletas, que tengan presencia en la vía pública y demás que si se quedan todos en las casas. En Santa Fe, el caso es particular porque hay gobernador electo pero no asumió y el viernes (Perotti) participó en la actividad de Alberto Fernández en la provincia. Se nota que evidentemente hay cierta conversación entre los gobernadores del peronismo que le ha dado cierta sintonía a la campaña.

–Y las identidades partidarias, ¿juegan en la definición del voto?

–Entiendo que la antinomia general de la política argentina sigue siendo peronismo - antiperonismo. La campaña del gobierno está basada en un antiperonismo muy duro y rescatarlo a Pichetto como para aumentar los niveles de confusión. Ahora no hay una contradicción en estas dos cosas. Hay un aprovechamiento del contexto en el que las identidades partidarias, sobre todo la peronista, sigue siendo ordenadora de las identidades políticas, pero a la vez hay mucha gente que no se siente representada por el peronismo ni por el antiperonismo. Entonces, se empieza a votar por otras cosas, no solo por la identidad partidaria. Pero tampoco uno puede hacerse la idea tan rápida de que no importa, porque tal vez más de la mitad del electorado vote a favor del peronismo porque es peronista o porque tiene simpatía con el peronismo, y otros tantos voten en contra de los candidatos del peronismo por el hecho que es antiperonista. Entonces, es imposible obviar como una variable de las expectativas de lo que ocurre en la campaña y en la elección, la variable partidaria. Está muy presente.

Las PASO, ¿definen?

Hay dos variables para mirar las PASO con ganas de anticiparse. De 21 encuestas que presentó Clarín hace unos días, dos dan empate técnico y otras 19, dan ventaja de hasta 8 puntos a Alberto Fernández. Una variable: cuál es la ventaja que podría sacar Alberto Fernández en la Primaria. Pero, la variable más interesante no es tanto qué ventaja, sino qué porcentaje de votos obtiene, porque si se acerca al 45% en las PASO, existe una seria posibilidad de que termine la historia en la primera vuelta en octubre con el 45% porque se invalida la cláusula de la diferencia. Si esa fórmula llega al 45%, no importa la diferencia, con que gane por un punto, se convierte en presidente. Entonces, más interesante en las PASO que la diferencia entre las dos fuerzas es el porcentaje que alcance.

También tengo la sensación de que si no se cumple el pronóstico de que Alberto Fernández gane las PASO, la cancha se inclina a favor del gobierno. Da toda la sensación que los votos que no vayan a una y otra propuesta, en la general o en el ballotage más aun, el gobierno tiene más resto en los votos de Lavagna, de Espert, salvo con el caso de Del Caño. En el voto de Lavagna, puede haber quienes tengan como segunda opción a Alberto”, analizó.

Al margen

Lucio Guberman es Magister en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional de Buenos Aires; Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario. Director de Posgrado en Comunicación Política de la Universidad Nacional de Rosario. Coordinador del Programa de Gobernabilidad y Gerencia Política Convenio Corporación Andina de Fomento (CAF) - George Washington University (GWU) - (Sede UNR), 2008/2013. Profesor de Comunicación Política en la Universidad Nacional de Rosario, la Universidad Nacional de Entre Ríos, GWU, UCA Buenos Aires. Consultor en campañas electorales y comunicación de gobierno.
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