Mirador Entre Ríos
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–¿Qué injerencia tienen los actores de distrito (precandidatos, gobernadores, etc.) en la decisión de los electores?

–Creo que los referentes locales de uno y otro lado obviamente influyen porque son las caras visibles de las respectivas fórmulas en el territorio, con todo lo que eso implica de movilización y apoyo. Eso es una ventaja enorme que tienen los dos principales polos comparado con Lavagna que prácticamente no tiene referentes, salvo en muy contados lugares. De manera que sí es importante. Sobre todo en situaciones donde además, las campañas están relativamente austeras por la situación económica. Por eso los referentes cobran un rol más relevante aún.

–¿Ha variado en los últimos años la incidencia de las identidades partidarias en el voto?

–La incidencia de las autoridades partidarias me parece que es relativa a tal punto que a medida que va bajando la edad se va renovando el padrón electoral, se incorpora gente con menos probabilidades de estar identificada con alguna identidad o referencia partidaria. Diría que después suceden cuestiones atípicas. Creo que Cambiemos como marca en 2017 fue excelente, no solamente por lo que pasó en Entre Ríos o Santa Fe donde la marca era superior a la incidencia de los candidatos. Pero en términos generales diría que es un proceso de desapego progresivo a medida que va pasando el tiempo, probablemente sin retorno.

–¿En qué medida las PASO anticipan el resultado final de noviembre en el ballotage?

–Respecto a ese tema, no veo incidencia de las PASO en un eventual ballotage. Porque la gran cuestión es cuánta gente va a ir a votar en las PASO. Cuanto más gente vaya a votar más probabilidad tiene el gobierno de achicar la diferencia con el Frente de Todos. No digo ganarle, pero sí achicar la diferencia. Creo que si uno toma la situación de 2015, entre los 9 puntos que le sacó Scioli a Cambiemos en las PASO eso se modificó mucho en la general por la integración de 2 millones de personas que no fueron a votar en las primarias y eso después modificó mucho el panorama de cara al ballotage. De manera que creo que la incidencia de las PASO puede llegar a tener connotación económica por cómo lo pueden leer los mercados financieros pero no necesariamente anticipa el resultado del ballotage.

–Cristina Fernández eligió a Alberto Fernández para integrar la fórmula, y Mauricio Macri a Miguel Pichetto. ¿Cuál es la estrategia? ¿Les está dando resultados?

–Las dos fueron decisiones más políticas que electorales en el sentido que ninguno de los dos iba a sumarles votos. Sin embargo eran señales políticas importantes que obviamente tuvieron repercusión. En el caso de Alberto significó que muchos pensaran que era una apertura de Cristina, que de esa manera se estaba expresando cierta unidad. Eso produjo que se sumara Massa y que los gobernadores dieran su apoyo. Desde ese punto de vista es una diferencia importante. En el caso de Pichetto, lo que significaba su figura, el puente para una gobernabilidad futura, una buena relación con los gobernadores y muchos peronistas que pudiesen jugar a dos puntas en esta instancia. Esas son señales de poder que terminan teniendo alguna influencia sobre parte del electorado. Si los resultados se están viendo, sí se vieron en términos políticos y eso puede tener alguna derivación de votos. Vamos a ver los resultados en agosto y en la general. Pero per sé ya generaron sus impactos políticos. Electorales, veremos.