Ceferino Azambuyo
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Para el profesor Maximiliano Olivera es su vida, desde la cuna escuchó, vio y sintió vibrar en su interior la semilla que germinaría y le abriría el camino para definir su vocación que lo ha llevado a recorrer, siempre junto a sus alumnos, distintos lugares del mundo mostrando las danzas de nuestro país y los fundamentos que a través de la investigación y el aporte de la tradición oral y la experiencia visual hacen que la construcción del folklore sea dinámica, innovando sin perder la esencia.

El ADN de la danza

El padre de Maximiliano, Raúl Olivera, decidió luego de hacer el servicio militar obligatorio, en tiempos donde era difícil aceptar por las familias una carrera con poca salida laboral, estudiar profesorado de folklore. Le planteó a sus progenitores la decisión -que fue aceptada- y así emprendió el camino que lo llevaría a concretar sus sueños de recorrer buena parte del mundo, ser jurado del Festival Nacional de Folclore de Cosquín, escribir libretos para programas que se emitían en Radio Mitre de Buenos Aires y ser el coreógrafo de la Fiesta de la Vendimia en sus inicios.

Ese legado ha sido fielmente recogido por Maximiliano, quien junto a su esposa Vanina Beade, tienen a su cargo la responsabilidad de canalizar el empuje de una Escuela de Folklore que nació, creció y se desarrolló con base en Villaguay pero siempre con la idea fija de hacer conocer nuestras danzas más allá de la comarca.

La Escuela de Folklore El Sauce, donde se puede estudiar Ciclo Básico y Superior del Profesorado de Danzas Folklóricas Argentinas, incluye a todos los grupos etarios y hace unos años se trabaja integrando personas con capacidades especiales, una iniciativa que sin dudas ha tenido una repercusión muy importante en articulación con establecimientos educativos de la ciudad.

La convocatoria este año

Además del “Festidanza” que este año cumplió 25 años, con la participación de ballets de todo el país y el exterior, el Festival de Folklore para Adultos es una invitación que no tiene límites dentro de la geografía nacional. En esta quinta edición ha reunido más de 300 bailarines que en tres noches han entregado un extraordinario despliegue de coreografías, energías, ritmos, colores y provocado una invitación para seguir aportando al enriquecimiento de la cultura en el maravilloso intercambio que se produce debajo del escenario.

Es un encuentro verdadero porque desde el momento en que pusieron pie en Villaguay provocaron una revolución con el recorrido que hicieron por las calles, muchos luciendo sus atuendos y tomando contacto con la población que cada año los recibe con los brazos abiertos.

Los multitudinarios almuerzos que se realizan, con una breve sobremesa, se prolongan hasta las 17 porque es tanta la pasión por las danzas que no paran de bailar. Es increíble porque hay personas que aquilatan casi 80 años de edad y sin dudas esta elección les ha cambiado la vida.

Después de terminada cada noche del Encuentro se da paso a las peñas. Este año el programa incluyó la música de Toto Chas, Ana Schtremel y Che Gurí. Durante las actuaciones nadie deja de bailar y la madrugada los sorprende en un escenario que con estética minimalista asocia luz y sonido digital de última generación con el aporte de Javier Nuñez y un equipo que ensambla la coordinación general a cargo de Maximiliano Olivera con una asegurada continuidad que permite una dinámica especial por la gran cantidad de participantes y la conducción del escenario a cargo del animador Juan Quiroga.

Emotivos escenarios

La presentación oficial se realizó en la plaza “25 de Mayo”. Junto a los estandartes y banderas de ceremonia de las delegaciones, los asistentes disfrutaron de la participación de la Banda Militar “Trompa de Órdenes Cosme Chiru”. Hubo un recibimiento inolvidable de parte de la gente de Villaguay. La intendente María Claudia Mojo les dio la bienvenida.

Por su parte, el profesor Fernando Gabriel Gorosito llegó desde Paraná para ofrecer un seminario intensivo de Chamarrita (danza de pareja suelta e independiente) y de Tanguito Montielero (similar al rasguido Doble, denominado también rasguidito de los montes). En esos encuentros de formación se dieron a conocer los fundamentos de cada estilo y hubo demostraciones de baile que en ambos casos no definen una coreografía sino que se pueden realizar pasos de diferentes maneras.

Un rasgo típico de estos colectivos es que la visita de las delegaciones es recíproca. Así, durante el año, se programan los encuentros y festivales a lo largo y ancho del país para poder concurrir y devolver gentilezas. Se tarta de un esfuerzo que sólo se puede afrontar con el apoyo de la comunidad.

Con plazas de hoteles saturadas muchas veces, como este año, se solicitan con anticipación otros alojamientos para brindar comodidades a los participantes lo que genera una oportunidad para el comercio y todo el sector económico que se ve favorecido, aunque varios no lo entiendan. Corresponde en esos casos tratar de concientizar para apoyar estas iniciativas que conducen a continuar haciendo posible que Villaguay siga desarrollando la idea de “Ciudad de Encuentros”.

Voces que definen

Maximiliano Olivera, director de la Escuela “El Sauce”: “Se arma un descontrol sano porque no quieren dejar de bailar luego del almuerzo y en la peña, es un disfrute total, con mucha camaradería. La presentación en la plaza nos sorprendió a todos porque si bien se hace todos los años esta edición fue extraordinaria”.

Antonio Álvarez, director del Taller de Danzas Folklóricas “Taficeñas”: “Estamos devolviendo la visita que nos hicieran y totalmente satisfechos por la organización y la atención que nos han brindado. Si bien hacemos zambas la influencia de Santiago del Estero nos lleva a bailar chacareras. Lo más importantes es el intercambio y la confraternidad porque la tradición nos une en familia”.

Viviana Correa, dDirectora del Ballet “Libertad” y “Los Abuelos del Güemes”: “Esta es una experiencia muy buena. Nos sentimos orgullosos y muy contentos de estar acá, empecé a bailar a los 5 años en Merlo, me formé posteriormente con el Ballet Salta que son los padrinos de “Libertad”. La estadía será inolvidable”.

Claudio Garnier, director del Ballet “El Caburé”: “Venimos hace varios años a compartir esta invitación del profesor Maximiliano Olivera que más que un colega es un hermano; estoy orgulloso de él y de haber sido alumno de su padre, desde los 7 años. Por eso y además por la hospitalidad que nos brinda todo Villaguay es que seguimos participando”.

Ana María Veronena, directora del Grupo Adultos “Palpitar de Tradición”: “Sólo tenemos palabras de agradecimiento; es un lujo lo que se hace, es digno de destacar. Por eso creo que todo Villaguay debe reconocer la actividad de abrir las puertas de su escuela y de la ciudad para recibirnos, porque sabemos que los mismos que bailan son los que ayudan a hacer el locro, eso habla de la humildad y el empuje de todos”.

Una numerosa confluencia

Este año llegaron a Villaguay a nivel nacional el Taller de Danzas Folklóricas “Taficeñas” Club de Abuelos, de Tafí Viejo, Tucumán; Grupo Adultos “Los Abuelos de Güemes”, de Merlo, Buenos Aires; Ballet de tango “Mala Junta”, de Las Rosas, Santa Fe; Taller de Folklore para Adultos “Fuerte Morteros”, de Morteros, Córdoba; Grupo Adultos “Quetre Huitro Fol.”, de Santa Rosa, La Pampa; Grupo Adultos “Alma Criolla”, de Arroyo Seco, Santa Fe; Grupo Adultos “Palpitar de Tradición”, de San Basilio, Córdoba; Grupo Adultos “Corazón de mi Pueblo”, de Santa Lucía, Buenos Aires; Grupo Adultos “Soñadores del Paraná”, de Arroyo Seco, Santa Fe; Grupo Adultos “Pagari”; de Conesa, Santa Fe; Grupo Adultos “Libertad”, de Moreno, Buenos Aires; Grupo Adultos “Costumbres Argentinas”, Arroyo Seco, Santa Fe; Grupo de Adultos “El Prado”, de Santa Fe y la Escuela de danzas Folklóricas “Sol de Mi Patria” de Gral. Rodríguez, Buenos Aires.

De la provincia de Entre Ríos participaron el Grupo de Danzas “Cuatro Horizontes”, de Paraná; “Bailarines Agrupados”, de Paraná”; Grupo de danzas Folklóricas “Renacer”, de Rosario del Tala; Ballet “Sangre Milonguera”, de Villaguay; Ballet Municipal” Renacer”, de Villa Elisa; Grupo de Danzas de Adultos Municipal de Villa Clara; Grupo “Fraliche Tánger” de la Colectividad Alemana, Villaguay; Grupo de danzas “El Cabure”, de Villa Elisa; y, de Villaguay, el Centro de Jubilados Nacionales “Renacer”, el Centro de Jubilados Provinciales “Los Aromos” y el Taller de Tango de la Escuela de Folklore “El Sauce”.

Con escaso apoyo oficial, pero con mucha voluntad de trabajo durante el año, la mayoría de los ballets y parejas participantes realizan actividades para recaudar fondos con el único fin de recorrer el país para mostrar lo que hacen. Sin dudas, es un esfuerzo titánico en tiempos de vacas flacas, demostrando que la acción colectiva puede lograr superar muchos obstáculos que a veces parecen insalvables. Sin embargo las comunidades donde viven siempre comprenden que la cultura debe tener un espacio relevante.