Lalo Falcioni
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Desde el domingo por la tarde, no cesaron los testimonios de hinchas de Central que no pudieron entrar al Gigante de Arroyito para observar el clásico rosarino, a pesar de tener sus entradas o sus abonos a plateas y a palcos en las manos. Lo más grave es que muchos de ellos fueron agredidos con palazos y balazos de goma, en medio del accionar policial cuando se cerraron las puertas del estadio porque la capacidad del mismo ya estaba colmada.

Desde la comisión directiva centralista pidieron “disculpas” por lo sucedido y prometieron que iniciarán una investigación para determinar “responsabilidades”.

Un calvario
Eric, un hincha de Central que hace 20 años que es socio de la institución y tiene su abono pagado hasta septiembre del año que viene, mostró ante las cámaras de televisión los 17 impactos de postas de goma policiales que tenía en su cuerpo. "Terminamos abajo de las vallas, ahí fue que nos reprimieron con todo, nos tiraban al cuerpo”, denunció.

El fanático canalla afirmó que en las inmediaciones del estadio “había gente que vendía entradas de protocolo a 1.600 pesos”. Y agregó: “Tengo todo pago de acá a un año para poder ir tranquilo a la cancha y me pasa esto”.

Román, otro hincha de Central que fue a la cancha junto a su familia el domingo para vivir el clásico tan esperado”, se quedó con su platea en la mano, sin poder entrar al estadio. “La policía nos dijo que no podíamos entrar más, empezaron a tirarnos gases, palazos, balas de goma”, apuntó.

Su testimonio coincidió con el anterior: “Cuando estábamos buscando una puerta para entrar, vimos gente en la puerta 5 que estaba revendiendo entradas de protocolo”, dijo.

Una hora antes del inicio del partido, el Ministerio de Seguridad de la Provincia dio la orden de cerrar los ingresos al Gigante porque la capacidad ya estaba colmada y a punto de desbordarse. El coordinador de Seguridad de Competencias Deportivas y Espectáculos Masivos de Santa Fe, Diego Maio, sostuvo que “la Policía no hizo represión sino que activó el protocolo de retención de la gente para que no colapsen las tribunas”.

Luego agregó que “había que hacer contención de la gente porque si ingresaban todos esos hinchas que estaban afuera, hubiéramos lamentado algo peor”. Y llamó a pensar “qué hubiera pasado si en lugar de las 41 mil personas que entraron a la cancha, entraban las 3 mil que estaban afuera”.

“No volverá a pasar”
Los dirigentes de Central, apremiados por las denuncias de los hinchas, salieron ayer a dar explicaciones sobre lo sucedido el domingo en la previa del clásico. “Asumimos la responsabilidades que nos competen como club, tenemos que pedir disculpas y hacer todos los esfuerzos para que esto no se repita”, aseguró el vicepresidente Ricardo Carloni. E insistió que “en el próximo clásico no va a volver a pasar”.

Por otra parte, el directivo canalla anunció que pidió “todos los informes” sobre lo sucedido al Ministerio de Seguridad de la Provincia, para tratar de determinar “las responsabilidades” de lo ocurrido el domingo en los accesos al estadio. Y confió: “Como dirigente estoy muy triste”.

A su vez, el club de barrio Arroyito emitió un comunicado oficial, donde se describe que muchos socios “se encontraron con una represión que en algunos casos dificultó y en otros impidió el acceso al estadio”. Allí piden a los damnificados que durante esta semana “se comuniquen con el club con el fin de responder a cada situación en particular y aportar a la investigación de los hechos que esta realizando la institución”.

Por último, Central solicita “a las autoridades responsables que den las explicaciones del caso y se comprometan en adelante a realizar todos los esfuerzos en garantizar, ante todo, la integridad de los asistentes a un evento de esta magnitud”.

Lamentos y vuelta de página

En Newell's, los protagonistas se siguen lamentando por la chance que desperdiciaron en el clásico del domingo ante Central, al no poder sostener la ventaja que habían logrado en el segundo tiempo con el cabezazo goleador de Cristian Lema. “Hicimos todo para ganarlo, pero nos queda el sabor amargo de no haber podido mantener el gol de diferencia que habíamos sacado”, declaró el capitán Maxi Rodríguez.

El técnico Frank Kudelka se quedó con la misma sensación, aunque también valoró la “actitud” y el “juego” de su equipo. Y consideró que el empate no fue malo por tratarse de un partido “especial” y “en condición de visitante”.

Ahora La Lepra debe concentrarse en el partido del próximo domingo a las 11 de la mañana ante Aldosivi de Mar del Plata, en el Coloso Marcelo Bielsa. El defensor Angelo Gabrielli y el volante Denis Rodríguez son los jugadores a seguir, ya que terminaron el clásico con molestias físicas.