Belén Fedullo
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El 30 de septiembre, el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) dio a conocer la cifra oficial del primer semestre de 2019 en Argentina. El número de personas por debajo de la línea de pobreza creció al 35,4%. La cifra representa unos 15,9 millones de personas en todo el país -cerca de 3,8 millones más que el año anterior- cuyos ingresos no alcanzan para cubrir los servicios básicos. En tanto, la indigencia -las personas que no tienen ingresos suficientes para hacer frente a las necesidades alimenticias- trepó al 7,7%.

El total surge de una muestra que fue tomada en 31 ciudades sobre hogares y personas. En Entre Ríos fueron tomadas en cuenta las dos ciudades de referencia de las costas. La capital, Paraná, y Concordia, la segunda ciudad en importancia demográfica de la provincia.

En el Gran Paraná, la pobreza alcanzó a un 24,1% de hogares -lo que significa un total de 25.097- y a 33,9% de personas -o sea 94.303 individuo-. En tanto que la indigencia alcanzó a 4,1% de hogares -4.289- y 5,8% de personas -16.120-. Los niveles allí estuvieron “dentro de lo esperable por la situación de crisis que atraviesa el país”, según dijeron luego de ver los números.

En Concordia la situación fue distinta. Tras la difusión de los porcentajes que se dieron a conocer a nivel nacional hubo debates y discusiones sobre las medidas que podrían tomarse. Es que allí en donde viven unos 200.000 habitantes, cargan nuevamente con la marca de ser “la ciudad más pobre del país”. No es la primera vez que sucede, ya en otras ocasiones esa definición era conocida a los concordienses, pero en contexto de crisis todo parece empeorar.

Los datos son concretos, pero duros, poco más de la mitad de los concordienses son pobres. Según el informe, en Concordia la pobreza alcanzó en los primeros seis meses del 2019 a un 41,4% de hogares -lo que significa un total de 20.874- y a 52,9% de personas -o sea 84.393 individuos-, en tanto que la indigencia alcanzó a 11,3% de hogares -5.716- y 15,4% de personas -24.624-.

El día después de la difusión de porcentajes no fue un día más. Representantes de distintos partidos políticos dieron a conocer su opinión y hasta hablaron de responsabilidades por ser nuevamente la ciudad que encabeza las estadísticas.

Preguntas y respuestas

¿Por qué hay tantos pobres en una ciudad importante? Esa es la pregunta que se repite una y otra vez luego de la difusión de datos y la respuesta varía según el sector que responda, aunque aún desde ninguno hicieron propuestas superadoras.

El intendente de la ciudad, Enrique Cresto, que fue reelecto en las elecciones del 9 de junio -y gobernará Concordia por 4 años más- no esquivó el tema y explicó cuál es el motivo, según su parecer, por el que la mitad de los concordienses no accede a los servicios básicos.

“Estos datos no nos toman desprevenidos, ya veníamos viendo los informes anteriores y planteando, junto a otros intendentes, un cambio en las políticas económicas. No nos sorprenden las cifras del INDEC, pero nos duelen; porque sabemos que detrás de las estadísticas hay familias y niños que sufren y lo vemos todos los días. Aún así, estamos convencidos que poco a poco vamos a ir saliendo adelante cuando cambie la orientación del modelo económico y se privilegie el desarrollo humano por encima del interés financiero de unos pocos”, aseguró.

En la ciudad, en la que muchos habitantes tienen actividades en el sector privado, también prima para los sectores postergados el trabajo por temporadas. Así, muchos de los que están incluidos en el porcentaje de personas pobres cumplen tareas en la cosecha de fruta o en el sector forestal por un tiempo limitado y con sueldos que, en ocasiones, a veces apenas superan lo necesario para llegar a la canasta básica.

“Hoy en Concordia hay muchísima gente que aun trabajando o incluso teniendo dos empleos es pobre”, admitió el intendente, que no dudó en apuntar al gobierno nacional también por lo que sucede en la ciudad que gobierna: “Es imposible no caer por debajo de la línea de la pobreza con un Gobierno Nacional que no detiene la inflación, que no frena el aumento de precios y que aplica tarifazos todos los meses”, aseguró.

Representantes de Cambiemos tienen otra mirada sobre lo que pasa en la ciudad de la costa del río Uruguay. Según la visión del diputado Joaquín La Madrid “los 36 años de peronismo en el gobierno de la ciudad son responsables de lo que pasa”. “No sé por qué se horrorizan los políticos justicialistas que vienen gobernando el municipio y la provincia desde hace años si es su inacción la que ha provocado la grave situación que hoy describen los números. Si es cierto que tienen, o han tenido, un plan para erradicar la pobreza, son ellos los que deberían explicarle a la sociedad por qué hoy tenemos estos resultados”, instó.

Al contrario de lo que expresó el intendente, para el legislador “la gestión nacional ha venido proponiendo salidas institucionales inteligentes frente a este mal endémico y atacándolo con acciones concretas, como no hay precedentes” porque “éste es el único modo para construir un país sin excluidos, con progreso, igualdad de oportunidades y equidad, tal como lo expresa nuestra Constitución”.

La pobreza, en primera persona

Hay un sector que no busca culpables o que, al menos, no se preocupó solamente por señalar y entrar en polémicas político-partidarias: son quienes trabajan para ayudar a los pobres y quienes lo viven en carne propia.

Gustavo Godoy pertenece al merendero San Cayetano del barrio José Hernández, al que asisten 230 personas anotadas a las que se suman otras que necesitan y van a buscar comida, y para él la situación no pasa desapercibida. “Es notorio el alto nivel de pobreza en la ciudad y es doloroso”, sentenció, en diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS.

“La gente en la mayoría de los barrios vive de trabajos circunstanciales. Ahora van a la cosecha de arándanos, pero viven también de changas o de lo que juntan cuando andan en sus carros. No hay trabajo genuino. Son el último eslabón”, comentó y explicó: “La situación está mal en varios niveles, nuestro sensor de la pobreza es lo que traen los carros después de salir a cartonear. Los comercios ya no tiran tanto, creo que la crisis es profunda”.

Sobre la solución a la situación, Godoy propuso: “Necesitamos que quienes tienen el poder y los medios hagan que las oportunidades lleguen a la gente. Les corresponde ver la realidad de lo que vive el pueblo que los votó, que los puso en el lugar que ocupan. Creo que hacen política virtual y eso no sirve. Los políticos de todos los partidos tienen que caminar los barrios y tener un interés genuino por su comunidad y conocer los rostros de la pobreza real, que claramente no son los que tienen en su entorno”.

José y Daniela son de la zona noroeste de Concordia, tienen 5 hijos y viven en una casilla sobre piso de tierra. Ellos no se preocupan por señalar a nadie, tienen que resolver cómo vivir el día a día mientras la vida transcurre. “Yo trabajo con mi carro juntando basura, a veces vamos todos, y otras veces me acompaña mi hijo mayor (11 años)”, contó el papá de los niños y explicó: “No hay mucho para ‘cirujear’ y comer, hay días en los que tenemos que rebuscarnos para conseguir algo o compartimos entre los vecinos y vemos qué se puede hacer para que los gurises coman, pero jamás le pedimos nada a nadie porque después sino se aprovechan”.

Aunque la situación que viven no es la mejor, la pareja tiene esperanzas. “Queremos que nuestros hijos no vivan lo mismo, ojalá nos den una oportunidad para salir adelante y cambiar lo que vivimos”, dijo José.

Otras formas de medir

El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA) indica que gran parte del porcentaje de nuevos pobres son clases medias que no habían sido pobres antes. Su director, Agustín Salvia, agregó que “la inflación está efectivamente desgastando la capacidad de reservas de los sectores más pobres y de las clases medias bajas”.

Se observa entonces que durante el último año se concentraron los efectos de la política de ajuste del gobierno de Cambiemos. Se destaca la profundización de la pobreza extrema en el proceso de deterioro de las condiciones de vida.

La siguiente medición del Indec sobre pobreza e indigencia será dada a conocer por el próximo gobierno y corresponderá al segundo semestre de 2019, donde se verá el impacto de la última devaluación posterior a las PASO y lo que suceda antes y después de las elecciones presidenciales del 27 de octubre. Estas cifras, entonces, son la última foto de la actual gestión al menos hasta 2019. Tras asumir como presidente, Mauricio Macri había pedido que se evaluara su gestión por el nivel de pobreza.