Inmuebles históricos

Vestigios del siglo XVIII: la primera escuela de Rosario

La casa parroquial de la catedral de Rosario es el inmueble más viejo de esa ciudad que mantiene su fisonomía. Construida en 1731 como la escuela junto a la primera capillita de la Virgen del Rosario, tuvo modificaciones, aunque llegó a nuestros días desde el siglo XVIII. La historia del área central del añejo pago de los Arroyos.
11-11-2019 | 10:56 |

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La primera escuela de la ciudad. Este es el inmueble más antiguo que queda en pie con escasas variaciones, ya que la iglesia cambió su tamaño más de una vez hasta 1836, cuando adquirió sus dimensiones actuales. Foto: Marcelo Manera.


Hernán Alvarez
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Fines del año 1689. A orillas del arroyo Saladillo, pegado al río Paraná, se asienta Luis Romero de Pineda, primer poblador blanco estable de lo que será siglos después la ciudad de Rosario. Romero de Pineda, nacido en Córdoba, descendiente de españoles venidos a América, se establece con su familia en esa zona que hoy ocupa el barrio que lleva el nombre del riacho, Saladillo.

De aquellas primeras casas, de adobe y paja, no queda en la actualidad nada. Ninguna edificación de aquella época sobrevivió al paso del tiempo. Pasaron los años y aquellas tierras que habían sido concedidas por el Reino de España dentro del Virreinato del Perú a Romero se subdividieron entre sus descendientes. Uno de ellos, su nieto Domingo Gómez Recio, recibió la porción de la zona céntrica actual de Rosario.

Allí, en 1730 se decidió crear el curato del pago de los Arroyos, según explica con claridad el historiador Juan Álvarez en su célebre libro Historia de Rosario. Se buscó a un sacerdote para cubrir la vacante de la capilla futura y se designó a Ambrosio Alzugaray (sobrino de Gómez Recio). El cura asumió su cargo al año siguiente. En aquellas instalaciones precarias y rudimentarias se dio el primer bautismo. La primera bautizada fue Petrona Ávalos Medina el 7 de mayo de 1731. Álvarez califica a esta niña como la primera rosarina.

Aquel 1731 no fue un año cualquiera para Rosario. Marcó el inicio de la primera etapa de una ciudad que hoy es la tercera más poblada de Argentina. Aquello era una villa muy pequeña de siete casas, según comenta el historiador Miguel Carrillo Bascary a Mirador Provincial. Tras la iglesia, se construyó una escuela. La primera de la ciudad. Este es el inmueble más antiguo que queda en pie con escasas variaciones ya que la iglesia cambió su tamaño más de una vez hasta 1836, cuando adquirió sus dimensiones actuales.

Aquella edificación rústica se demolió y sobre eso se construyó algo mejor a partir de 1746 a costa de Santiago Montenegro, el propietario de aquella área. “Montenegro va haciendo la capilla de a poco. Y va a ser terminada en 1762. En 1757 la va a donar a la Iglesia junto con un terreno aledaño. Era una iglesia que estaba construida en adobe, tenía el techo de paja y al principio del siglo XIX se le va a colocar un techo de tejas”. Dentro de aquella parcela se construirá posteriormente la municipalidad local, inaugurada en 1896.

La imagen gaditana
Sobre el elemento más antiguo de la ciudad que se mantiene en su estado original no hay lugar para las hesitaciones o las interpretaciones. Es la imagen de la Virgen del Rosario que se conserva en la cripta de la iglesia matriz. El segundo párroco de la iglesia fue Francisco Cossio y Theran. Él encargó una virgencita nueva que llegó desde Cádiz (España) ya el 3 de mayo de 1773 cuando el sacerdote a cargo era Miguel Escudero. Esa imagen tiene 246 años y en la actualidad se puede observar libremente en el subsuelo de la catedral. “La propia imagen de la Virgen es lo único que nos queda del Rosario del 1700”, comenta Carrillo.

La escuela permanece
Las reformas sucesivas no cambiaron la ubicación de la escuela adonde comenzó a instruirse a los primeros niños. “La primitiva escuela fue de 1731 junto con la primitiva capilla. Cuando esta capilla es reemplazada por la nueva también se reemplazan las dependencias donde funcionaba la escuela. Hay una continuidad como escuela, pero lo que es más antiguo es la propia iglesia”, sostiene Carrillo.

La fisonomía actual de la zona incluye al pasaje Juramento. Un paseo peatonal que se construyó en 1999. Esta reforma se comenzó en 1997 al retirarse restos humanos de la zona aledaña a la catedral ya que el área contigua fue por algunos años un cementerio. De aquel camposanto hoy hay sólo una referencia en un pequeño jardín detrás de la casa parroquial. “Al principio, los enterramientos se hacían en la propia iglesia, pero cuando el espacio fue exiguo se comenzó a enterrar hacia el patio de la catedral. Cuando se hizo el pasaje se excavó, se rescataron restos humanos que todavía quedaban y se colocaron en un jardincito al lado de la catedral”, asegura el historiador.

Pasaron las décadas, llegó el siglo XIX, Rosario fue proclamada ciudad y puerto a pedido de Justo José de Urquiza en 1852 y aquella villa alrededor de la capilla de la Virgen del Rosario explotó demográficamente. La construcción del tren a la ciudad de Córdoba la potenció aún más a partir de 1863. A partir de allí nació la Rosario moderna y pujante. La catedral y la antigua escuelita siguen en el mismo lugar.

El comienzo en 1725 fue un relato

En una de las escaleras del pasillo central de la catedral se puede leer el año 1725 como el inicial para esta iglesia. Esta leyenda fue puesta en 1925, 200 años después. Juan Álvarez estudió el tema de las fechas en profundidad y según describe en su obra sobre la historia rosarina, no hay ninguna evidencia de que el nacimiento de la Villa del Rosario se dio aquel año. Carrillo ratifica lo escrito por Álvarez: “A principios del siglo XX, la elite de Rosario se encontraba que no podía manifestar una tradición como otras ciudades. Entonces se resolvió simplemente por una cuestión de marketing considerar que en 1725 se había establecido la ciudad. Se festejó el bicentenario de la ciudad, con grandes fiestas. En la crítica histórica de años posteriores quedó revelado como un verdadero relato para tratar de dar un arreglo tradicional a la historia de Rosario”.

La plaza que nunca tuvo dueño

Pese a ser una zona codiciada, la plaza 25 de Mayo actual no estuvo habitada de manera permanente por nadie desde sus comienzos como espacio público en 1731. Esta área era un punto medio entre tres poblados. Carrillo lo explica: “Nunca fue preparada como plaza. Fue un espacio que naturalmente quedó vacío. Ningún vecino la ocupó y allí llegaban las carretas por el Camino Real, que más o menos comprende el recorrido de la calle Buenos Aires actual. Llegaban a ese espacio en donde con el tiempo se construyó una plaza. El camino que iba hacia Córdoba corresponde a la actual calle Córdoba. El camino hacia Santa Fe corresponde a la calle Santa Fe. De ahí los nombres con los cuales reconocemos nuestras calles”.

23/10/1730

En el libro La Catedral y Rosario queda publicada la fecha de la fundación de la parroquia Nuestra Señora del Rosario: 23 de octubre de 1730.



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