José Prinsich
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Cada vez que llega noviembre, General Ramírez se paraliza. El arribo de la Fiesta Provincial de la Juventud, que este año celebró sus 40 ediciones, es motivo de alegría y felicidad para todo el pueblo. El tradicional y convocante desfile de carrozas es, por lejos, el atractivo más importante de la semana. Los vecinos se congregan a lo largo y ancho del Bv. San Martín, con sus sillones y equipos de mate, para deleitarse con el paso de estas grandes estructuras, que impactan por sus colores, sonidos, movimientos y, obviamente, por la postulación de sus flamantes candidatos a rey y reina.

Este año se presentaron 15 carrozas, cifra superior en comparación con años anteriores. La diversidad de temas reflejó la imaginación y creatividad de los competidores, quienes trataron no sólo de divertir al público sino también emitir un mensaje de consciencia sobre alguna problemática en particular desde el deporte y la inclusión, pasando por películas como Coco o Toy Story, hasta la música, la danza y los animales en peligro de extinción.

Asimismo, fue la número 5 la que recibió una de las ovaciones más importantes de la noche ya que la misma fue realizada de forma íntegra por los recicladores de residuos bajo el nombre de “Hacia el futuro”. Era la primera vez que el equipo que trabaja en basural tenía una iniciativa de tal magnitud, que los inserte activamente en el evento más importante de la ciudad.

Cuando la nave espacial comenzó su recorrido por las calles ramirenses no tardaron en llegar elogios y aplausos de los espectadores. Pero no era una nave espacial cualquiera sino que estaba construida con objetos reciclables que los mismos separadores habían encontrado en el basural luego de una ardua búsqueda: cadenas de bicicleta y moto, ventiladores, antenas de DirecTV, amortiguadores, termotanques, llantas, caños de escapes, microondas, televisores y otros elementos que en su momento fueron descartados y que ahora se reutilizaron. Sobre la proa de la carroza estaban los candidatos a reyes, Eliana Elsesser y Nahuel Randazzo. Debajo, sobre la superficie, acompañaba el resto de los recicladores y asistentes, que con mucho orgullo desfilaban sobre al palco de autoridades.

El objetivo primordial de la presentación en la fiesta era “evidenciar que nuestro sueño como integrantes de la cooperativa es ilimitado y que puede llegar tan alto como una nave espacial. Empezamos desde muy abajo y cada día que pasa conquistamos nuevos lugares de consideración dentro de esta ciudad. Sabemos que la labor que hoy hacemos es el trabajo del futuro: lo que hoy llamamos basura, mañana será materia prima”, dejó en claro Ester Rodríguez, una de las promotoras del proyecto.

En este sentido, Flavia Pamberger, secretaria de Relaciones con la Comunidad, agregó que “también nos proponemos visibilizar la obligación que tiene que asumir cada ser humano con el cuidado de nuestro ambiente, de nuestra casa. A través de múltiples acciones, desde lo más insignificante a lo más comprometido, todos podemos y debemos aportar nuestro granito de arena porque el planeta necesita imperiosamente que cambiemos nuestras costumbres, hábitos y modos de producción para poder seguir viviendo en él”.

Manos a la obra

"Nada es difícil, entre todos se logra”, dijo Ulises Duré, uno de los ocho recicladores de General Ramírez, mientras ataba con alambre un ventilador que había hallado en el predio. El joven, que llevaba puesta la camiseta de Boca Juniors con el 10 de Carlos Tévez, trabajaba con mucha concentración y a la espera de que llegue el día para caminar al costado de la carroza.

Sobre la génesis de la propuesta, Duré manifestó que “un día decidimos armar una carroza pero nunca pensamos que podíamos llegar a esto. La Municipalidad nos prestó el predio para comenzar a construirla. Estamos muy orgullosos porque todo lo juntamos con nuestro sudor y con nuestro tiempo”. Si bien el proyecto se empezó a materializar hace algunas semanas, la idea salió a la luz el año pasado pero por cuestiones de tiempo no pudieron concretar el anhelado sueño.

Mientras la cumbia suena de fondo y el olor de los chorizos a la parrilla se esparce en el ambiente, el equipo pone manos a la obra para poder culminar los trabajos. La buena onda estuvo presente durante todos los días que les llevó diseñar la carroza, que contó con la colaboración de Jorge Aimone. Todos, en la medida de la posible, aportaron su granito de arena ya sea colocando los objetos en la malla de contención, instalando las luces o simplemente cebando unos ricos mates. “Esto genera un contacto con la comunidad para que vean cómo se trabaja”, agregó Aimone.

Trabajo de hormigas

En el mundo millones de personas se ganan la vida recolectando, separando y vendiendo los materiales que otros han descartado. Un oficio duro, silencioso y pocas veces reconocido por la sociedad. Estos transformadores del medio ambiente brindan enormes beneficios a las comunidades y la Capital Provincial de la Juventud no ha sido la excepción a la regla.

El primero de diciembre del 2017, la Municipalidad implementó el Programa de Separación de Residuos en Origen bajo el lema “Volvamos a Empezar”. Estos soldados ambientales tuvieron un rol trascendental y su participación fue de menos a más. Sin pausa ni descanso hurgan, escarban y seleccionan lo reusable en la basura. Saben que esta es la manera de juntar dinero para llevar el plato de comida a la mesa, pagar sus deudas o comprarse lo que tanto desear.

Después de varias horas, los ramirenses han logrado separar las botellas de plástico, los cartones, las latas, los papeles y otro tipo de materiales. Lo recaudado se reparte entre los ocho integrantes del staff, compuesto por: Ulises Duré, Ester Rodríguez, Leonela Borgert, Rosana Miller, Héctor Spellbrinck, Rubén Corrales, Lautaro Romero y Matías Barreto. A su vez también reciben la colaboración de tres empleados municipales Oscar Rodríguez, Javier Romero y Jorge Corrales. 

“Todos los días vamos a separar. Para nosotros es un esfuerzo grande el que hacemos. Todo lo que vendemos es nuestro sueldo. Queremos agradecerle a Flavia (Pamberger) y a su equipo porque nos apoyan un montón. Estamos muy agradecidos porque siempre nos están ayudando”, sostuvo Ester.

Actualmente muchos recicladores se han organizado y han creado cooperativas, asociaciones y corporaciones ambientales con el objetivo de dignificar su oficio, luchar por sus derechos, formalizar y tecnificar su labor, además de ser tenidos en cuenta en las políticas públicas de residuos sólidos en las ciudades donde trabajan. En la localidad del Departamento Diamante, lo que empezó como un trabajo informal en el basural, hoy está a punto de transformarse en una Cooperativa de trabajo denominada “Creando Valores” Limitada, la cual está en vías de formación. 

—¿Cómo empezaron a trabajar con los recicladores?

—Flavia Pamberger (FP): Nosotros venimos trabajando con ellos desde mediados del 2017. Ellos iban al basural a recolectar algún elemento para vender. Nosotros nos empezamos a contactar con ellos e hicimos capacitaciones. Tuvimos la colaboración de muchas universidades de la zona que les enseñaron a cuidarse y a utilizar elementos de protección personal que la Municipalidad compró. Estamos felices porque esto va creciendo. Hoy todo lo que se recicla ellos lo venden, es para ellos y se lo dividen entre los ocho. Con eso tienen un sueldo más un complemento que les da la Municipalidad.

—Se dio un proceso de inclusión importante en la comunidad...

—FP: Estas personas estaban fuera del sistema y ahora están buscando el reconocimiento público. En todo momento ellos quieren visibilizar su tarea porque si el vecino separa en su casa, el trabajo de ellos se facilita. A veces trabajan en condiciones adversas porque hoy nos está faltando un galpón, maquinarias pero se le pone mucho empeño. Hay tres empleados municipales que ayudan todos los días. La Municipalidad invirtió mucho dinero también en el basural y lo vamos mejorando día a día. Hemos participado de jornada a nivel provincial y nacional sobre el tema de residuos. Muchos municipios empiezan reorganizando el basural pero sacando a los recicladores informales. Nosotros empezamos totalmente al revés porque iniciamos incluyéndolos a ellos. Esta gestión cree en este modelo de inclusión social.

—¿Cómo ha sido el trabajo con las escuelas?

—FP: En Ramírez, desde hace unos pocos años, conjuntamente la Municipalidad y la Fundación Eco urbano, llevamos a todas las escuelas el mensaje de la importancia de reducir la cantidad de residuos que generamos, de reutilizar aprendiendo a darle nuevos usos a aquellos objetos o elementos que antes se descartaban y a reciclar, recuperando aquellos materiales que no son biodegradables, como los plásticos o los vidrios, para darles una nueva forma y volver a utilizarlos como si fueran (casi) nuevos. Hay que destacar el desempeño de la Fundación no sólo por el trabajo educativo que hacen con las escuelas sino que a lo largo del año tenemos muchos encuentros integrativos con los recicladores. Eso les ha abierto otros horizontes también.

Firma de convenio

En octubre, el intendente Gustavo Vergara firmó un convenio de colaboración recíproca con su par de Aranguren, Eduardo Tessore. En el documento se establece la implementación conjunta de políticas públicas y acciones que tengan por objeto la recuperación, reutilización y valoración de los materiales reciclables.

A partir de la firma, los martes y jueves el municipio de la vecina localidad se encargará de trasladar los materiales reciclables recolectados hasta la Planta de Tratamiento de nuestra ciudad.

Es importante mencionar que Aranguren inició su Programa de Separación de Residuos en origen en septiembre, sin contar con la posibilidad de tratamiento o disposición de los mismos en el corto plazo. Los materiales serán procesados por los recicladores ramirenses, quienes percibirán el monto recaudado por su venta. El convenio tiene una duración de seis meses a partir de su celebración, y cualquiera de las partes podrán rescindirlo anticipadamente.