Diego Montejo
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La segunda parte del libro que conquistó a las escuelas rosarinas, desbordando a los alumnos, docentes y padres de flora y fauna del Paraná a través de su protagonista, un sábalo y su cardumen, tuvo su presentación este jueves en Rosario en la sede de Sadop. Escrito por Eugenio Magliocca, con ilustraciones de Javier Armentano y editado por Fundación Ross y con el éxito editorial previo, esta nueva historia de Curimba nace del pedido de niñas y niños con los que el autor trabaja en las escuelas.

El libro anterior va por su cuarta edición, con 4.000 ejemplares vendidos, y se convirtió en un material indispensable para el abordaje de temáticas como el ambiente, los pueblos originarios, y la diversidad del río.

Eugenio Magliocca, Javier Armentano, Soledad Recagno y Silvina Ross brindaron precisiones de este nuevo libro que pretende seguir los pasos del primero, ampliando su universo, denunciando la pesca ilegal, la contaminación, visibilizando la cosmovisión guaraní y la diversidad de uno de los ríos más grandes del mundo.

Decenas de docentes y niños esperaron la presentación y participaron activamente de la charla, donde pudo verse una muestra de materiales de Curimba hechos por los niños de las escuelas que trabajan con el primer libro, videos con sus opiniones y expectativas y hasta canciones para Curimba.

En la previa, Magliocca dialogó con Mirador Provincial y contó los detalles de cómo llevó adelante este trabajo, el cual tiene un fuerte vínculo con sus afectos familiares y su relación con el río, que se fue acrecentado a medida que trabajaba para construir la historia.

El hecho de trabajar como periodista en Entre Ríos y tener que cruzar diariamente el puente Rosario-Victoria lo vinculó con más fuerza con el curso de agua. Sin embargo, fue una charla con su hijo pequeño lo que disparó la inquietud. Primero la idea de un documental, después comenzar a pensar una historia en clave de novela infantil, siempre con la mirada sagaz de sus hijos, quienes iban siguiendo atentamente el relato. Es así como nace Curimba, este sábalo intrépido, un poco héroe, pero no al estilo de los héroes de Disney, un héroe autóctono con una mirada profunda de las problemáticas del nuestro río.

“Empecé a escribir por escribir, para que mis hijos sepan más y de esa forma entablar un vinculo más genuino con la familia”, relató. También, como consecuencia de esto, Javier Armentano fue también un poco el causante de lograr publicar, ya que cuando Magliocca le envió los escritos originales, el dibujante le hizo su devolución con la concreción de los siete personajes principales ilustrados. “Eso me convenció que había que publicarlo, pero aún más fue la maestra de mi hijo que me dijo que sobre las temáticas de río no había nada divertido para los chicos”, añadió.

- ¿Por qué elegís un sábalo como el personaje principal de tu historia?
- Se me fueron juntando varias cuestiones, como la mala fama del sábalo, esto de decirle el pez de los pobres, el pez barrero. Pero en realidad cuando más empecé a investigar, me enteré de cosas del sábalo que no se dicen en ninguna parte, como que es el principal dentro de la cadena alimenticia y que si no fuese por el río Paraná prácticamente no existiría. Y después cuando comencé a viajar para escribir y los pescadores me fueron contando historias.

- ¿A través de esta historia se intenta mostrar una realidad más allá de la narrativa infantil que tiene que ver con el mal manejo del río?
- El libro tiene tres grandes ejes, una es la ambiental, la segunda es que los chicos conozcan el río y su maravillosa vida, y la tercera recuperar la mitología y cosmovisión de los pueblos originarios, que en este caso tomó a los guaraníes. Curimba es sábalo en portugués, pero después todos los otros nombres de los personajes están en guaraní. Esto hace que los chicos profundicen en el lenguaje y puedan ver otra cultura que no conocían. Inclusive con las ilustraciones nos planteamos no utilizar los colores rojos que usa Disney, y sí tratar de asemejarlos al arte guaranítico.

- ¿En el proceso de previa investigación pudiste dar con alguna literatura similar?
- Es totalmente escaso, por ejemplo, se siguen dando los Cuentos de la Selva de Quiroga en las escuelas. Después hay muchos manuales, hay algo de cuentos breves de autores santafesinos y entrerrianos, pero no en este formato novela educativa lúdica y con la integración de todas estas temáticas.

- ¿Cómo fue la llegada a los docentes y el trabajo con las escuelas?
- La editorial ya tiene un circuito organizado. Lo curioso es que antes del 2011 las escuelas rosarinas no trabajaban con autores locales. A través de Silvina Pessino con Guardianes de Rosario que promueve la literatura infantil y promueve a escritores locales, las escuelas comenzaron a abrir las puertas a este tipo de propuestas. Lo que pasa con Curimba es que además de esta apertura de trabajar con autores rosarinos, hay una necesidad de revisar con los chicos el tema medioambiental. En Curimba hay un punto justo para trabajarlo, por eso hemos llegado a la cuarta edición.