Mirador Provincial
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En el inicio del acto, el vicepresidente 1° de la entidad, David Stalman, destacó que “estamos reunidos para homenajear y premiar a quienes cumplen un rol clave para que nuestra sociedad sea cada día un poco mejor”, y agregó que “se trata de personas e instituciones que hacen una contribución decisiva para el país, guiados por el valor del respeto hacia el otro y la diversidad”. Stalman señaló que en la Daia “sabemos de qué se trata el trabajo voluntario que siempre está guiado por el corazón y las convicciones”.

En la oportunidad, se otorgó el Premio Daia a “Periodismo y Comunicación” al diario El Litoral de Santa Fe, fundado el 7 de agosto de 1918, y que hoy es referencia para los lectores a la hora de informarse y entretenerse en una amplia región del centro del país. Además se destacó el compromiso del multimedios por la democracia y la pluralidad de voces, apostando siempre a un periodismo de calidad. Nahuel Caputto, presidente del directorio del diario, recibió la distinción en representación del medio santafesino.

El Premio Daia a la categoría “Género” fue entregado a Economía Feminista, “Ecofeminita”. La Asociación Civil Alpi, por otro lado, recibió el reconocimiento en la categoría “Ciencia y Tecnología” por su labor en la rehabilitación neuromotriz de pacientes pediátricos y adultos hace más de 75 años. En la categoría “Promoción Artística”, fueron premiadas “Manos en Acción”, la Fundación Julio Bocca, y el Patronato de la Infancia, por la iniciativa “Gran Gala por los niños”. Por su parte, el padre “Pepe” Di Paola se acercó en representación de la Familia Grande Hogar de Cristo, quienes fueron reconocidos en la categoría “Derechos Humanos”.

El Premio Daia a la “Inclusión” fue otorgado a la Fundación Espartanos, una organización sin fines de lucro que promueve la integración y acompañamiento de personas privadas de su libertad a través del rugby.

Finalmente, la Daia entregó el Premio a la “Solidaridad” a la Asociación Civil Almificar, Acariciando el Alma, que tiene el objetivo de generar “redes almificadoras” en la comunidad en su conjunto, en torno a los adultos mayores o personas que se encuentren transitando una enfermedad avanzada o final de vida y no cuentan con redes de cuidado por diferentes motivos.