No importa perder el amistoso, pero dejó más dudas que certezas...

Unión: preocuparse y ocuparse

El 0-1 ante el equipo de Juan Pablo Pumpido no conformó a nadie, el equipo tuvo un flojo partido y está claro que están haciendo falta la llegada de jugadores que potencien al equipo. Por ahora, sólo Cabrera. En el segundo partido, empataron 0 a 0 y Bou marró un penal.
13-01-2020 | 16:26 |

Con ellos sí. Leo Madelón habla con los jugadores en el entretiempo del encuentro principal. El entrenador rojiblanco no lo hizo luego del amistoso y seguramente lo hará en la semana que se inicia.
Foto:Mirador Provincial.
Enrique Cruz (h)
(Enviado especial a Mar del Plata)
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Es cierto que es el primer partido del año, que forma parte de una pretemporada, que hay tiempo para que se mejore, que Carabajal está afuera por el momento, que falta que lleguen los refuerzos y todos los condicionantes que no son excusas y que necesariamente se deben aportar para que "no cunda el pánico". Pero Unión jugó un amistoso ante un equipo de una categoría menor y que está en un proceso de la preparación aún más "aliviada" que la de Unión, porque recién va a jugar nuevamente el 8 de febrero (Unión lo hará, en teoría y por el momento, el 24 de este mes) y porque tendrá por delante otros cuatro amistosos y el equipo de Madelón sólo hará uno más, el miércoles en Apand ante Quilmes.

Puestas las cosas en su lugar, queda claro que esta primera hora de fútbol dejó más preocupaciones e incertidumbres que alivio y certezas. Basta con decir que Alvarado fue más, que Moyano terminó convirtiéndose en la figura de Unión y que también los palos lo ayudaron. La única jugada de gol que supo construir el equipo de Madelón fue con un remate de Brian Álvarez desde afuera del área que también se estrelló en un poste. Pero Alvarado estuvo mucho más claro, penetrante e incisivo que Unión, salvo en un pasaje inicial del segundo tiempo, antes del golazo de Carlos Lucero (remate espectacular desde afuera del área que se elevó y cayó como un "misil" a espaldas de Moyano), cuando Unión después del reto de Madelón a los jugadores en el entretiempo- salió más metido en el partido.

Hubo fallas defensivas, poco juego por afuera, escasez de variantes ofensivas y en varias ocasiones todo se diluyó en el pelotazo largo desde atrás para el pique de Troyansky o para que Mazzola intente bajarla en su función de pivote o para aprovechar un rechazo del rival y que los volantes capitalicen esa segunda pelota. Poco. Demasiado poco ante un rival que lo superó en el trámite y que le creó varias situaciones de peligro.

En lo táctico no hubo modificaciones. La idea central es que Acevedo sea el que se haga cargo del juego desde su propio inicio. Para eso, bajaba hasta la línea de los centrales y desde allí buscaba juntarse con los otros volantes o meter la pelota filtrada (uno de sus puntos fuertes) para alguno de los puntas que estuviese en condiciones de recibir la pelota de espaldas al arco y aguantando la marca de los rivales.

A la buena respuesta que da Moyano, uno entiende que, defensivamente, Unión es un equipo que se torna confiable. La dupla de centrales se conoce de memoria (es el tercer año que están juntos), mientras que tanto con Martínez (ausente para el primer partido por haber acumulado cinco amarillas y por eso jugó para los suplentes), como con Blasi, por derecha y con Corvalán, por izquierda, hay elementos como para pretender que sea sólido. El problema arranca en la mitad de la cancha y tiene su prolongación en el ataque. Si bien Madelón ha tratado de darles confianza a la mayoría de los jugadores (casi siempre se repartieron la titularidad entre Bonifacio, Elías, Acevedo, Carabajal, generalmente), el mediocampo no ha conseguido un nivel de juego y marca que equipare a lo bueno que brindaban sus anteriores ocupantes (de los que sólo ha quedado Acevedo en el plantel).



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