Pablo Rodríguez
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Por la proximidad donde fueron ubicados, se trataría de los restos patológicos provenientes de un centro de salud privado conocido como Sanatorio San Martín, que tiene una de sus ramificaciones en la zona de calles Pellegrini entre San Martin y Castelli. Recordemos que este tipo de descartes merece un tratamiento especial y no sería la primera vez que los trabajadores municipales se topan con este tipo de residuos (jeringas, gasas con sangre, entre otras cosas).

Al lugar, arribaron el fiscal Horacio Pueyrredón en colaboración con la fiscal de turno Mariana Vidal. Enseguida se sumaron la Secretaría de Control del Gobierno de Venado Tuerto, junto a Servicios Públicos y el Ministerio Público de la Acusación.

El fiscal remarcó que este tipo de materiales de descarte producidos en unidades sanitarias, deben ser tratados con procesos especiales ya que son de gran peligro por las enfermedades infecciosas que pueden transmitir. Según informaron las autoridades los elementos fueron encontrados en bolsas comunes de basura que esperaban ser recolectadas por los camiones de la Municipalidad.

Desde el Ministerio Publico de la Acusación, anticiparon que de confirmarse la procedencia, se trataría de una falta grave al código de convivencia, mientras que la Secretaría de Control del Gobierno de Venado Tuerto habla de una falta a las ordenanzas municipales al respecto de este tema. Por su parte, la Policía Científica se encargó de tomar muestras y solicitar a Obras Sanitarias que realice el tratamiento especial.

¿Qué son los residuos patológicos?
Son restos sólidos, líquidos o gaseosos que incluyen a los residuos biológicos contaminados, las drogas y material descartable como jeringas, sondas, algodones, gasas y todos aquellos elementos que, generalmente, se utilizan una vez y para luego ser desechados. La recolección, separación, manipulación, transporte, tratamiento y disposición final son pasos que deben estar específicamente regulados por el Estado y controlar su cumplimiento a fin de evitar la contaminación del suelo, el aire, el agua y las personas.

En nuestro país existe la ley N° 24.051, que considera patológicos a todos aquellos residuos que proceden de cultivos de laboratorios, restos de sangre y de sus derivados. También los desechos orgánicos provenientes de un quirófano, así como los algodones, gasas, vendas usadas, ampollas, jeringas, materiales descartables y otros elementos que no se esterilizan.

Este tipo de residuos deben tener una disposición final adecuada ya que son peligrosos y pueden propagar enfermedades o contagiar por una manipulación incorrecta. La misma ley, por supuesto, establece un tratamiento específico a cargo de hospitales, clínicas y centros de salud de los residuos que ellos mismos producen, de modo que la sociedad pueda curar a sus enfermos sin enfermar a otros.

Diariamente, centenares de centros asistenciales públicos y privados trasladan sus residuos para ser descontaminados en hornos o sistemas de desintegración, por presión y temperatura. Y una vez cumplida esa etapa, son enviados a los distintos rellenos sanitarios que tiene el país.