Concepción del Uruguay

Singularidad en la designación de personal directivo en una institución

Surco de Esperanza es una asociación civil que nace pensando en la educación para las personas con discapacidad intelectual. Es una de las primeras de Entre Ríos y lleva una gran historia detrás.
22-01-2020 | 21:57 |

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Integrantes de la comisión de evaluación, profesoras Diana Álvarez, Alejandra Loza y Mariana Carrizo y el apoderado legal, Guillermo Bevacqua.



Eugenia Delorenzi
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MIRADOR ENTRE RÍOS conversó con miembros de la Comisión Directiva de la Asociación Civil Surco de Esperanza, que sostiene dos establecimientos educacionales en el marco de la Educación Pública de Gestión Privada del Consejo General de Educación, sobre el proceso de selección de personal directivo en ambos establecimientos. Desde la Comisión Directiva se ha dispuesto la implementación de concursos para acceder a esos cargos, en lo que constituye una excepcionalidad en la gestión privada de la educación, ya que el apoderado legal del establecimiento puede hacer la designación en forma discrecional. Directivos de Surco de Esperanza comentaron acerca de la experiencia en este sentido y las distintas etapas del concurso y su conformidad con el sistema implementado.

“Surco de Esperanza” es una asociación civil nacida para la educación de las personas con discapacidad intelectual; una de las más antiguas de Entre Ríos, a tal punto que uno de sus establecimientos, la Escuela Privada de Educación Integral (EPEI), lleva el N° 1 en la provincia de Entre Ríos. Fue fundada en 1964, por un grupo de padres de niños y adolescentes discapacitados que carecían de un lugar en el que recibieran enseñanza.

Cuatro años después, ese mismo grupo de padres, y otros uruguayenses, solidarios y visionarios, pusieron en funcionamiento el Instituto Superior de Formación Docente (ISFD) D- 154 “Dra. Carolina Tobar García”, porque habían comprendido la necesidad de especialización de los docentes. La primera carrera fue el Profesorado en Educación Especial; hoy son tres las carreras que se cursan, a la mencionada se agregan el Profesorado en Nivel Inicial y el Profesorado en Artes Visuales.

Normas

Los dos establecimientos funcionan según lo normado en el Consejo General de Educación de la Provincia de Entre Ríos para el régimen de Educación Pública de Gestión Privada. La EPEI N° 1 Surco de Esperanza cuenta con una planta de personal de 50 trabajadores que incluye equipo directivo integrado por una directora, dos vicedirectoras y una secretaria; un equipo técnico integrado por psicólogos, psicopedagoga, fonoaudiólogas, asistente social, terapista ocupacional y el cuerpo docente para grupos ciclados y no ciclados, talleres ocupacionales y de Formación Laboral, estimulación temprana, un Equipo de Apoyo a la Inclusión; además del personal de maestranza.

Durante el año 2019 iniciaron su trámite jubilatorio, como corresponde a quienes han llegado al cierre de su trayectoria profesional, fue el turno, entonces, de una de las psicólogas, la licenciada Susana Marini, y las vicedirectoras profesoras Alejandra Russo y Marta Fellay, quienes cesaron el 31 de diciembre de 2019; y se mantiene en trámite el expediente de la directora, Analía Perotti, estimándose que en poco tiempo más le será otorgado el beneficio. Todo lo anteriormente descripto es en relación con la EPEI N° 1 “Surco de Esperanza” pero también se acogió a la jubilación la rectora del “Tobar García”, profesora Fernanda Giqueaux.

Nada es novedoso hasta aquí, ni diferente a lo que ocurre en cualquier escuela, sea pública o privada. Se siente sí, el cimbronazo que prácticamente se renueva casi todo el equipo directivo de la escuela y conjuntamente la rectoría del Tobar, cambios que se dan en las instituciones educativas y que implican cambios en los estilos de conducción, en la adecuación de unos a otros, en los reemplazos inevitables para cubrir las vacantes por ascensos o cambios de funciones.

Antecedente

La Resolución N° 0240-CGE, del 13 de febrero de 2013, allana el camino a los apoderados legales –la figura que representa a cada institución y es responsable ante el Consejo General de Educación del establecimiento educativo de Gestión Privada– para la designación en forma discrecional del personal. La misma disposición rige para la cobertura de cargos directivos, con la sola exigencia que sea personal con títulos reconocidos e inscriptos en el organismo rector de la educación entrerriana.

Es decir, el apoderado legal, en este caso Alfredo Guillermo Bevacqua, a su vez presidente de la Asociación Civil propietaria de la EPEI N° 1 y del Instituto Superior de Formación Docente, puede disponer la designación de los docentes que pasarán a ser directivos. Pero de esa discrecionalidad no se ha hecho uso en ninguno de los establecimientos.

Se remonta esto al año 1995, en el que se produce el fallecimiento de la vicedirectora de la EPEI N° 1, profesora Rita Pilepich. Bevacqua, ya en ese entonces presidente de la institución, propuso en reunión de Comisión Directiva de “Surco de Esperanza”, llamar a concurso, haciendo algo similar a lo estilado en la Educación Pública, pero fijando tres ítems a considerar: Antecedentes de formación inicial y continua en la docencia, Presentación de un Proyecto de gestión institución (según el cargo directivo a concursar) con propuesta de líneas de acción y Evaluación Psicológica a cargo de un profesional externo. Fue aprobada la propuesta y se eligió a la Lic. Graciela Ahumada, con amplia experiencia en la selección de recursos humanos, para la realización de la Evaluación. Se conformó un tribunal integrado por miembros de la Comisión Directiva (CD) y docentes ya jubilados, utilizando una metodología de trabajo similar a la de concursos de la escuela pública. Finalmente y luego de una evaluación integral donde se cotejaron resultados y el informe escrito de Ahumada. Se cumplieron todos los pasos y resultó elegida la profesora Lucía Arceluz, constituyéndose en la primera en ascender por concurso en esa escuela privada.

A partir de entonces, se inauguró un nuevo procedimiento y en cada oportunidad que se han producido vacantes ya sea en la EPEI N° 1 o en el “Tobar García” se ha llamado a concurso de oposición. Sólo a través de estos concursos se ha accedido a la dirección, vicedirección, secretaría en la EPEI N° 1 o rectoría y secretaría en el “Tobar García”.

Metodología

La secuencia del concurso tiene una serie de puntos y etapas que es llamativa, pero que demuestra la importancia que la institución da a la cobertura de estos cargos que significan garantizar la óptima conformación de los equipos de conducción, quienes en definitiva deben liderar los equipos docentes, encabezando los procesos educativos, que guían su puesta en práctica, que velan por la organización del establecimiento y tienen la responsabilidad de ser guía y contención de docentes y alumnos.

Una vez que se produce una vacante, se llama a inscripción de aspirantes entre los docentes del establecimiento, con bases establecidas por la CD de la Asociación. Se conforma una subcomisión que en esta oportunidad –y puntualmente para el concurso de vicedirectoras de la Escuela– integraron el apoderado legal y las profesoras que son miembros de Comisión Directiva: dos exdirectoras –Mariana Carrizo y Diana Alvarez– y dos exdocentes –Alejandra Loza Rodríguez y Cecilia Ansa– todas de la EPEI.

Este tribunal y Bevacqua mantuvieron reuniones con el equipo directivo, integrado por dos docentes que accedían al beneficio jubilatorio, las profesoras Alejandra Russo y Marta Fellay, quienes brindaron un pormenorizado informe sobre la realidad del establecimiento fuertemente atravesado por la crisis social que sacude a la sociedad argentina. Debe tenerse en cuenta que es una escuela de la modalidad especial, con los agrupamientos ya descriptos, con una población integrada por bebés, niños, adolescentes y algunos jóvenes, con gran mayoría de NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas).

Al inscribirse, las docentes aspirantes –profesoras María Colombo, Virginia Gritti, Natalia Melgarejo, Vanesa Miño y Paola Ollaitaguerre– conocieron las bases del concurso: el cronograma para la presentación de su carpeta de antecedentes, la presentación de los Proyectos y se establecieron los turnos para las entrevistas de evaluación psicológica. Previamente a esto se llevó a cabo una reunión entre el tribunal y la psicóloga en la que se informó sobre las condiciones o requisitos que debe reunir y las funciones que debe desempeñar el aspirante. Las docentes que se presentaron en esta oportunidad tienen una antigüedad que oscila entre los 10 años y los 15 años en la institución. También se complementó la convocatoria con instancias de reuniones entre las aspirantes, Bevacqua e integrantes de Comisión para compartir y ampliar aspectos puntuales de la institución en función a la escritura de los Proyectos cuyas líneas de acción –posicionadas desde el cargo a ocupar– debían considerarse para los próximos años de gestión institucional.

Mientras se desarrollan estos pasos o etapas, el Tribunal establece un posicionamiento desde el análisis de las carpetas de antecedentes presentadas. Al vencer el plazo de presentación de propuestas de trabajo, se analiza cada una de ellas, y una vez concluido este análisis, las docentes aspirantes realizaron la defensa del trabajo presentado ante el Tribunal, que estableció también un orden de posicionamiento de los mismos.

Pasos

El paso siguiente fue el informe brindado por la psicóloga al Tribunal, también con un posicionamiento, al que se agrega el puntaje obtenido en los antecedentes; la calidad de la propuesta, tanto en la parte escrita como en la defensa oral, y el orden surgido de la evaluación psicológica. Con esto se estableció un orden de posicionamiento de las cinco aspirantes que fue comunicado en reunión de Comisión Directiva, la que tiene facultad de aprobar o vetar la propuesta de nombramientos en los cargos vacantes. Se reitera que esto es una particularidad establecida en la Asociación “Surco de Esperanza”, que rompe así con la discrecionalidad que otorga la normativa al apoderado legal y es ésta la singularidad que se quiere socializar, compartir.

Una vez aprobada la decisión por la Comisión Directiva fueron convocadas todas las aspirantes y en presencia de la psicóloga se dio a conocer el resultado del concurso, brindándosele en forma oral una breve devolución, que luego fue ampliada individualmente. También la psicóloga hizo una devolución amplia, en forma individual, a cada participante. Los dos cargos vacantes de vicedirectoras fueron adjudicados a las profesoras Virginia Gritti y Paola Ollaitaguerre, en ese orden de posicionamiento, disponiendo la profesora Gritti la posibilidad de elección del turno.

Es habitual que desde el Estado se trate de incorporar formas de trabajo del ámbito privado; por eso resulta novedoso que una institución de carácter privado tome ejemplos del Estado para darle transparencia a sus actos, para evitar el error provocado por la acción discrecional, en definitiva, para asegurar que el elegido sea el más capaz, el más apto para la función, el que más se ha preparado.
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