Gabriel Obelar

“Cordobés, cordobés, de capital”, se define de alguna manera el juvenil volante de Patronato, Francisco Leconte, autor de una atractiva historia en busca de su sueño, desde que arribó a la ciudad de Paraná, en diciembre del 2018, para, luego de varios meses, comenzar a pisar fuerte en Reserva y, por lo bajo, tener un nombre dentro del Mundo Patrón.

Si bien se define como una vieja canción del Potro Rodrigo, la tonada no lo delata demasiado, ya que se acostumbró de buena manera al dialecto paranaense, según le contó a Mirador, en cercanías a su casa, sobre calle Pellegrini a metros del Shopping en la zona céntrica de la capital entrerriana: “Estoy viviendo un lindo presente, gracias a Dios. Venía esperando esta oportunidad hace tiempo, más allá que alterné banco de suplentes, ahora me toca jugar y estoy super feliz”.

-Tuviste que esperar tu oportunidad, porque estuviste mucho en el banco de suplentes…

-Subí a Reserva en mitad del año pasado, todo en el banco de suplentes, mirando y aprendiendo desde afuera y ahora jugué los primeros partidos de titular y es una gran experiencia.

-Es un importante paso para vos…

-Lo buscaba y por suerte se dio. Si bien me tocó jugar más de visitante, se que la oportunidad acá va a llegar y me siento bien, disfrutando el día a día siempre, de las prácticas y aprendiendo
siempre un poco más.

Cambio de capital

De vivir en una de las grandes ciudades de nuestro país, Francisco cambió radicalmente su estilo de vida en Paraná, con menos revoluciones, más tranquila y con otro ritmo de vida: “El cambio es grande, más si sos chico, pero es hasta que te adaptes y le tomes cariño a lo diario”, confesó.

-¿Cómo es que llegaste a Patronato y Paraná?

-Estaba buscando club y vi una prueba que se hacía en Paraná. Le comenté a mi papá y no dudamos en ningún segundo. Le dimos para adelante y por suerte quedé rápido.

-No se dio en Talleres y tampoco en Belgrano donde jugaste…

-Tuve un gran paso por Talleres y uno corto en Belgrano. Se me cerraron las puertas y no tuve muchas posibilidades, por lo que decidí probar suerte en Patronato y acá me trajo la vida para conseguir mi sueño.

-¿Es muy diferente Patronato de lo que estabas acostumbrado en tu provincia?

-Tiene sus diferencias, como en todos lados, pero se defiende y, a mi gusto, es un gran club, con todo lo que tiene y genera.

-¿Cómo es jugar en Talleres y después en Belgrano?

-En Talleres estuve 7 años y medio, pero el técnico que me tocó no me dio las posibilidades para mostrarme, alterné mucho, pero decidí irme del club y se abrió la puerta en Belgrano, más allá de que estuve solo 9 meses, quise buscar otra y acá estoy. De igual manera, más que de una cargada no pasa.

-Cambio de ciudad, de club y también la manera de vivir el fútbol. ¿No?

-El fútbol en Paraná se vive de una manera totalmente diferente, pero dentro del club, te puedo asegurar que se vive distinto, por lo que se pelea, por lo que está en juego y se habla siempre de lo mismo.

Su nueva vida

Si lleva poco más de un año viviendo en Paraná, Leconte todavía rearma su vida, su día a día: “En Córdoba vivía con mis viejos y hermanos, que me hacían la mayoría de las cosas, de lo cotidiano, de lavar la ropa, de la comida. Cuando vine a Paraná, tuve que aprender de todo un poco y en ese sentido crecí un poco a la vez que aprendía”.

-¿Llegaste con alguna idea de cómo usar la cocina, no?

-Tenía alguna idea de la cocina, ja, pero no lo hacía todos los días y cambia mucho de un momento a otro. No es tan grave, pero se siente en el cambio de mentalidad.

-¿Cómo es tu día a día acá?

-Llevadero. La convivencia en el departamento con otros chicos, es muy lindo. Si bien la mayoría de las veces cada uno hace la suya, se hace más llevadero el conversar, ver partidos juntos, tomar mates. Es la familia que te falta. Pasó mucho tiempos con ellos, tanto en las prácticas como en el gimnasio, porque voy seguido al club y veo a la mayoría, por lo que comparto con todos un poco.

-¿Fue difícil la adaptación?

-Cuando me alejé mucho de mis allegados y amigos, pensé que podía costarme, pero con el correr de los días, no me costó adaptarme a Paraná. Por suerte hice muchos amigos en la ciudad. Cuando voy a Córdoba, de igual manera, tengo una visita pendiente con cada uno. Ja.

-¿Esperabas cambiar de ciudad a esta edad?

-No esperaba y no estaba en los planes cambiar o despegarme de mi familia a esta edad, pero estoy feliz con este presente. El apoyo de mis viejos lo tuve siempre y eso hizo que no haya dudado ni un segundo cuando quedé. Me siento cerca de mi objetivo.

-¿Extrañas?

-Por momentos se extraña, pero siempre es de acuerdo al momento que está viviendo cada uno. Hay días que necesito de un consejo o mates con ellos. Extraño muchas veces los fines de semana en familia, pero uno está buscando un sueño y eso hace que te motives mucho más.

El sueño

No hace falta describirlo y parece estar demás decirlo. De igual manera Fran no se apura y toma todo como una nueva experiencia y aprendizaje: “Esto es día a día. La motivación está, pero sé que tengo que seguir trabajando para ganarme el puesto primero en Reserva”.

-¿Te vez cerca?

-Por momento me veo cerca, por otros no, pero esto es fútbol y sabemos que siempre te da una chance cuando menos las esperas. Me gustaría jugar en la Primera de Patronato, me imagino jugando acá.

-¿Te vez jugando en Primera?

-La motivación y la ilusión de todo pibe es llegar y ayudar en la situación que sea. Patrón tiene las armas para mantener la categoría y creo que lo va a lograr y, en el futuro, también espero ayudar en el descenso o peleando lo que sea.