El futbolista paranaense que volvió a tiempo

“En Italia, salías a comprar y parecía que ibas a la guerra”

Hace más de un mes que Pablo Bonacossa logró retornar a Paraná, luego de su paso por el Viejo Continente, donde le tocó afrontar los primeros indicios del COVID-19. “El regreso fue totalmente desgastante”, le expresó el delantero de 27 años a MIRADOR ENTRE RÍOS.
15-05-2020 | 22:14 |

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Pablo celebrando uno de sus tantos en el Fontanella Calcio, previo a que el COVID-19 suspenda el torneo.



Gabriel Obelar

Existió una realidad previa al COVID-19 y sin lugar a dudas que nacerá otra luego de la pandemia que golpeó al mundo. Quien puede hablar de ello, es sin dudas Pablo Bonacossa, el paranaense de 27 años, que vivió en carne propia la situación y el inicio de la cuarentena en Italia, donde se encontraba jugando para ASD Fontanelle Calcio de la Promozione italiana (6ta división).

“El estar en Italia te sentías como un bicho raro, simplemente por pensar en el virus y el contagio estaba afuera, era preocupante. Yo estaba en una ciudad donde no había casos, pero por cómo se vivía la situación, donde incrementaban los casos de un día a otro, era alarmante y parecía que salías a la guerra a la hora de salir de compras, porque todos te miraban mal, desconfiaban. Fue una situación muy fea, donde sentís que en cualquier momento puede pasar algo”, le narró a MIRADOR ENTRE RIOS el propio Pablo, ya en su ciudad natal.

El retorno

“Fue bastante desgastante”, se sinceró Bonacossa en comunicación telefónica con este medio, mientras disfrutaba de un café frente a las bajas temperaturas del otoño entrerriano, a la vez que contó los pasos que tomó para regresar al país: “El 8 de marzo tuve mi último entrenamiento, a un día del partido que ya estaba suspendido de antemano. Ya se sabía la medida de varios equipos. El lunes 10, se declaró la cuarentena obligatoria, sin saber cuándo se volvía la competencia. Hablé con mi entrenador y me aseguró que no se iba a volver a jugar, así que de un día para otro me encontré encerrado en el departamento, donde me jugó la cabeza producto de mil incógnitas y, fue ahí, cuando decidí volverme”.

Sobre la vuelta, también narró: “Fue todo un movimiento, un desgaste energético y mucho más pensando si podía llegar o no a volver. Fue complicado, desde todo punto de vista, a la hora de tomar un tren, el pensar que tal vez podría no llegar a Roma o no tomar el avión. Ahí también sufrís mentalmente, ya que te subís con gente de varios lados, que no sabes si se cuidó o no. Fue totalmente desgastante y por suerte salió todo bien y llegue sano y salvo a Paraná”. Mientras se nota una leve sonrisa del otro lado, agrega: “Hace mucho que no estaba en Argentina, desde abril de 2019 y recién por la pandemia, pude regresar y de un momento a otro, aunque no de la manera en la que quería”.

El aislamiento

También fue un tema de debate y de preguntas para el delantero, ya que una vez en el país, debía respetar los 14 días de cuarentena obligatoria, que lo cumplió junto a uno de los integrantes de su familia: “Cuando volví de Italia, la decisión que se tomó, fue que mi viejo me busque desde Ezeiza, por ende, se pidió 14 días de trabajo, donde me trajo hasta mi casa, a cuadras de la casa de mi vieja”, confesó quién es hijo de padres separados. Luego indicó: “Los primeros 16 días estuve aislado con él, porque mi mamá era un factor de riesgo y preferí evitar inconvenientes. Después, por suerte, pude reencontrarme con ella, con quién todavía me encuentro”.

En el mismo relato subrayó la manera en la que transita el aislamiento preventivo, social y obligatorio: “La cuarentena tiene sus momentos de ánimos buenos y malos, pero hoy en día agradezco estar en Argentina después de tanto tiempo y poder activar el regreso con tiempo. Hoy priorizo estar bien de salud y tener para comer. Después de los 14 días aislados, después que llegue, pude estar en familia, que es lo que más anhelaba. Hoy priorizo lo simple y le doy mucho valor”.

Lo que viene

No es una cuestión de agenda para Pablo, con este presente, pero sí en el futuro no muy lejano. “Hoy me siento muy bien, estoy con ganas y quiero seguir aprovechando el tiempo que se pueda para seguir jugando al fútbol, vivir de esto, porque es algo que disfruto, me gusta superarme. Ojalá tenga otra chance en Estados Unidos y como objetivo ver hasta dónde puedo llegar. Igual que en Italia. En el futuro, me veo jugando, hasta que el tiempo no me dé para más y darle lugar a lo que estudié”, aclaró quién se recibió de Licenciado en Relaciones Públicas en Rosario, en 2017.

“La realidad, es que cuando pienso en el futuro, con toda la incertidumbre que hay, te podes volver loco, porque no podes proyectar nada. Hoy te hace preguntarte mil veces lo que vas hacer, si vuelve o no el fútbol. Hoy quiero pensar en el día a día, el seguir entrenando, no quedar parado, ocupar la cabeza y dejando que el tiempo acomode todo en su lugar y después me pondré analizar lo que pasará”, indicó.

Igualmente la parte futbolística comienza a figurar la balanza. “La prioridad es Italia, porque tengo el pasaporte europeo y eso es lo primero, porque si no sería imposible jugar”, remarcó, aunque la idea de Estados Unidos, no lo desagrada. “Desde la sociedad y la organización, prefiero Estados Unidos. En Italia muchas veces no se cumplen con los contratos, hay atrasos, diferente que en América, que lo que se dice, se cumple”, detalló.

En el pensamiento, agregó: “Hoy, por mi edad y crecimiento, siento que puedo pisar fuerte en Estados Unidos por cómo el fútbol tomó un papel importante y se puede ver en la calidad de jugadores y lo noto en Eric (Remedi), un amigo, que crece cada día más y está muy cómodo”.

Sus pasos en el exterior

Dentro de la extensa charla con Mirador, Bonacossa contó los detalles de cómo llegó a jugar lejos de Argentina: “Italia comenzó en el 2015 una vez que tuve el pasaporte. Me ofrecieron sumar experiencia en un equipo que jugaba con elencos de Primera División”.

“(Maximiliano) Castrogiovanni (hermano de Martín, ex jugador de rugby), tenía contactos de fútbol en Roma, donde me probé y me llevó a unos elencos de Serie D, donde tuve buenas repercusiones y así fue como empezó todo”.

En base a su crecimiento personal, sostuvo: “Sentí que era un desafío el jugar en Europa, hacer conocer mi apellido y así fue como arranqué. Después llegó la oportunidad en Estados Unidos, donde por suerte, me fue muy bien, donde adquirí experiencia para llegar a Italia”.
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