Víctor Ludi

El artículo publicado por Mirador Entre Ríos el domingo 7 de junio, en el que se anunció que un grupo de allegados al boxeo paranaense tenía intenciones de conformar una nueva Comisión Municipal de Box dejando de lado al ex presidente de la entidad Héctor Bergara y al juez nacional Raúl Digiovani, hizo ruido en el mundillo del pugilismo de la capital entrerriana.

Durante las últimas horas de ese mismo día, Digiovani se contactó a través de las redes sociales con quien suscribió el artículo y solicitó la posibilidad de hablar por teléfono. La conversación se dio al otro día y su objetivo estaba más que claro: poder contar con el espacio para responder, sobre todo ante la afirmación que tanto él como Bergara “le han hecho muy mal al boxeo”, expresada por una de las fuentes en aquella publicación.

Tras acordar día, hora y lugar para reunirse, el actual vocal primero de la Federación Entrerriana de Box (FEB) hizo su descargo.

“Primero hay que aclarar que, ahora, para que los boxeadores locales puedan tener licencia, tienen que solicitarla a la Federación Entrerriana, que es el nexo con la Federación Argentina. Y quien está en ese asunto es el doctor Héctor Bergara, por lo que no podría ser dejado de lado. Si durante los últimos años, en los que no había Comisión Municipal, el boxeo paranaense se mantuvo vigente, mucho o poco, fue porque él intervino realizando un trabajo ad honorem desde su función en la Federación. Yo colaboro con él y considero que quién nos atribuyó que le hemos hecho muy mal al boxeo, está muy equivocado y actuó con mala fe. Quienes nos conocen saben muy lejos estuvimos de haberle hecho muy mal al boxeo, sino que todo lo contrario, ya que hemos contribuido con el deporte hasta poniendo plata de nuestro bolsillo”, fueron sus primeras palabras.

Luego, al ser consultado sobre cómo tomó esas declaraciones, reconoció que le molestaron. “Hablé con el doctor Bergara, que opinó que no valía la pena responder, más sabiendo desde donde venían -continuó-. Pero yo me molesté mucho porque fueron muy injustos con nosotros, ya que saben que trabajamos y le aportamos mucho tiempo, dinero y esfuerzo a cambio de ninguna retribución. Sólo por amor al deporte de los puños”.

Claramente ofuscado, el juez nacional no se guardó nada y retrucó: “Yo quisiera preguntarle a esas personas qué han hecho por el boxeo. Me gustaría escucharlos”.

De todas maneras, Digiovani aclaró que no considera estas diferencias a modo personal y aseguró que: “No tengo nada en contra de las personas que están en frente. Sí tengo que reconocer que no me han gustado algunas actitudes de Alejandro Gudiño hacia el doctor Bergara, y se lo he manifestado. Pero no puedo decir que he tenido problemas con ninguno”.

Nocaut técnico

Una vez que Raúl Digiovani hizo su descargo, se hablaron de otras cuestiones relacionadas a la actividad. Y uno de los temas insoslayable fue lo sucedido durante la anterior gestión municipal, en la que el ex intendente, Sergio Varisco, nunca firmó el decreto que aprobaba la Comisión Municipal que lo hubiese acreditado a él como presidente de la entidad.

Sin pelos en la lengua, el dirigente fue contundente: “Hay mucha gente que le hizo mucho daño a este deporte, sobre todo en la primera gestión de Sergio Varisco (1999-2003). Considero que esas mismas personas, sobre todo Roberto Sabioni, influyeron para que Varisco no firmara el decreto que aprobara la Comisión Municipal que se había elegido en 2015. Aunque más allá de eso, desconozco la razón principal por la cual no la aprobó. Tal vez haya sido por las diferentes posturas políticas que tenemos”.

“Cuando al año de gestión veíamos que hacíamos fuerza y Varisco no firmaba el decreto, nos dimos cuenta que algo raro pasaba -continuó-. Aunque nos dolió, dimos por perdida esa pelea y nos enfocamos en regular todo a través de la FEB”.

Pero Varisco y Sabioni no fueron los únicos apuntados por el juez nacional, quien también criticó a quien estuvo encargado del deporte paranaense. “El anterior secretario de Deportes Municipal, Atilio Carboni, me manifestó que no le gustaban los deportes de combate. Yo respeto su opinión de que no le gusten, pero él no separó sus gustos personales de la función pública que cumplía, lo cual fue un error que perjudicó considerablemente al boxeo”, remarcó.

Además, explicó cómo la acefalía dirigencial le restó al deporte de las narices chatas: “Al no tener entidad que regule la actividad a nivel local, el boxeo paranaense perdió mucho espacio tanto en la provincia como a nivel nacional. Era un lugar que habíamos ganado mediante gestiones y hechos, que lamentablemente dejamos de tener y debemos recuperar”.

Dar vuelta la página

Digiovani también se mostró esperanzado de que el cambio de gestión municipal, en diciembre del 2019, sea beneficioso para el pugilismo local.

“Ahora, con nuevas autoridades, estamos gestionando con gente cercana al intendente Adán Bahl para que se pueda regular la situación de la Comisión Municipal. Hablaremos con la gente de los gimnasios y personas ligadas al boxeo para conformar una comisión directiva. Cualquier persona que tenga vocación e intenciones de trabajar para el boxeo podrá ir a la cabeza, pero tiene que haber compromiso con el deporte ya que no es poca cosa estar al frente de una entidad. Tenemos que recuperar el lugar perdido”, explicó.

Además, destacó algunos nombres que, desde distintas funciones, están ligados al deporte: “Hay personas que han aportado mucho como José Cáceres y Pedro Lucas Comas. Con orgullo podemos decir que en Paraná hay una jueza nacional, la arquitecta Mariela Santini. Están los jueces Juan Weimer, Osvaldo Muñoz, Augusto Enrique, que cuentan con una dilatada trayectoria en el deporte; Cacho Ravera, nuestro histórico árbitro; y toda la gente de los gimnasios que trabajan para mejorar día a día el boxeo”.

La FEB tiene su subsede

La Federación Entrerriana de Box tiene su sede con domicilio legal en la ciudad de Gualeguaychú, desde donde se regula al deporte de los puños en la provincia. No obstante, Digiovani gestionó y logró que se instalara una subsede en Paraná, sita en calle Deán Funes 1768, con el propósito de facilitar trámites y poder nuclear a entrenadores, púgiles y allegados a la disciplina en la costa del río Paraná.