Carnavales en Victoriae

Entre colores y resistencia

Victoria es la Capital Provincial del Carnaval Entrerriano. El decreto provincial Nº 354, con fecha del 9 de abril de 1976 selló una década de competencia con Nogoyá, ciudad vecina, en la cual se apelaron a las herramientas más creativas y engorrosas para quitarle el merecido título.
01-07-2020 | 22:32 |

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Flyer promocional de los carnavales del 75 y la elección de la reina.



Ignacio Etchart
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La realización de este escrito, al igual que las entregas previas en MIRADOR ENTRE RÍOS, está basado en la tesis de grado titulada “Cronología Histórica de los Carnavales de Victoria: 1868 - 2010”, desarrollada por Mónica Mereles. Sin todo su trabajo, esto no hubiese sido posible.

El espíritu revolucionario y cosmopolita de los 60’, que tanto transformó a los corsos de Victoria, ciudad ubicada al suroeste de la provincia de Entre Ríos, se pintaba de nuevos matices. Frente a los tonos fluorescentes del amarillo y verde carioca importados por la juventud durante aquellos años, ahora se los encuentra difuminados por el camuflaje de las Fuerzas Armadas.

El 24 de marzo de 1976, Isabel Martínez de Perón era destituida de su cargo en la presidencia de la Nación, asumiendo el Teniente General Jorge Rafael Videla en su reemplazo. Se inauguraba la etapa más oscura de la historia argentina, pintada de sangre y luto por las pinceladas de la prohibición, la tortura y la desaparición.

Una realidad frente al fervor

Un sábado 9 de marzo de 2003, el semanario Paralelo 32 publicó un segmento titulado “Chau Momo”, donde rescataron archivos referidos a la organización de los carnavales durante la segunda mitad de los años 70’.

Entre ellos, se encontraba un comunicado realizado por la Comisión de Corsos de 1977. Dicha publicación fue socializada por el periódico local El Crisol con fecha del martes 18 de enero de ese mismo año, en la cual la Comisión, presidida por Don Luis Capatto e integrada por “los Sres. Miglioli, Casanova, Lami y Lorenzo”, se dirige a la comunidad relatando una problemática de aquel momento.

Dicho comunicado expresaba que “una circular del anterior Ministro de Gobierno de la Provincia, que aconseja la supresión de los Corsos Oficiales y que estos fueran realizados por instituciones privadas, vino a significar la posibilidad de una nueva frustración para las inquietudes de Victoria.

No existe en Victoria institución privada alguna que pueda asumir la responsabilidad de mantener la jerarquía, lograda a través del esfuerzo del pueblo y de las instituciones, que siempre aunaron en torno al municipio y a las fiestas del carnaval, que consiguió nuclear gente de todas las ideas políticas, en pos de un ideal común: la realización del Corso Oficial que, año a año, demuestra que es el más importante acontecimiento que se realiza en cuanto a beneficios económicos para Victoria. El flamante Ministro de Gobierno no puede desconocer esta realidad y fervor popular”.

Sin embargo Chau Momo continúa su relato, describiendo que a pesar de las tensiones, desconciertos e incertidumbres durante aquellos momentos, finalmente los carnavales de 1977 se efectuaron de tal manera que “un entusiasmado cronista de la época lo describió así: Este año, Victoria estuvo a la altura de las acontecimientos para revalidar su honrosa distinción como Capital Provincial del Carnaval”.

En contra de todo

Como cereza del postre, opuesta a toda narrativa que trascendía a lo largo un país, que se encontraba gobernado por una dictadura militar, Victoria, gracias a su gente, rebautizó se esencia.
Fue durante la noche inaugural de 1977 cuando el inspirado espíritu de identidad, aquello que tanto caracteriza a los victorienses, inscribió en la memoria de todos el pseudónimo que inicia las letras de su himno. Desde esa noche, Victoria se transformó para siempre en La Ciudad de las Siete Colinas.

La segunda mitad de la década de los 70’ está llegando a su fin. Paralelo al terrorismo de Estado y a las continuas intervenciones al gobierno de Entre Ríos por parte de las Fuerzas Armadas en el Ejecutivo Nacional, los carnavales mantienen su ritmo.

Las coronaciones no se detienen y la Reina Provincial de 1976 fue Patricia Ridolfi, de Paraná; en 1977, Margarita Ventura, de Gualeguaychú; Cristina García Martín, representante de Victoria ganó en 1978 y Diana Gastaldi, también oriunda de Gualeguaychú, en 1979.

En el futuro, la tradición

Los 80 soplan vientos de democracia. Como señal de buen augurio, el 23 de enero de 1980, la Dirección de Turismo de Entre Ríos otorga oficialmente al carnaval de Victoria, a través de la resolución Nº 002, el carácter de Festival Provincial. Sumado al reconocimiento, la representante de la ciudad María Fernanda Cesarego fue coronada con el máximo galardón. Su heredera al trono en 1981 fue María M. Open, de Gualeguaychú, y al año siguiente, María Gastaldi, de Galarza.

El periódico Crisol publicó el domingo 28 de febrero de 1982 un artículo titulado “La Gran Fiesta”. En él se relata que “Victoria tuvo su gran fiesta. Esa que tiene sabor popular, la que está enraizada en el corazón de los lugareños y que cuenta con una añosa tradición: los carnavales”.

Continúa la nota describiendo que “con una presencia simpática, llena de reminiscencias de otras etapas de nuestro corso, ha sido la aparición de la ‘tropilla’ de caballitos de lona. Muchos niños, con sus armazones de alambres y su cobertura de lona, en atropelladas y carreras sin cesar, ponen en presencia de los tradicionales caballitos en el circuito del corso”.

Además, le hace una mención especial a la labor realizada por el instituto de Artes Visuales, cuyos “grandes mascarones que ha presentado bajo el nombre de ‘burbujas locas’, es otra de las atracciones que causan admiración y merecidos aplausos de quienes noche tras noches siguen el gran carrusel de nuestro carnaval”.

Cien años se cumplen de aquellos primeros grupos musicales, atisbos de reglamentos y formalidades. Resistente pero nunca ajeno al paso del tiempo, los corsos de Victoria se acercan al siglo XXI con más plenitud y color que nunca antes en su historia.

Pero sobre esto y mucho más, ya palpitando el fin de este hermoso e histórico recorrido, se podrá leer en el próximo número de MIRADOR ENTRE RÍOS.

PARTE 1

PARTE 2 

PARTE 3

PARTE 4 

PARTE 5
Temas: ENTRE RIOS 
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