Lucía Torres
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Miguel Angel Cardozo es el titular de la Delegación Departamental de Trabajo, oficina desde la cual suelen realizar inspecciones en lugares de trabajo, reciben denuncias, actúan por los derechos de los trabajadores cuando éstos son vulnerados y logran acuerdos que sirvan a ambas partes. Pero en esta cuarentena, aunque los reclamos y denuncias siguen siendo de la misma índole, la modalidad de trabajo es distinta.

Mediante la resolución n° 0237 de la Secretaria de Trabajo y Seguridad Social de la provincia de Entre Ríos, se dispuso que, "por el protocolo de bioseguridad ante el coronavirus, todas las audiencias se deben realizar de manera virtual".

Además, la atención en las oficinas también tuvo cambios, el organismo atiende por turnos que se sacan vía online o telefónicamente, y actualmente se están entregando turnos recién para agosto y siguientes.

Éstos cambios comenzaron desde el pasado 10 de junio, "fueron días de muchos cambios y que nos demandó aprender cosas nuevas", aclaró Cardozo. El secretario contó que comenzaron con las audiencias virtuales, "primero hay que hacer las notificaciones a las partes, patronal y empleados, esto también virtual, luego llamamos a la partes y las audiencias se hacen vía llamada de WhatsApp grupal, ahí se plantean loso argumentos de cada lado, y nosotros hacemos la mediación".

En cuanto a los resultados obtenidos en esta nueva forma de trabajar aseguró que "afortunadamente se están llegando a varios acuerdos, esto nos pone muy contentos porque es precisamente nuestra función" dijo. Más adelante, Cardozo se refirió a la situación comercial y económica actual, que en esta zona depende mucho de la actividad productiva citrícola y explicó que "no escapamos a la realidad nacional y provincial, estamos tratando de solucionar la problemática que hay en la zona, tratamos de evacuar todo tipo de consultas por vía telefónica, nos llegó otra resolución donde se informa la parte de reclamos, asesoramientos, y presentación de documentación, así que vamos aprendiendo a trabajar de esta manera en el día a día".

Al ser consultados sobre las actividades que más consultas o denuncias presentan aseguró que provienen de todos las actividades prácticamente, "quizás más de los comercios de gastronomía y mucho de la citricultura y aserraderos, que son actividades que nunca pararon". De éstas últimas actividades, la citrícola y la de aserraderos añadió que "vienen cerca de 50 colectivos por día, son alrededor de 3.000 empleados que vienen a la zona, además de unos 600 camiones por semana, entonces es importante que se trabaje en la prevención y el control con estos trabajadores", aseguró.

Elisa Moix, secretaria de Gobierno y Hacienda de Chajarí, se refirió a los controles que realizan desde el ámbito local, aunque no sólo teniendo en cuenta el control de las normas en sí, sino también, acorde a los momentos que corren, el acompañamiento que hacen a comerciantes locales que, por no poder trabajar en su rubro debido a la cuarentena, se "reinventaron" y añadieron o directamente cambiaron su actividad, "entonces se los asesora de cómo, con la habilitación vigente, añadir actividades para poder trabajar, pero siempre estando en regla", dijo la funcionaria.

La actividad comercial de Chajarí se maneja desde la Mesa Coordinadora de habilitaciones, oficina desde la que se desprende que "hubo muchas bajas, principalmente de locales que estaban en pleno centro de la ciudad, no tantas como uno podría imaginar, pero hay que resaltar que también hubo altas, nuevos comercios que se abrieron en esta cuarentena, eso es importante".

Ante esta situación, "el trabajo de las inspectoras que están trabajando en el área es no solo de control, sino también de acompañar a los comerciantes en este momento", sostuvo Moix sobre este rol.

Las inspectoras son las encargadas de fiscalizar el proceso de habilitación, con el asesoramiento para que el comercio cuente con todo lo que necesita. "En esta cuarentena estuvieron inspeccionando a grandes rasgos, porque dada las circunstancias tampoco era el momento para hacer un control tan exhaustivo, porque mucha gente tuvo que incursionar en otras áreas de venta para poder facturar algo, porque estuvimos mucho tiempo en fases donde muchas actividades no pudieron trabajar, tratamos de ser versátiles, sabemos que la gente quiere y necesita trabajar", remarcó la secretaria.

En cuanto a los que cambiaron de rubro comentó el caso de, por ejemplo, un conocido boliche bailable que pasó a ser verdulería para poder subsistir, "lógicamente tenían costos como sueldos y otros tributos que debían hacerle frente, entonces se les agregaron estas actividades a la habilitación vigente, y las chicas de inspección asistían y asesoraban en estos casos, tratamos de que no estén solos en esta situación que están atravesando", señaló.

Otro de los aportes que realizaron desde el municipio para estos rubros fue la excepción del pago de impuestos municipales para los comercios que no tuvieron facturación en marzo y abril, y luego se extendió a mayo y junio "es un auxilio desde la parte impositiva en lo que corresponde al municipio".

Finalmente, Moix dijo que al momento en el ejido de Chajarí sólo se registró una clausura preventiva, y sí notificaciones, "en general el comerciante cumple las normas, estamos satisfechos con el compromiso de los contribuyentes".