Larga inactividad

Los espacios culturales están ante una durísima situación

Referentes de distintos espacios culturales de Paraná brindan testimonio de la difícil situación que están atravesando luego de 5 meses sin actividad y sin ninguna medida estatal que los ayude a suavizar los costos propios del mantenimiento. Las consecuencias de este largo parate, que se extiende al resto de la provincia, se ven reflejados en el cierre de la histórica escuela de teatro Saltimbanquis.
07-08-2020 | 16:21 |

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La falta de público ha generado un grave perjuicio en la economía de distintos espacios culturales.




Aldana Badano
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Los Espacios Culturales Autogestivos de Entre Ríos se encuentran agrupados en la red Oté Danán que nuclea a 23 centros de toda la provincia. Desde esta red se exige una respuesta del Estado ante la necesidad económica de estos espacios luego de 5 meses sin poder trabajar. Uno de los principales pedidos es que se declare la Emergencia Cultural en la Provincia de Entre Ríos. Entendiendo a la Cultura como un Derecho y al Estado como Garante, se exigen respuestas urgentes.

El miércoles por la mañana dos representantes de la Red Oté Danán se reunieron con autoridades municipales y se decidió que a partir mañana se realizará la reapertura de salas de ensayo y salas de teatro para talleres con una gran cantidad de protocolos que los responsables deberán llevar a cabo, generando a su vez gastos extras, que no son sencillos de afrontar en esta situación ya que es palpable la incertidumbre sobre cuántos estudiantes retomarán los talleres en este contexto de pandemia.

Un hasta luego

Carlos Vicentín, titular y responsable de Saltimbanquis, comenta las razones del cierre de la sala luego de 20 años de trayectoria formando actores. “Son días de mucha tristeza pero pusimos en la balanza una serie de variables y se nos hizo muy difícil continuar y tomamos la decisión que nos pareció mejor. Tuvimos que invertir dinero de otros sectores y no generamos ingresos en estos largos meses. Además los protocolos para retomar las actividades son muy estrictos y costosos y la modalidad nos resulta antipedagógica porque reducir los grupos haría que siempre quede alguien afuera”. “Queremos mantenernos fieles a nuestra esencia y filosofía y las condiciones no estaban dadas, entonces decidimos tomarnos una pausa, esperamos que solo sea una pausa este tiempo, y poder volver cuando el contexto sea más saludable y apropiado. Agradecemos a toda la gente que nos ha dado tanto cariño y apoyo y un amor increíble y seguramente volveremos en otro momento con más fuerzas”.

También señaló que “esto que nos pasa a nosotros como espacio no es algo aislado, el resto también la está remando en cemento, solo que nosotros tomamos una decisión determinante. Creo que el gesto de la reapertura a espacios de formación cultural es muy bueno pero creo que también los gobiernos tendrán que estar muy atentos porque a los espacios les está costando mucho sostenerse y quizás detrás de Saltimbanquis siga otro y no podemos seguir perdiendo espacios de formación, circulación y producción artística”.

Urgencia

Jesús Fercher, actor, docente de teatro y director, es el responsable de Arandú, una sala de teatro de Paraná con 4 años de trayectoria, comenta: “Estamos en una situación de urgencia en la que llevamos meses con el cierre de los espacios” y luego agrega “También entendemos que por más que podamos brindar talleres no habrá mucha actividad porque la gente tiene miedo y no va a mandar a sus hijos a tomar clases de teatro. Sin embargo, durante estos meses estuvimos llevando adelante workshop de antropología teatral que funcionaron muy bien”. “Además, en cuanto a las funciones de teatro, que era nuestro mayor ingreso, no sabemos cuándo volveremos a retomar una actividad normal”. “En este contexto tuvimos muy pocas respuestas del municipio y recién hace unos días tuvimos una reunión en la que nos pudimos sentar a charlar con las autoridades, gracias a que nos agrupamos como red”.

Por su parte, Valeria Follini, licenciada en Teatro en la Universidad Nacional del Litoral, actriz, directora, dramaturga, docente, investigadora e integrante del grupo paranaense Teatro del Bardo que tiene 21 años de trayectoria también compartió sus impresiones con MIRADOR ENTRE RÍOS. A su vez, tiene un espacio de formación pedagógica llamada la escuela del bardo que funciona en calle Almafuerte 104. “Desde el espacio estamos atravesando este momento reestructurándonos y reinventando el espacio para albergar las actividades con los nuevos protocolos e intentando gestionar dinero y pensar estrategias para no cerrar las puertas”. “Lo que queremos es permanecer abiertos y estamos poniendo todo nuestro esfuerzo para que el espacio siga, teniendo en cuenta que los espacios culturales en Paraná no abundan”. “creo que hay que ser absolutamente creativos tanto nosotros como grupos culturales que realizamos espectáculos para la comunidad como también las autoridades para ver las características específicas de cada disciplina artística y cada labor cultural y así ver cuáles son los protocolos específicos que hay que construir para que esas actividades se puedan hacer con los debidos cuidados”. “Por otro lado creo que hay que empezar a abrir las actividades al aire libre, por tratarse de actividades de menor riesgo, y es necesario también que el Estado sea el generador de estos espacios para que los artistas reciban una remuneración económica acorde”.

Larga espera

Juan Carlos Gallego es actor, director, dramaturgo, docente, escritor y presidente de la Asociación Cultural AR Teatro, ubicada en calle Tucumán 378 de Paraná. “Los espacios culturales independientes venimos sin actividad desde hace mucho porque además de los 5 meses de la cuarentena, se suma el verano porque no suele haber posibilidades de trabajar, por lo que hace casi 8 meses que estamos en esta situación, lo cual nos ha generado un terrible desasosiego porque no hemos recibido ningún tipo de ingreso aunque si recibimos una ayuda en forma de subsidio que nos brindó el Instituto Nacional de Teatro para ayudarnos a solventar esta crisis”. Finaliza reflexionando: “Si bien la pandemia no tiene culpables, la administración de la misma tiene responsables y esa es la gente que no nos permitió abrir las puertas cuando si se les permitió a otros sectores y esa gente es la que ahora tiene que hacerse cargo de dar alguna pequeña ayuda”.

Raúl Eusebi, licenciado en Teatro, Arquitecto, docente del Profesorado de Teatro, con 25 años de trayectoria haciendo teatro es el titular del “Callejón de los sueños”, espacio que lleva más de un año sin actividad. Al respecto cuenta: “Las ayudas fueron insignificantes, nunca tuve "contactos" adentro de INT ni participación política partidaria. Después hice un convenio para poder abrirlo con una persona de teatro que no tuvo esos problemas, así se pudo abrir. Del gobierno conmigo nunca ha hablado nadie para preguntarme si necesitaba algo para ayudarme. Hace muchos años que hago teatro y eso nunca fue algo que me haga aflojar. Los gobiernos deberían ayudar a las personas que emprendemos estos objetivos más allá de la participación política partidaria. Nunca conocí un funcionario/a que pudiera hacer visible un pensamiento crítico hacia adentro cuando se hacen injusticias y mantener el cargo. Los ideales que se construyen por años se pierden en esos lugares donde para participar hay que hacerle caso al jefe. Yo no considero eso construcciones colectivas, son verticalistas y autoritarias. Hablo desde mi experiencia y no desde un partido político en especial, sino de todos. Parafraseando a Alberto Ure, nosotros no necesitamos el teatro, el teatro nos necesita a nosotros. Con la democracia pasa lo mismo”.

Varias aristas

Claudia Zaragoza es actriz, directora y docente teatral desde hace treinta y cinco años. Estudió Licenciatura en Ciencias de la información (hoy comunicación) y Licenciatura en Teatro (UNL). Dicta talleres de teatro desde hace muchos años y trabaja en el centro cultural La Hendija, entre otras cosas en la tarea de organizar la agenda de las actividades que allí se realizan.

El Centro Cultural La Hendija cumplió treinta años de incansable actividad en Paraná. Se ubica en calle Gualeguaychú 171.

“En cuanto a la situación que nos ha planteado esta pandemia y la suspensión de actividades se presentan varias aristas. Una de ellas es la manutención del espacio (gastos de limpieza, pago de luz, gas e impuestos) que se ha tratado de solventar de la manera en que fue posible agudizando el ingenio en muchos casos y/o posponiendo obligaciones. Otra es la imposibilidad de realizar actividades que (más allá de los espectáculos que por el momento es algo lejano) contribuyen al sostenimiento del Centro Cultural. Estas actividades son básicamente el dictado de talleres y los ensayos de los grupos teatrales y otros. El dictado de talleres (acrobacia aérea, fotografía, clown entre otros) no solo contribuye al sustento del espacio, sino al sustento de quienes los dictan, quienes que ante la imposibilidad de realizarlos se encuentran en una situación muy problemática y con pocas miras a una salida ya que subsisten básicamente por el dictado de los mismos”.

Falsa alarma

“En cuanto a la respuesta del municipio al pedido de reapertura de los espacios, a principios de junio se presentó en mesa de entradas una cantidad de firmas virtuales pidiendo el comienzo. Desgraciadamente esto fue unos días antes de que se produjera el cierre debido a la aparición de casos en la ciudad y todo se retrotrajo nuevamente. En las últimas horas, en una reunión a la que se convocó a diversos espacios, la Municipalidad informó la posibilidad de que esta apertura se dé en los próximos días. Desde La Hendija realizaremos una reunión con quienes trabajan en el espacio para coordinar los protocolos bajados desde el gobierno y pensar propuestas entre quienes conformamos el espacio esperando esta vez poder concretar esta posibilidad debido a que la necesidad de trabajo es cada vez más acuciante”.

Para finalizar agrega “A título personal espero que nuestras voces sean escuchadas y que se entienda que la actividad cultural es una actividad esencial para la vida y el desarrollo mental, físico, moral y espiritual de todos los seres humanos. No queremos que ninguno de los espacios culturales de Paraná cierre. De mi parte, un abrazo envolvente a Saltimbanquis y a todos los ámbitos en donde la cultura se manifiesta para bien de todos nosotros”.
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