Luis Gómez

Las distintas fases de aislamiento social preventivo y obligatorio casi llegan a los cinco meses en Argentina, luego de la declaración de pandemia por el nuevo coronavirus.

A pesar de las aperturas graduales a determinadas actividades –más allá de que se mantuvieran o padecieran retrocesos–, el mundo deportivo asiste a una parálisis que afecta no solo a quienes lo practican o se relacionan con el mismo para sostenerse económicamente.

Las voces que hablan de sus beneficios para la salud y las conclusiones de base científica ganan cada vez más terreno y cuestionan seriamente a las decisiones tomadas por autoridades estatales.
Hace algunas semanas, en Paraná y buena parte de Entre Ríos se conoció un manifiesto de profesionales de ciencias del Deporte y la actividad física, que podría resumirse en lo siguiente: preocupación por los inconvenientes que acarrean las medidas adoptadas y por el deterioro de la calidad de vida de la población, profundizado por el sedentarismo. Asimismo, intranquilidad por la posibilidad coartada de mantener una vida activa y hábitos saludables.

Los voceros de esta declaración organizaron días atrás una charla abierta virtual en la que ampliaron su mensaje multidisciplinario.

MIRADOR ENTRE RÍOS accedió a la convocatoria, de la que tomaron parte referentes de la comunidad del deporte y la Educación Física y ciudadanos interesados.

Cuarentena y riesgos

Al iniciar las exposiciones, el cardiólogo y especialista en Medicina Deportiva Néstor Lódolo (M.P. 6.893) explicó por qué la cuarentena es un nuevo factor de riesgo para la salud física y mental del hombre.

“Se manifiesta aumentando los riesgos cardiovasculares, el sedentarismo y la ansiedad”, resumió el ex presidente de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), antes de ahondar en ellas.
El también profesor de Educación Física, no dudó que en esta profesión reside “el mejor agente sanitario” y consideró que su rol debe ser el de “asesorar a las autoridades y establecer lugares seguros”.

Así, encomendó a sus colegas alentar a la resiliencia desde el movimiento y enfatizar en la incentivación, “para que quien era activo continúe así y quien no lo era se vuelque a la actividad”.

No solo ejercicios

En tanto, el profesor de Educación Física Sergio Alfonsini abogó no sólo por autorización para la actividad física, sino por salidas recreativas.

“La actividad física es necesaria y hemos tratado de mantenerla, pero no es suficiente. No tenemos el tránsito y la ocupación de la mente con otras personas. Estamos sentados frente a la computadora, el televisor y el celular, disminuyó el gasto calórico y el resultado es negativo para todos”, reflexionó.

“A esto no escapan los deportistas, aunque hagan actividad en su casa. Hay desadaptaciones en lo muscular como en lo psíquico: pérdida de musculatura y de densidad ósea; alteraciones metabólicas, en el control motor y en el estrés emocional”, prosiguió el eminente entrenador de atletismo.

Al respecto, pidió: “Seamos conscientes de que el tiempo que pasó no puede recuperarse. Hay que empezar de nuevo, ser progresivos y saber que estamos expuestos a lesiones”, completó.

Prevenir es clave

Alertando sobre las consecuencias de la inactividad física, Jorgelina Barrera, licenciada en Nutrición Clínica y Deportiva (M.P. 15.189), destacó la importancia de esta ciencia en la prevención de enfermedades no transmisibles (ENT).

“El sobrepeso y la obesidad son enfermedades crónicas de los argentinos. Se estima que alcanza al 66 por ciento de la población y la padecen todos los sectores etáreos, siendo cada vez mayor en los niños. En el mundo, son responsables de 2/3 de las muertes por ENT, pero en Argentina llegan al 73%”, aseguró.

“Se manifiestan por el excesivo consumo de los alimentos, que son más fáciles de acceder en situaciones de encierro”, apuntó la ex tenista.

“De allí la importancia de la actividad física. Está en nosotros prevenir y generar ejercicios en los pacientes, para mejorar no solo el físico, sino el sueño y la autoestima, sino su capacidad cardiorrespiratoria, ayudar a quemar calorías y disminuir el mal humor. Indicar movimiento es indicar salud”, concluyó.

Es el momento

Por su parte, el psicólogo Adriel Levy, especialista en Psicología del Deporte y la Actividad Física (M.P. 1.496), aportó su enfoque superador.

“Las crisis generan miedo u oportunidad. Los que enfocamos en la segunda, somos capaces de aprovecharla y la pasamos un poco mejor. Esta situación es una gran oportunidad para generar sinergia entre el Estado y las instituciones”, planteó.

Apelando a la jerga deportiva, el ex basquetbolista dijo: “La pelota está de nuestro lado. El protocolo lo debe presentar cada entidad, pero el control es ineludible de parte de quienes toman decisiones. Ambos son importantes, pero más aún la responsabilidad individual”.
Por último, llamó a recordar que el concepto de salud incluye a la salud mental.

Hay esperanza

En cuanto al bioquímico Jorge Barrera (M.P. 302), compartió sus expectativas por los buenos indicadores que brinda la vacuna AZD 1222, desarrollada por la Universidad de Oxford (Gran Bretaña) y la farmacéutica Astra Zeneca.

“Está a punto de tener sus resultados y dio prometedoras respuestas en pacientes de Gran Bretaña, Brasil y Sudáfrica. Nos debe alegrar para que no extendamos la cuarentena y no nos amarguemos”, declaró.

Acentuando en el mensaje común, el especialista en Ejercicio y Antidoping insistió en que la inactividad de gran parte de la población “lleva a que no cumpla con una dosis importante de su alimento: la actividad física”.

“El deporte ha sido estigmatizado”

Otro de los valiosos aportes que produjo el foro convocado desde los profesionales del deporte y la actividad física fue el de Julio Gamarci.

El subsecretario de Deportes de Paraná no dudó de que el trabajo conjunto de los convocantes y las autoridades influirá en la agenda de las siguientes aperturas de actividades.

“La propuesta es capitalizar este trabajo de compartir conocimientos para que llegue a los especialistas y a las autoridades de la ciudad y de la provincia. Éste es el camino que nos puede iluminar desde el deporte para convencer a quienes toman las últimas decisiones sobre como continuar con la actividad física”, propuso.

Sin quitarle peso a los consejos y advertencias necesarias para el retorno a la plena actividad deportiva, el referente del sóftbol –que el año pasado condujo a la selección mayor masculina a consagrarse campeona mundial– evaluó: “El lugar del deporte ha sido estigmatizado en esta situación, cuando en realidad es el principal vector para que sea menos perjudicial”.

Nueva normalidad del fútbol

La participación del traumatólogo Juan Manuel Hermida, integrante del staff médico del Club Atlético Patronato (CAP), posibilitó que los participantes de la charla de profesionales del deporte conozcan aspectos del protocolo para el retorno a los entrenamientos de entidades afiliadas a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

“En mayo último, en Holanda y Bélgica se avanzó en el primer estudio aerodinámico sobre los fluidos (en túneles de viento) de personas que hacen actividad física. Algunas federaciones internacionales de deporte hicieron protocolos para volver a la actividad y la AFA tomó la posta de Conmebol para trabajar en ello”, explicó.

El protocolo, que cuenta con el visto bueno del Ministerio de Salud de la Nación y de los asesores presidenciales, tiene estos caracteres.

Trabajo bajo sistema “en burbuja”, de seis a 10 jugadores, que no pueden mezclarse fuera de cada una. Testeos: previo (72 horas), antes del entrenamiento y semanal.

Desinfectación y limpieza del predio previos.

Ingreso: en forma particular (dos personas como máximo). Posibilidad de uso de transporte grupal para divisiones inferiores.

Toma de temperatura, datos de síntomas respiratorios u otros signos de Covid-19.

Trabajo: en forma individual y con mínimo personal.

Distancias: de 1,50-1,80 metros.

Uso de barbijo: solo los jugadores están exceptuados.

Evitar compartir equipamiento (como agua o mate).

Retiro: con la misma indumentaria. Aseo: en cada casa (no se utilizan vestuarios del club).

El modelo proyectado por Patronato se aplicaría a 24 jugadores, divididos en cinco sectores en su complejo de entrenamientos.