Padel y el lado positivo de la pandemia

Un tiempo para encontrar el equilibrio

Más allá de lo negativo que resultó esta temporada para el deporte argentino a raíz del receso obligado por la pandemia, al paranaense Matías Rivera, el mejor jugador entrerriano de la actualidad, el parate le valió para encontrar una armonía y reproyectarse en vistas a lo que viene.
11-08-2020 | 23:20 |

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“En algún punto, el haberme preparado tanto y que no haya tenido actividad en un principio me afectó”, expresó Rivera.


Gabriel Baldi

Dicen que de toda crisis, siempre surgen las mejores oportunidades. El trago amargo que causó la pandemia en las distintas esferas de la sociedad es irrefutable. No obstante, dependiendo de cómo se lo mire, el receso fue para muchos un punto de inflexión. Implicó un momento oportuno para barajar y dar de nuevo. Para reencontrarse con uno mismo.

Al menos así lo sintió el jugador de padel paranaense Matías Rivera, el mejor entrerriano de la actualidad, situado en el decimoctavo lugar del ranking profesional nacional.

El pádel, deporte que tuvo su auge a finales de 1980 hasta mediados 1990 y que desde hace algunos años ha vuelto a ser popular en el país, fue uno de los primeros en volver a la actividad en Argentina en el marco de la pandemia. En nuestro país hay más de 2.000 clubes y 3 millones de personas que lo practican, entre federados y amateurs.

“El profesionalismo cuesta. Cuesta entrenamiento, dedicación y economía. Pero vale la pena. Todo es costoso y uno mismo debe ir en búsqueda de sus propios anhelos”, manifestó.

En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, Rivera, quien se iniciara en la actividad desde chico, en el barrio La Milagrosa, que lo vio crecer, dio cuenta de sus sensaciones respecto a esta particular temporada, en la que esperaba dar un gran salto deportivo. Además, analizó el panorama que le dejó el receso y contó cómo fue volver a la acción, con el retorno de los entrenamientos. Asimismo, habló de su futuro. “Quiero ir por mucho más”, indicó.

-¿Cuánto te afectó este receso provocado por la pandemia?

-La verdad que fue muy duro, porque venía de dos temporadas muy buenas y especialmente llegaba con un trabajo de pretemporada espectacular. Con un esfuerzo enorme, estuve entrenándome un mes en una academia de La Plata. Lamentablemente, esta cuarentena me hizo volver todo hacia atrás. Había sido una de las mejores pretemporadas que había realizado en toda mi carrera. A todos les pasó lo mismo.

En algún punto, el haberme preparado tanto y que no haya tenido actividad en un principio me afectó. Psicológicamente para cualquier deportista, este año sin actividad es un golpe fuerte. Pero en lo personal, la verdad que más allá de la desilusión nunca bajé los brazos. Como pude me entrené en casa, con los materiales que tenía y con la rutina que me enviaban los profes. Por suerte desde la semana pasada volvimos a la cancha. Fue un gran alivio. Hoy ya estoy entrenándome en doble turno en el Américas Padel y Palermo Padel y quiero ir por mucho más.

-¿Cuándo sentiste que podías vivir del padel?

-Desde chico viví el padel como una actividad recreativa para compartir en familia. Paulatinamente me fui tomando el deporte más en serio hasta llegar al día de hoy, en el que puedo disfrutar de dedicarme a esta actividad a tiempo completo. Puede ser que desde los 15 en adelante vi al deporte de otra manera, mucho más serio. Vivir del padel en sí, de todos modos, es muy difícil. Al menos en Argentina. En nuestro país, solamente las dos mejores parejas del país viven de lleno de esto. Particularmente me encuentro entre las seis u ocho mejores parejas del país. No obstante, me dedico a tiempo completo y con la ayuda de sponsor y patrocinantes, obtengo el plus necesario para poder vivir de esto.

-¿Te trazaste también objetivos internacionales?

-Me gusta mucho viajar. He disfrutado de ser parte de distintos torneos en países limítrofes así como en México, Miami o Las Vegas. Sin embargo, mi objetivo principal es crecer a nivel nacional. Al menos por el momento. Con 27 años que tengo, siento que este es el momento de madurez para lograr lo que me proponga. Entrenándome y con la cabeza fría, sé puedo lograr todo lo que pretenda.

Me gustaría jugar en España, que es la meca del padel mundial. Todavía me quedan un par de años, así que no pierdo la ilusión.

-¿Te quedas con algo positivo de esta cuarentena?

-Rescato varias cosas. Por un lado, a las personas que siempre estuvieron a mi lado. Por otro, a los sponsors que tengo que siempre mantuvieron su respaldo hacia mí y eso es algo que valoro mucho. Sobre todo en tiempos difíciles como el que estamos atravesando, sin actividad, ellos siempre estuvieron presentes. Mientras que en un tercer aspecto, hay gente que me dice que soy una persona muy acelerada, entonces creo que esta cuarentena me ayudó a bajar un cambio, a reorganizarme y pensar mucho. Sin dudas buscaré aplicar eso después dentro de la cancha. Considero que cuando todo vuelva a la normalidad, mi cabeza estará muy tranquila y voy a trabajar de otra manera. Soy un jugador de mucha constancia y entrenamiento, entonces sé que tengo que aplicar lo que me dejó esta cuarentena a diario en cada práctica.

Según lo que nos han dicho, este año no habría actividad. Más que entrenar y seguir poniéndonos a tono con paciencia y manteniendo el esfuerzo, no hay por hacer.

El boom de la disciplina

“A nivel nacional el padel está pasando por un gran momento. Está volviendo a ser un boom como lo fue en los años ’90. Hace varios años había escuelitas de padel por todos lados. Hoy ya no hay tantas, pero hay muchos torneos, ligas y campeonatos que cautivan a mucha gente.

Hay también cada vez más jugadores y muchas canchas de distintas características en todo el país. Y Entre Ríos no es la excepción, porque cada vez tiene incluso mejores canchas.

Además, la disciplina va creciendo a gran escala a nivel mundial. Creo inclusive que en poco tiempo, va a estar entre los deportes olímpicos”, sostuvo Rivera.
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