Gabriel Obelar

Como en todo equipo profesional, al inicio de cada temporada, o más bien pretemporada, asoman caras nuevas, no solo de refuerzos, sino también de las jóvenes promesas de cada institución, aquellos juveniles que se destacaron en su categoría o Reserva, a los cuáles observan y estudian.

Uno de esos casos, es el de Juan Guasone, marcador central, categoría 2001, que arribó a Patronato en el 2018 y comenzó a dar pasos firmes en inferiores, hasta que Gustavo Álvarez decidió incluirlo en la lista de profesionales que realizan la preparación de cara a la Liga Profesional de Fútbol.

“Era una ilusión poder a entrenar con el primer equipo, por suerte se me está dando y estoy feliz”, le confesó el oriundo de San Nicolás de los Arroyos, departamento en el Norte de la Provincia de Buenos Aires a Mirador Entre Ríos, vía telefónica, ya que cumple con el estricto protocolo dispuesto por el club.

Primera experiencia

Luego de alternar titularidad en Reserva durante la temporada 2019/20 y de un buen papel en Quinta División, afronta la primera pretemporada con el elenco de Primera División, en el regreso a las prácticas post pandemia.

“Las primeras semanas fueron difíciles por la inactividad, después de cinco meses, los primeros días costaron”, contó el central, que día a día se siente más profesional.

“Ahora ya me estoy acostumbrando y me estoy poniendo bien físicamente, además de conocer al plantel y al cuerpo técnico”, contó.

En la misma idea, se refirió a la nueva metodología de entrenamientos, grupal, pero de forma individual por protocolo: “Para todos es muy raro, nosotros estamos acostumbrados de siempre a entrenar en manada. Todavía siguen siendo individuales las prácticas, ahora somos doce por grupo, pero volviendo a la normalidad, por así decirlo”.

A su vez, habló del día a día de un juvenil, que cumple el protocolo viviendo solo: “Es básicamente una burbuja, levantarse, ir a entrenar, volver. Antes de las restricciones iba al gimnasio, pero no mucho más”.

“Trato de cuidarme porque hay que ser responsable, más en el lugar que me toca estar a mí y tengo que cumplir. Tengo un supermercado cerca de mi departamento y trato de ir poco, cuando lo hago son compras grandes. Cuando llegué de Rosario traje comida para no salir mucho”, indicó.

Patrón y Paraná

A esta altura, el apellido Guasone ya no es un nombre que pasa desapercibido en el Mundo Patronato, más allá de que aún tiene un largo camino por recorrer: “Esta bueno que empiece a sonar el nombre y significa que existe un interés; pero es producto de lo que siempre luché y pelee”.

“Me alegra que mi nombre se empiece a sentir y me conozca la gente, es lindo todo lo que me esté tocando vivir”, puntualizó el zaguero.

En este pasaje, el juvenil de 19 años, contó cómo llegó a la capital entrerriana: “Llegué después de una prueba en el 2017, todavía estaba Oscar Regenhardt. Jugué antes en Rosario Central donde no me fue bien y empecé a buscar opciones para jugar y sentirme bien. Llegué a probarme, en el primer llamado me dijeron que me esperaban al año siguiente y acá estoy”.

Juan hace poco más de dos años que vive en Paraná y solo, detalle que no es extraño para él: “Estaba acostumbrado a vivir solo, porque antes de jugar en Central lo hice en Lanús, a los 12 años me fui a Buenos Aires”, señaló.

“No me costó acostumbrarme, ya se me había pasado la etapa de extrañar y la adaptación fue rápida. Paraná es una ciudad súper tranquila. Me tocó vivir en ciudades grandes y es otro ritmo. La gente es abierta y me gusta mucho”, agregó.

No todo es fútbol

Son muchos los juveniles que van más allá que solo la pelota, en Patronato existen varios casos, como Faustino Dettler, Mateo Komar, Dardo Miloc, entre otros, que entrenan y a la vez, estudian.
Guasone no queda fuera de esta línea: “Terminé la secundaria acá en Paraná y empecé la facultad, por diferentes cuestiones la tuve que dejar. Ahora estoy haciendo un curso de personal trainer y de administración de empresas, todos cursos cortos”.

“Si es una carrera muy importante, se puede complicar, pero con ganas, se puede. No es un impedimento jugar al fútbol y estudiar”, admitió. Luego explayó: “Me gusta lo relacionado al deporte y al negocio, pero para hacer una carrera facultativa se complica llevarla, pero el curso de personal trainer es más llevadero”.

Referentes

Por mucho tiempo, los futbolistas a los que observó con atención Juan, que no siempre se destacó en la última línea: “Cuando era chico, jugaba de cinco pero ofensivo, una especie de enganche, hacía goles y demás”.

“Cuando pegué el estirón, me cambiaron a mediocampista central, hasta que llegué a la última línea, por altura y físico. Me gusta la posición y el puesto es cómodo”.

Sobre quiénes son sus referentes en el puesto, confesó: “Me gusta mucho Sergio Ramos, que es un distinto. En Argentina, Lisandro López, con mucha elegancia, buen porte, un jugadorazo”.
Pero en Patronato, también aprende: “De lo que más me gustan, es Leandro Marín, por cómo juega de central. Me gustaba mucho la ubicación en cancha que tenía Federico Mancinelli, que jugaba con la experiencia y la posición. Pude hablar con él y con Walter Andrade que nos daban consejos y corregían cosas”.

Metas

“Mi sueño es por ir a Europa, tratar de pisar la Selección. Ojalá pueda cumplirlo. Quiero tratar de debutar, esa es mi próxima meta, el poder jugar en Primera División en Patronato”, expresó Guasone.

En base a las opciones que observa, fue contundente: “Soy muy optimista, con trabajo todo llega. Con esfuerzo se logra. Hoy hay muchos juveniles y tenemos oportunidades, sería un buen momento para cumplir con esa meta y poder regalarle la camiseta a mi familia”.

Sobre su entorno, se mostró más que agradecido: “Mi familia siempre me apoyó en todo, siempre estuvieron. A los 12 años, siendo chico, me dejaron ir a jugar a Lanús y cuando llegó la noticia de Patronato no lo dudaron y por eso espero obsequiarles la primera casaca”.