Silvia Simmone
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Mientras que el mundo espera la vacuna para remitir la enfermedad del coronavirus, las transformaciones que el aislamiento impone a las relaciones humanas modifican los hábitos cotidianos. En lo que respecta a la sexualidad, el aislamiento social, preventivo y obligatorio llevó a que los gobiernos y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS), desaconsejen las relaciones sexuales con personas no convivientes, sugiriendo que en este panorama, se opte por la autosatisfacción o el sexo virtual.

La sexóloga española Lourdes Pérez Restoy, radicada en la ciudad de Colón desde hace seis años, analizó que el contexto impuso nuevos desafíos para las relaciones, tanto en el plano sexual como en el vincular.

"Si bien no podemos generalizar cuando examinamos los cambios porque cada persona y cada pareja son un mundo, lo que sí se puede ver es que se modificaron ciertas prácticas ya que pasamos de la rutina en donde compartíamos ámbitos de sociabilización con muchas personas, a estar encerrados o relacionándonos con un círculo muy reducido. Mientras que algunas parejas se distanciaron, otras tuvieron que sostener una convivencia de 24 horas, algo que no es lo habitual, por lo que en lo que respecta a lo vincular, se empezaron a ver desacuerdos. En lo que refiere a sexología, lo que pudimos comprobar, es que muchas personas consultaron por falta de deseo, por las nuevas prácticas que se dan en el ámbito de la tecnología, y por las disfunciones sexuales leves, las cuales en un contexto de normalidad, no representaban grandes problemas para las parejas, pero que en este nuevo panorama sí", indicó la especialista.

En el ámbito cotidiano, una de las variables consideradas a la hora de analizar los cambios en las relaciones sexuales y vinculares, fue la de los hijos. "Con respecto a la pandemia podemos hablar de las etapas que se pasaron, ya que en un primer momento había parejas que nos comentaron que disfrutaban mucho esto de volver a encontrarse, generar intimidad, estar todos los días juntos, que nadie los moleste y que fue muy lindo, porque fue como un reencuentro. Esto pasó sobre todo en parejas sin hijos, pero en este grupo, también pudo haberse vivido un momento en el que el deseo bajó, y esto es lo esperable, por la incertidumbre del contexto en el que vivimos. En el caso de quienes tienen hijos, la problemática es distinta ya que el espacio de intimidad sexual que tenía la pareja, por ejemplo cuando los chicos iban a la escuela o a las actividades extracurriculares, ahora se dificulta. Entonces estas parejas han tenido que delegar su intimidad, no sólo la parte de tener una práctica sexual, sino la de encontrarse como pareja, la de charlar, bañarse juntos, hacer más como vida de noviazgo, ya que tienen que estar todo el tiempo al cuidado de los niños y las niñas que estén en el hogar", detalló Pérez Restoy.

Sexo virtual

Hace unas semanas un informe realizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flasco) reveló que uno de los términos más buscados en el país durante la pandemia fue "sexting". La práctica que hace referencia al "sexo virtual" a través del intercambio de fotos o mensajes eróticos o pornográficos por medio de diferentes plataformas digitales, promovió el análisis de los especialistas sobre las nuevas tendencias en las relaciones, y la difusión de un compendio de recomendaciones para realizar la práctica de manera segura.

"El caso del sexting o del sexteo, como también se lo llama, es una práctica que no es nueva pero que en estos tiempos se visibilizó con más fuerza por el contexto, por lo que la premisa que hay que tener presente, es que lo que estamos compartiendo es nuestra privacidad. En la parte de la informática los riesgos que conlleva la actividad tienen que ver fundamentalmente con la difusión, ya que si nosotros enviamos mensajes o subimos imágenes, eso puede quedar en la nube o ser compartido sin nuestro consentimiento", explicó la sexóloga.

Sobre las pautas a tener en cuenta a la hora de practicar el sexteo, los especialistas recomiendan no enviar imágenes donde se vean rasgos identificables ya sean de la casa o del cuerpo, desactivar la localización de los teléfonos móviles o PCs y usar aplicaciones en donde las fotos y mensajes se puedan eliminar completamente luego de enviarlos. "Si vamos a fotografiarnos o grabarnos, tenemos que evitar que se reconozca el fondo de nuestro hogar, que no aparezca la cara, piercings, tatuajes o cualquier rasgo o accesorio que pueda llevar a nuestra identificación, y después obviamente, es importante que la persona con la que se está llevando adelante la práctica sea de nuestra confianza. Pero ya sea en el sexo virtual o en el físico, siempre tiene que haber una comunicación fluida con la otra persona, tenemos que estar de acuerdo en lo que va a pasar y sentirnos a gusto. Y esto es importante, porque sentirnos a gusto significa que exista deseo, que haya placer, querer pasar por ahí. Y eso es fundamental para una relación física como para una virtual, poder comunicar que quiero, cuáles son mis límites, qué cosas sé que no quiero hacer y que prácticas me agradan más", indicó la sexóloga.

Salud sexual

Cada 4 de septiembre se conmemora este día a nivel mundial para unir esfuerzos por el cumplimiento de los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos.

"Este año el lema coincidente con el contexto actual, ha sido "El placer sexual en tiempos de Covid-19", pero es importante hacer hincapié en que cuando hablamos de salud sexual, no sólo estamos haciendo referencia a la parte física, a nuestros caracteres sexuales, al proceso de sexuación que vivimos desde pequeños hasta la adolescencia, a los procesos de la primera menarca; sino que incluye también todo lo que tiene que ver con lo vincular y con lo emocional. La sexualidad forma parte de nuestra vida, nos acompaña desde el nacimiento hasta nuestra muerte, por eso es importante trabajarla desde el ámbito de lo vincular, ya sea en los procesos que se dan en nuestro cuerpo, en las primeras relaciones, en los contextos de mapaternidad, en la ancianidad. Entonces así como es importante conocer nuestro cuerpo, saber sus procesos, sus límites, también hay que trabajar sobre los vínculos saludables porque lo emocional es determinante para nuestro bienestar sexual", concluyó la especialista.