El entrerriano dejó en claro sus metas

Colocó la vara alta y se ilusiona

El gimnasta concordiense Santiago Mayol, dio cuentas de su actualidad en el marco de la pandemia. Inclinó la mirada en el futuro y señaló que “ya piensa en la próxima temporada y sueña con estar en Tokio”.
21-10-2020 | 22:36 |

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El concordiense en el marco de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.


Kevin Rivero

Los tiempos de la pandemia, otorgó grandes problemas y obligó la postergación de una innumerable cantidad de eventos, dónde los diferentes deportes fueron claramente afectados.

En este contexto, el gimnasta Santiago Mayol que ha trazado grandes participaciones en los distintos eventos de carácter nacional e internacional en los últimos años, ha dejado una sensación auspiciosa en la gimnasia argentina, con un futuro más que prometedor. Sin lugar a dudas que, se convirtió en uno de los exponentes con mayor proyección y tras obtener una medalla de bronce en los Juegos Sudamericanos de Cochabamba 2018, un protagonismo relevante en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 (culminó entre los veinte mejores) y conseguir resultados muy positivos en la Copas del Mundo de Qatar y Alemania; ahora, sueña con escribir su nombre en los Juegos Olímpicos de Tokio, a desarrollarse entre el 23 de julio y el 8 de agosto de 2021.

En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, el concordiense (desde su ciudad natal), habló de su presente y deslizó sus perspectivas para lo venidero.

Sensaciones

Luego de atravesar complejamente los primeros meses de la cuarentena, Mayol, con altas posibilidades de competir en la cita ecuménica que se desplegará en el continente asiático, en julio fue autorizado por el Gobierno para volver a los entrenamientos en las instalaciones de la Federación Entrerriana de Gimnasia, junto a su entrenador Guillermo Avio. “Actualmente estoy llevando adelante los diversas prácticas que desarrollaba habitualmente antes de la pandemia. En los tres meses que no pude ir al gimnasio, destaco que la preparación física fue muy buena, ya que todos los días mantenía la comunicación con mi preparador a través de videollamadas y las rutinas que empleábamos eran bastante completas; por lo tanto, cuando regresé a las actividades no me costó recuperar el ritmo y lo tomé como algo a mi favor”, dijo.

El calendario debió tomar otro rumbo y los gimnastas de todo el mundo, debieron adaptarse a las fechas renovadas para retomar el camino que deposita en el certamen que cualquier atleta desea estar. “Este año ya no tendremos competencias y mis expectativas estarán totalmente enfocadas en tener buenas performances en los diferentes torneos que podré participar en los primeros meses. En el principio del calendario estaba muy cargado mentalmente y sentía que necesitaba un descanso para seguir actuando de la mejor manera. En este sentido, el parate me entregó nuevos aires y me sirvió bastante para posicionar la mirada en los otros objetivos”, expresó el joven de 21 años. Además, por esta misma senda, agregó: “La preparación viene siendo muy favorable y, en este período, trato de elevar los valores y las dificultades de la ejecución de las rutinas de las competencias. Tengo una gran confianza en mí, creo que cuando deba afrontar los campeonatos, volveré en un buen estado competitivo y es positivo sentirse de esta manera”.

Una arista a tener en cuenta

La falta de competencia puede crear un dilema en la cabeza: el tiempo para ponerse a tono y ajustar los detalles es más extenso, que puede concluir con un panorama beneficioso o puede resultar un elemento que interceda en la motivación y se convierta en una piedra para la estabilidad emocional, una parte crucial para estar a la altura. Por su parte, Santiago hizo alusión al trabajo mental que desenrolla en este ciclo dificultoso: “A la ansiedad la manejo intentando pensar lo menos posible en las contiendas y me enfoco plenamente en los entrenamientos para aprovechar al máximo esta etapa, con el propósito de mejorar de cara a lo venidero. Tengo la mente puesta en realizar ejercicio por ejercicio, sin apurarme y tratando de perfeccionar cada detalle”. Asimismo, enfatizó en un aspecto que, para él, es indispensable: “No quiero generar falsas expectativas para no perder el foco, porque cuando aumenta la ansiedad, se pueden producir fallas que no me terminarán de beneficiar cuando esté en la disputa. Siempre hago las cosas tranquilo, sin desesperarme, llevo paso por paso para que se concrete de la forma más perfecta”.

¡Quiere un boleto!

El año pasado, la selección nacional argentina (que viajó con Mayol, Villafañe y Molinari) dio que hablar en el Campeonato Mundial de Alemania, ya que fue una de las mejores actuaciones personales del entrerriano, tras haber concluido 60° en All Around (en los seis aparatos, logró 78,764 puntos) y finalizó 55° en caballo con arcos, y quedó a seis puestos de lograr la clasificación.
Además, para el entrerriano, las chances de estar en los Juegos Olímpicos son realmente altas porque los estadounidenses y los brasileños (son algunos de los representantes más sólidos que tiene el continente), se ganaron un lugar en la cita anterior y se abre una puerta más para acrecentar la ilusión. En tanto, cabe destacar que, el clasificatorio definitivo será entre el 6 y el 9 de mayo, en la ciudad de Birmingham, Alabama, Estados Unidos y, sobre esto, expresó: “Todavía no miro fijamente a Tokio y tengo la mente puesta en conseguir un cupo. Si puedo lograrlo en la próxima competencia que me abala, ya me enfocaré de lleno en los Juegos Olímpicos para disfrutar y dar lo mejor de mí”.

A largo plazo

Por último, Mayol posó la mirada más allá de la inmediatez y subrayó una de sus máximas ambiciones: “Anhelo profundamente continuar ejerciendo la gimnasia para defender los colores argentinos y dejarlos lo más alto posible. En este proceso aprendí grandes cosas que me servirán para el resto de la vida y ojalá pueda plasmarlo siempre”. Al camino lo marcará a medida que surjan las oportunidades, pero imperecederamente seguirá de la mano del deporte y los valores que aplican diariamente. “Me gustaría estudiar la carrera de educación física para enseñar la disciplina, porque es algo que me gusta y me apasiona. Me encantaría que otros chicos puedan percibirlo y me haría muy bien transmitir los conceptos que me inculcaron en esta trayectoria”, sentenció.
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