Protocolos y turismo

De cara al verano, Colón apuesta a la premisa de una Comunidad Responsable

El último fin de semana se realizó una prueba piloto del primer protocolo para playas elaborado en la provincia. Silvia Vallory, secretaria de Turismo y Cultura de Colón, recibió a Mirador Entre Ríos para charlar sobre este documento creado en la ciudad. Todos los detalles sobre las diferentes líneas en las que se trabaja en relación a una posible temporada turística.
25-10-2020 | 18:48 |

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De la prueba piloto participaron diferentes instituciones locales, el Consejo Asesor de Turismo, la directora del Hospital San Benjamín, el cuerpo de guardavidas y autoridades de distintas áreas que compartieron la experiencia. Foto: Gentileza Municipalidad de Colón


Silvia Simmone
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La capital del turismo entrerriano enfrenta una de las crisis más profundas en lo que respecta a su economía. Con estadísticas que indican que más del 70% del PBI de Colón se cimenta en la actividad, en la ciudad ya se está trabajando para la eventual llegada de visitantes en el verano. La prueba piloto de utilización de las playas realizada el último fin de semana en el Balneario Norte, fue un ensayo en territorio sobre los protocolos que se podrían implementar en estos espacios durante la temporada.

Silvia Vallory, referente de la Secretaria de Turismo y Cultura de la ciudad, indicó que para llevar adelante esta acción, en la que participaron 140 personas voluntarias pertenecientes a diferentes instituciones, se basaron en las tres reglas preventivas básicas expresadas en los protocolos sanitarios: distanciamiento social; uso de tapabocas; y la premisa de no compartir objetos.

Puesta a punto

En una entrevista con Mirador Entre Ríos, Vallory señaló cómo se prepara la ciudad balnearia para la temporada de verano.

-¿Cómo se desarrolló la logística en la prueba piloto del protocolo de playas?

-En esta primera instancia utilizamos algunos elementos físicos para marcar el espacio de separación y determinar la ubicación que debían tener los grupos de afinidad o de convivencia de entre 2, 3 y 5 personas que participaron de la actividad. También mostramos que va a haber lugares de ingreso a la playa y otros para la salida para que no se produzcan cruces, y explicamos todos los protocolos que se tendrán que cumplir para ir a buscar agua a los paradores y para usar los sanitarios, los cuales tienen un protocolo propio, tanto para quien usa el servicio como para los trabajadores que están atendiendo. Habrá también una atención diferencial en el servicio de guardavidas que lo explicamos en el dossier de protocolo de playa que elaboramos. Este protocolo lo elevamos al Comité de Emergencia Sanitaria local y después irá a Provincia porque no hay una experiencia de protocolo de playas todavía, pero la gente ya las está usando, entonces no podíamos seguir esperando, porque la idea es llegar a diciembre con ciertos hábitos que nos permitan usar estos espacios y disfrutarlos, e incluso pensar en la posibilidad de ir abandonando progresivamente las demarcaciones.

-De la prueba participaron muchas personas ¿Cómo evalúan los resultados?

-Creemos que salió muy bien, porque todos se manejaron con mucho respeto ante la situación y siguiendo las indicaciones. Nosotros visualizamos esto como una acción de concientización en territorio, porque así está enmarcado en el programa de “Comunidad responsable” que fuimos elaborando en virtud del nuevo escenario para los locales y para los que puedan llegar a la ciudad. Entonces lo que hicimos el último sábado nos permite mostrar a través de la propia experiencia de los participantes, cómo va a ser la modalidad de ocupación de espacios públicos, en este caso de la playa, lo que también nos ayuda a tener una idea certera de cuál es el tope de capacidad que tiene este sitio. Hubiésemos podido hacer un cálculo por metro cuadrado en un plano y extrapolarlo al área, pero estamos siguiendo una línea de trabajo que tiene que ver con acompañar los procesos de la gente, en donde hay que atender primeramente a la interpretación del espacio que tiene el residente porque es complejo lograr un cambio de hábitos. Todos quieren ir a la playa que les gusta, ubicarse en el lugar que siempre van con sus amigos o familia, y bueno la idea con este protocolo, es demostrar que eso se va a poder hacer pero en el marco de una situación distinta a la de otros veranos.

Comunidad responsable

Una encuesta de impacto económico realizada en la ciudad durante los meses de abril, mayo y junio reveló que el 75 % de los rubros vinculados a la actividad turística estuvieron sin actividad y en muchos casos, generando deuda.

“Estos datos fueron impactantes, porque demuestran que la matriz económica de Colón está detenida. Esto dejó claro la situación que están atravesando los trabajadores y los prestadores, porque aquellos que tenían todo en regla pudieron acceder al beneficio del ATP para los empleados, pero en los casos que no, se reveló un dato crudo sobre la situación de trabajo irregular que genera la actividad, que es algo que también existe. Muchos trabajadores vinculados al turismo quedaron sin nada de un momento a otro, porque la economía está basada en eso, en la proyección de la temporada para el sustento. Hoy el prestador está con deudas, con deudas impositivas más allá de que existen ciertos beneficios, con deudas de créditos que muchos sacaron para sostenerse, y en el caso de los trabajadores sabemos que la situación es crítica, entonces empezamos a pensar en las alternativas que se podían generar para dar respuesta a la problemática”, expresó Vallory.

De este modo, en septiembre se puso en marcha el programa “Comunidad responsable” que apuntó a la capacitación de los prestadores turísticos y del personal de las áreas municipales, con el objetivo de que quienes trabajan en el rubro se involucren en cuestiones de seguridad social y responsabilidad sanitaria para lograr hacer del destino un lugar seguro. De esta acción participaron más de 350 empresas, las cuales realizaron un curso online de seis módulos validado a través de un examen, en el que obtuvieron un Sello de Seguridad Sanitaria, el cual ya se está implementando en algunos hoteles y alojamientos que se utilizan para viajantes esenciales no residentes. A futuro, se prevé que la insignia también sea utilizada para la actividad de guías turísticos, para la gastronomía, para los prestadores náuticos y para todo el sector en general.
“Desde mi perspectiva, creo que Colón y Federación son las ciudades más castigadas por esta pandemia por la matriz económica que tienen, porque justamente estos lugares viven de la circulación de personas y de la sociabilización, lo que hoy está expresamente vedado. Entonces es muy complejo, porque uno entiende la postura de algunos residentes que no quieren que venga gente a la ciudad, pero si en la comunidad el 70 % de la economía depende de eso hay que buscar alternativas. Por eso pensamos en trabajar a largo plazo esta idea de ´Comunidad Responsable`, en donde hacemos una concientización constante respecto a los protocolos y a la responsabilidad que debe haber en el trabajo que desempeñan los prestadores”, detalló la referente.

Posible temporada

-¿Cómo se va a controlar la capacidad de carga de la ciudad, teniendo en cuenta que durante la temporada se triplica el número de personas que la habitan?

-En eso también estamos trabajando porque hoy se nos está pidiendo que no pasemos el 50 % de las plazas disponibles en la ciudad. Ya hicimos una primera definición cuando armamos el protocolo de Cabañas y Bungalows, que es más adecuado para nuestro territorio que el de hoteles que se lanzó a nivel nacional, porque nosotros tenemos muchos alojamientos en ese rubro, y una de las cosas que allí especificamos es que nadie podrá ingresar a la ciudad sin reservas. Esto apunta a evitar la circulación, porque es muy común que las personas lleguen sin reservas y que durante su estadía recorran varios lugares, en donde no quedan registrados como pasajeros. En situaciones como las de ahora, eso es problemático. Igualmente en estos temas estamos esperando definiciones de Provincia y de Nación. No sabemos si se va a implementar una plataforma al estilo CUIDAR para el turismo donde uno se te tendría que registrar, decir a dónde va, mostrar la reserva y demás, lo que sin dudas ayudaría muchísimo en el control para el ingreso a las ciudades, pero todavía no está la definición de Provincia, que es la que nosotros tenemos que esperar. Igualmente sea que se defina a nivel provincial o que se organice desde la ciudad, apuntamos a que esto sea un consenso social entre las áreas de salud, las de seguridad y las instituciones porque es más un tema de salud pública que uno turístico.

-Y en el caso que se permita el ingreso de turistas ¿Cómo se desarrollaría el protocolo si algún visitante es diagnosticado con coronavirus en la ciudad?

-Ahora se está hablando de un “Seguro Covid” para visitantes y prestadores, porque hasta el momento de haber un caso de coronavirus, el aislamiento se realizaría en el alojamiento. Eso es algo complejo, porque puede ser conflictivo para el prestador, ya que si éste tiene otra reserva tendría que suspenderla. En el protocolo que elaboramos ya indicamos que no se podrá hacer lo que llamamos “cama caliente”, por lo que los prestadores deberán esperar entre 24 y 48hs para volver a recibir pasajeros en el alojamiento. Igualmente todos estos temas se están trabajando con el COES local y con el municipio, en donde incluso se piensa en la posibilidad de disponer un lugar de aislamiento fuera del alojamiento para aquellos casos que no requieran internación.

Expectativas y previsiones

La idea de lograr el consenso social con respecto a la actividad prevalece en todas las proyecciones que se hacen en la ciudad.

“Necesitamos hacer un pacto con los residentes y con los potenciales visitantes, porque hay que encontrar un equilibrio entre lo sanitario, lo económico y la comunidad. Nadie va a andar cuidando a todo el mundo, todo el tiempo, por eso necesitamos que todos cumplan y hagan cumplir, porque comunidad responsable es el residente pero también el residente temporario. Entonces es necesario que la ciudadanía colonense comprenda y comunique cuáles son nuestras normas, porque todos tenemos que minimizar las posibilidades de que nos pase algo que no queremos. Se trabaja en la idea de hacer firmar una declaración jurada para aquellos que ingresen a la ciudad, en donde quedaría expreso el compromiso de cumplir las normas que se manejan acá, porque está claro que esto va a funcionar a partir de la responsabilidad individual, que sin dudas se traduce en la responsabilidad social”, concluyó Vallory.

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