En Chajari, un ejemplo de vida sana

Tiene 70 años y da clases de crossfit

Sabido es que el deporte hace bien en todo momento de nuestras vidas. Pero hay personas, como Carlos Rojas, que se lo toman muy en serio. Es el caso de quien hace 49 años se recibió de profesor en la disciplina que era su pasión, la educación física. Y aún hoy, ya jubilado, entrena haciendo crossfit tres veces por semana. A veces reemplaza al profe y en otras tres jornadas de la semana corre y hace ciclismo. Asegura que seguirá entrenando, “hasta que Dios le permita seguir moviéndose”.
18-11-2020 | 17:49 |

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Carlos Rojas, un ejemplo de vida a sus 79 años.



Lucía Torres

Carlos Rojas es profesor de Educación Física desde hace 49 años. Ahora goza de su jubilación, pero sigue en actividad. Habitualmente entrena haciendo crossfit tres veces por semana junto a un grupo de personas de diferentes edades. Gracias a la “nueva normalidad”, volvió a brindar clases para reemplazar al profesor habitual durante un período de aislamiento. Al respecto comenta que con el crossfit se siente muy cómodo. “Siempre me gustó la actividad física y la oportunidad fue cuando dejé de trabajar, que tenía más tiempo para poder dedicarme a entrenar, correr, y hacer bicicleta, que son las tres cosas que hago”, desarrolló.

Sobre su acercamiento al crossfit explicó que “es un entrenamiento funcional que nosotros llevábamos a cabo ya con los chicos en las escuelas, aunque ahí no se llamaba crossfit, sino que era una clase de funcional con algunos elementos, y tiene la particularidad de que cada uno lo puede realizar a su ritmo”.

Su rutina

Al ser consultado por la manera en que se entrena comentó que en su caso personal disfruta mucho la actividad física. “Lunes, miércoles y viernes hago crossfit en el Club Vélez, y martes jueves y sábado me reparto entre trote unos 5 o 6 kilómetros diarios y de bicicleta entre 30 a 40 kilómetros diarios, y descanso el domingo”. Más allá de esto, aclaró que en el último tiempo optó por descansar un día más. “Dada mi edad me di cuenta que debo descansar un día más, así que entre semana ahora trato de parar un día más, porque cuando entreno lo hago a full, dándolo todo, exigiéndome hasta donde sé que puedo llegar a dar”. En este sentido remarcó que “siempre hay que escuchar al cuerpo, él nos va diciendo hasta donde podemos llegar, y si es necesario parar, hay que parar, descansar, y volver luego con más fuerzas”.

Pero no todo es ejercicio y entrenamiento: “Entrenar me hace mantenerme bien, agradezco que puedo hacer ciertos ejercicios, sé que me hace bien, pero lo acompaño con comida saludable y mucha agua, la hidratación siempre es esencial”.

Además Carlos participa en toda actividad extra programada por gobiernos municipales y demás, duatlones y maratones. “En todas las que hacen, incluso en el de 18 kilómetros desde la reserva de Mocoretá hasta las termas, en los cross aventuras de 6 y de 12 kilómetros, en todas trato de estar, y la consigna es participar, lograr un tiempo según lo que yo sé que puedo dar. Esa es mi meta”.

Durante la charla el profe Carlos también recordó que se la vio complicada el primer tiempo de la cuarentena cuando no se podía salir a entrenar, pero como en todo, le buscó ´la vuelta´. “Junto a mi hija María Eugenia, que es triatleta, nos armamos una bicicleta fija con un rodillo, y ahí pedaleábamos un poco, eso fue los primeros 15 o 20 días que no se podía salir, después comencé a ir a la vuelta de mi casa, y así un poco más, hasta que me liberaron y volví a entrenar como siempre”.

Entrenar en cualquier edad

En el caso particular de Carlos realizó actividad física toda la vida, pero cuando no es así igualmente se puede realizar entrenamiento a cualquier edad. “Con el seguimiento de un profesional médico, siempre se está a tiempo de comenzar, pero no hay que hacerlo irresponsablemente, aún menos en personas grandes, tenemos que consultar a los médicos, hacer los chequeos, pero hay actividades adaptadas a todos, como es el entrenamiento en el agua, que no tiene casi impacto pero también es muy completo”.

En esta misma línea valoró lo que generan las clases de crossfit. “Donde cada uno hace a su ritmo los ejercicios, eso es lo lindo que tiene también, el profesor tendrá que tener en cuenta y adaptar o cambiar los ejercicios que sean necesarios para cada alumno, para su capacidad muscular y el tiempo que lleva entrenando”.

Profe “de antes” versus “de ahora”

Carlos se recibió hace 49 años, en el año 1971, en el viejo instituto de Santa Fe. “Todavía sin edificio propio”, recuerda nostálgico sobre un momento tan importante como feliz en su vida. “Era muy distinto a ahora, fueron tres años, muy comprimido, con muchas exigencias, nos formó muy bien, nos dio mucha capacidad para desarrollar las tareas pero también para pensar en el alumno, para preocuparse, y esto es algo que se nota, se lo ve cuando el profe de educación física falta, que todos lo notan en la escuela”.

De lo que le dejó su paso por el Instituto dijo que “el compañerismo y solidaridad, que se ve entre las promociones, incluso muchos profes pasaron por las rectorías de instituciones y es por esta formación en lo humano, y en lo que tiene que ver con la organización interdisciplinaria, con otros profes, por ejemplo para los campamentos, y eso se hace extensivo a la vida de una escuela”.

De lo que tienen hoy los egresados en educación física valoró la formación en neurociencia, “que es algo que antes no lo manejábamos. Además tienen más actividad con los gimnasios, actividades al aire libre, en los clubes, y en las Municipalidades. Eso convoca gente nueva permanentemente y es muy positivo, se abrió el abanico de la Educación Física. Antes era en las escuelas, y no mucho más”.

Finalmente “Carlitos”, como le dicen todos los ex alumnos, dijo que es un agradecido a Dios “que me permite seguir entrenando, y así lo seguiré haciendo, siempre escuchando mi cuerpo, pero hasta que mi cuerpo me lo permita, estaré en movimiento”.
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