Kevin Rivero


El Centro de Educación Física de Concepción del Uruguay, se convirtió en un escenario esencial para el deporte nacional en los últimos días. En el transcurso de la semana, acogió a los atletas paralímpicos de alto rendimiento que colocan la vista en Tokio 2021; además de apañar a un gran número de juveniles que asistieron para formar parte de la convocatoria.


El escobarense Carlos Rodríguez, máxima autoridad del Comité Paralímpico Argentino, dialogó con MIRADOR ENTRE RÍOS y expuso los detalles de la labor que despliegan en las instalaciones de la entidad uruguayense.


“Estamos muy contentos. La planificación fue complicada en los primeros meses de la cuarentena porque teníamos que estar activos y los atletas entrenaron en sus casas. Hay chicos ambulantes, amputados de brazos y de piernas; por lo tanto, debieron adaptar diferentes ejercicios para seguir en ritmo. Ahora, les exigimos más a los protagonistas que tienen la posibilidad de lograr la clasificación a Tokio”, expresó el ex maratonista, multicampeón en sillas de ruedas, tanto a nivel nacional como internacional; quien está acompañado en la organización por el entrerriano Raúl Villalba (ciclista que compitió en el tándem de Río de Janeiro 2016 y conquistó una medalla en el Parapanamericano de Toronto).


En este sentido, agregó: “En el CENARD volvimos hace 18 semanas y estamos contentos por el laburo hasta el momento. Nos enfocamos en la carga y los testeos para mantenerlos motivados porque hace tres meses atrás no había objetivos claros. Actualmente, es diferente y tienen el foco puesto en las oportunidades que llegarán en el futuro”.

Un año duro y complejo

Sin lugar a dudas que, la temporada fue complicada en muchos aspectos; sobre todo, en el trayecto que debió encarar Rodríguez en su mandato. En su proceso, fue acusado de irregularidades administrativas y falta de rendición de cuentas, que conllevó a una intervención de una comisión normalizadora en septiembre de 2019, con el objetivo de mirar más de cerca estas cuestiones. Por su parte, el presidente, dijo: “Argentina llevó a los Juegos Parapanamericanos de Lima, la mayor delegación de la historia de nuestro deporte. Estoy en el directorio del ENARD, en representación del Comité Paralímpico y tengo mucha experiencia, no como dirigente, pero sí con una mirada de casi 40 años de trayectoria en el movimiento. Conozco de que se trata”.


“Los pasajes fueron pagados desde la organización internacional y en nuestro país, hicieron creer que fueron solventados desde acá. Por primera vez, llevamos 15 profesionales, psicólogos y kinesiólogos, y es para destacar porque nunca le dieron importancia a la parte médica”, señaló, y subrayó: “Fue una cuestión política de dirigentes que no trabajaban con pertenencia porque no tienen ninguna discapacidad y sobre 20 Federaciones, hubo algunas personas que se aprovechaban de la situación y pedían dinero. Pensaron que iban a crear poder sin trabajar.Todo esto fue denunciado y está bajo una causa judicial”.


“Trabajo desde que tengo ocho años, fui atleta durante 25 años atleta y tuve una carrera limpia, y como entrenador me formé de gran manera. Hicieron estas cosas para ensuciarme, pero seguí trabajando”, sostuvo. En tanto, dejó entrever el análisis que realizó en esta etapa. “No soy un loco por quedarme en el puesto de dirigente, porque simplemente asumí con el propósito de generar un cambio en el movimiento paralímpico y terminé siendo presidente”, aseveró.

Las metas

Por otro lado, “Beto” contó los retos que se propuso para la continuidad de su mandato: “Armé un proyecto paralímpico similar a los regímenes que tienen los países desarrollados, pero cuando lo presenté, nunca permitieron que se concrete el trámite. Independientemente de las cosas técnicas que lucho día tras día, estoy en la búsqueda de la Ley Paralímpica”.


Asimismo, continuó: “No podemos seguir dependiendo de las becas de los entrenadores, los atletas y gozar de algunos viajes. Se hacen miles de canchas de hockey y en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento), no tenemos un terreno de juego adaptado para las sillas de ruedas, porque la superficie está elaborada con cauchos y no es viable. No podemos seguir así”.


“El deporte paralímpico es el único medio más inclusivo que tenemos en el país. Debemos apuntar a la educación primaria, secundaria y terciaria para que se hable de discapacidad. Preparé cursos para formar coordinadores y llegar a las escuelas, centros regionales y enfocarnos en los municipios carentes, dónde prevalece en un tono mayor la discapacidad. Deseamos mejorar estos puntos”, añadió.


Para concluir, Rodríguez indicó que se encuentran en inferioridad de condiciones. “Sentimos que los atletas paralímpicos, estamos tres escalones debajo de los demás. Habitualmente se requiere la silla de ruedas para competir y los accesorios que son tasados en dólares. No alcanza con las cosas que nos entregan”.


“Con un presupuesto más adecuado, podemos llegar a todo el país. Queremos abastecer a todas las provincias, mediante capacitaciones y herramientas. Hay muchísimo para hacer y ojalá pueda aportar lo máximo posible en el mayor o menor tiempo que esté a cargo del Comité Paralímpico”, finalizó.