Cumplieron un sueño

“Amigos y hermanos adentro y fuera de la cancha”

Gabriel Graciani y Marcelo Candia jugaron juntos en Patronato en el Argentino A y B, se reencontraron en inferiores, hace año y medio conformaron el cuerpo técnico de la Reserva de Patrón y fueron quiénes se hicieron cargo del plantel tras la salida de Gustavo Álvarez: “Fue una vivencia única”, le confesaron a MIRADOR ENTRE RÍOS.
13-01-2021 | 16:55 |

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Candia y Graciani ingresando al Estadio Grella para su primer partido en Primera División como DT y asistente interino. Foto: MM-Prensa Patronato


Gabriel Obelar

En el año 2002 se conocieron. Un tal Gabriel Graciani llegó desde Sir Leonard para jugar el viejo y extinguido Argentino A con Patronato. Uno de los que lo recibió fue Marcelo Candia, otro jugador del interior de la provincia que integraba aquel plantel, que años más tarde perdería la categoría.
Fueron compañeros de equipo, luego amigos, compartieron entrenamientos, viajes, vestuario. Con el pasar de los años, Marce dejó la actividad, Gabi continúo y es parte de la historia grande de Patrón. Logró todos los ascensos con la institución. A la par, Candia se hizo cargo de una de las categorías inferiores de la Liga Paranaense del Rojinegro.

Pasaron los años, nunca perdieron contacto y se volvieron a reencontrar en las divisiones inferiores de Patronato. Uno como técnico de la Quinta División (Candia) y el ex lateral derecho como asistente de Martín de León en Reserva.

Hace un año y medio que ambos tomaron la posta en la tercera categoría de AFA, Graciani como entrenador y Candia siendo su asistente. Ambos, cumplieron un sueño tras la salida de Gustavo Álvarez y tomar el mando del plantel de manera interina: dirigir en Primera División.

“Son sensaciones lindas, el trabajar con gente conocida y amiga, es algo que nos da el fútbol. Hemos pasado muchas cosas en todo sentido, desde que arrancamos, cosas malas y buenas. Compartir este momento, fue una vivencia única”, le confesó Gabriel a Mirador Entre Ríos, a la salida de una de las prácticas matutina en La Capillita.

Por su parte, el oriundo de San José de Feliciano indicó: “Para mí fue un sueño y una satisfacción compartir un banco de Primera División con un amigo, uno de esos hermanos que te da el fútbol. Los dos venimos del interior, donde todo fue cuesta arriba y vivir esa experiencia, fue único”.

Inimaginable

Así definen la experiencia que ambos vivieron al dirigir a Patronato ante Aldosivi y Defensa y Justicia en Primera División, cuestión que ninguno imaginó cuando se conocieron en 2002.
“El sueño estaba, pero en aquel momento era imposible imaginarlo”, confesó Gabi.

En la misma idea, agregó: “Eran otros tiempos, estábamos en otro lugar, en lo personal llegaba recién a un fútbol semi-profesional. Jamás imaginamos, después de todo lo que pasamos, estar en Primera y poder trabajar en un club donde se vivieron cosas especiales, es único”.

Por su parte, Marcelo experimentó algo único como técnico: “Jamás imaginé, como entrenador, todo este camino que recorrí y recorrimos. Recuerdo cuando estaba trabajando, un día como cualquier otro y José Spinelli me buscó porque faltaba un entrenador en una categoría y nunca se me cruzó estar en un banco de Primera División como pasó”.

Al mismo tiempo, ambos recuerdan lo que han pasado en este año y medio, desde el primer partido juntos en Reserva hasta lo que ocurrió en el Grella y Florencio Varela: “Para mí fue una satisfacción grande, fueron 12 días de mucho desgaste. Mi papá soñó con verme jugar en el profesionalismo, alcancé a jugar un Argentino A y por lo menos me vio relacionado al profesionalismo en estos días y estaba orgulloso y porque mi hija me pudo ver por tele, que es algo que cuando se enteró, le gustó mucho”, contó Candia.

“Esto es un sueño, hacer lo que a uno le gusta, es único. También tenemos los pies sobre la tierra porque hace año y medio comenzamos a dirigir en Reserva y todo es aprendizaje. De cada cuerpo técnico con el cual compartimos, adquirimos enseñanzas e ideas. Falta mucho, esto recién empieza y sabemos que tenemos mucho que aprender”, acotó Graciani.

Satisfacción

Consumada la derrota en Florencio Varela, la cual terminó siendo inmerecida por el rendimiento final de Patronato ante Defensa y Justicia, Gabriel Graciani, en conferencia de prensa, se mostró conforme por la respuesta del equipo en los dos partidos que le tocó dirigir a él y su cuerpo técnico.
Luego de varios días, Gabi sostiene lo mismo, la satisfacción del deber cumplido: “Nos quedamos con la tranquilidad de haber cumplido con las obligaciones y estar trabajando en Primera. Es un sueño, somos empleados y siempre estamos a disposición, pero nos quedó la tranquilidad de estar en este momento del club que fue complicado”.

“Nosotros sabemos que dimos lo mejor y que pudimos cambiar un poco la imagen”, agregó Marcelo. Luego puntualizó: “Conocemos el ADN de Patronato y eso no se podía negociar. Gabi desde el primer día inculcó eso y que había que recuperarlo. Merecimos ganar algún punto, nos quedó ese sabor, pero sabemos que dimos el máximo”.

Son del palo, de la casa y en muchos años juntos, sobre todo como cuerpo técnico en el cuál han pasado dos procesos de entrenadores (Sciacqua y Álvarez), buscaron en las fuentes del club para los partidos. “Por nosotros pasaron muchos entrenadores y la idea era tener el ADN de Patronato”, admitió Gabi.

“Hay cosas que le han dado resultados al club, todo arrancó con Luis Murúa y esta forma de jugar y a nosotros no sirvió mucho y los valores fueron muy importantes”, subrayó Graciani. A lo que Candia completó: “Nos enfocamos en el ADN que nos trajo a Primera, nos enfocamos en el sacrificio de la institución, del jugador de Patronato. Nos enfocamos en volver a las fuentes”.

Sintieron el apoyo

Al ser empleados de la institución, pero también ex futbolistas de Patrón, las muestras de afecto y cariño no dejaron de estar, mucho más en un momento complicado como el que les tocó afrontar.
“Uno siempre está agradecido al hincha por el apoyo de siempre. Más que palabras de agradecimiento por todo”, indicó Gabriel, quién está acostumbrado a esas muestras.

Diferente fue para Marcelo, que vivió días con mucho cariño por fuera de sus seres queridos: “A mí me pasó algo particular, después de la primera práctica, recién a la tarde pude terminar de responder la cantidad de mensajes que me llegaron. Jamás me pasó en mi vida tener tantos mensajes de apoyo”.

“Después, la otra satisfacción, fue que encontramos la respuesta de los jugadores que nos quitaba el sueño, pero lo pudimos lograr y nos deja tranquilos”, cerró el formador.
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