Sabina Melchiori
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El lunes 28 de diciembre llegaron a Entre Ríos las primeras 5.000 dosis de la vacuna contra el coronavirus a la II Brigada Aérea de Paraná. Allí estuvo el gobernador Gustavo Bordet junto a la ministra de Salud, Sonia Velázquez. En horas de la noche de ese mismo día, el Hospital Centenario de Gualeguaychú recibió las primeras 450 dosis y al día siguiente, el martes 29, en sus instalaciones, se comenzó la vacunación de forma simultánea con las localidades de Concordia, Concepción del Uruguay y Paraná.

Las expectativas eran muchas. En todos los medios de comunicación fue la principal noticia del día; y la emoción también fue protagonista, aunque no por demasiado tiempo, ya que, en paralelo, había que seguir combatiendo la pandemia y sobrellevando sus consecuencias, cada cual desde su lugar.

Lo que se determinó fue que los primeros inoculados fueran los trabajadores de salud, tanto del sector público como del privado, ya que son quienes están en la primera línea de atención de pacientes con Covid. Y así se hizo.

En Gualeguaychú, la primera en recibir una dosis de la vacuna Sputnik V fue Emilce Morales, la jefa del servicio de Enfermería de la Terapia Covid del Hospital Centenario. La habían llamado desde el nosocomio el día anterior cuando ella estaba disfrutando de una tarde de calor en la pileta. Sin dudarlo, dijo que sí: "Es un placer, un gusto y un orgullo, y esperamos que sea la solución y traiga alivio", manifestó a los medios de prensa aquella mañana tras haber recibido la vacuna, y también aseguró: "Me siento bien, no dolió nada". En sus ojos se notaba la emoción. Recordó los días de mucho esfuerzo, cansancio, el dolor ante cada fallecimiento y las desilusiones, pero también destacó al excelente equipo de trabajo.

Otras experiencias

En segundo lugar recibió la vacuna Sputnik V la kinesióloga Inés Molina, quien trabaja desde marzo en la Unidad de Terapia Intensiva de Covid, a cargo de los respiradores. A diferencia de la enfermera Emilce Morales, Inés se permitió dudar: "Dudé porque tenía poca información, entonces comencé a buscar y consultar con profesionales capacitados en el área de la vacunación. Me sentí ansiosa y a la vez con mucha esperanza de obtener un poco de tranquilidad en un año tan difícil para la sociedad y para mí como profesional de la salud".

Al ser consultada por Mirador Entre Ríos sobre la aparición de síntomas tras la colocación de esa primera dosis, Inés detalló que "ese día a la noche tuve escalofríos y mialgias y cansancio generalizado pero solo por 24 horas".

"A las personas que todavía no se han vacunado, solo quiero decirles que las vacunas nos ayudan a reforzar el sistema inmunitario y a protegernos de enfermedades infecciosas, que se informen y busquen ayuda", expresó la kinesióloga y finalmente remató: "El riesgo principal de las vacunas es no ponérselas".

Esa misma mañana, minutos antes de abrir las puertas de su consultorio sobre la calle Bolívar, el neumonólogo Adolfo Weimberg también recibió su primera dosis contra el Covid-19: "No tuve dudas de colocármela, pero sí tengo todavía algunas reservas en indicárselas a otras personas porque no cuento con el respaldo suficiente en cuanto a bibliografía y publicaciones científicas, más allá de las autorizaciones de la ANMAT. Pero yo no dudé, de hecho fui de los primeros en vacunarse".

Esa noche tuvo un poco de fiebre y dolor en el cuerpo, y al día siguiente, también. "Fueron síntomas leves y esperables, después se me pasaron y no me impidieron trabajar". Consultado sobre qué le diría a quienes no han recibido la vacuna contra el coronavirus, el neumonólogo Adolfo Weimberg señaló: "Me parece que hay que vacunarse, es la única forma de cortar la pandemia".

"Espero ansiosa la segunda dosis"

Belén Gomez es licenciada en Producción de Bioimágenes, especialista en mamografía. Recibió su primera dosis de Sputnik V el 30 de diciembre, y el 20 de enero le corresponde la segunda. No dudó en colocársela: "Trabajo en salud, cuido a mis compañeros, a mi familia y a mí misma de los demás. Mi hijo esta operado del corazón y mis padres tienen por arriba de los 65. Espero ansiosa segunda dosis".

Al momento de estar recibiendo la vacuna, Belén sintió alivio. "Un peso menos", expresó para sí misma. Tuvo la sensación de "cierta libertad", pero también "angustia por lo que pasé previo a la vacuna, es que atendemos muchos pacientes sospechosos y positivos. Esto es una esperanza y agradezco por eso a las autoridades".

Respecto de las secuelas, detalló que sintió desgano, y el mismo tipo de cansancio corporal como cuando tuvo coronavirus. "Y si bien no tuve fiebre, sí me sentí como afiebrada. Me duró tres días y ahora estoy re bien".

Ante la pregunta sobre qué le diría a quienes aún no nos hemos vacunado, Belén Gómez respondió: "Organicé la vacunación de todos mis compañeros y me anoté para aplicarla a la comunidad. No hubiese insistido si supiera que es perjudicial para nuestro organismo. Por el contrario, debemos tenerle miedo al virus y no a su vacuna. La libertad está en aplicársela y no en seguir con miedo a contraerlo. Los efectos adversos son como cualquier vacuna pero no tan importantes como perder a un familiar. Los abrazo y no lo duden".

La médica terapista Mariel Giménez recibió la vacuna el 29 de diciembre, tras haber sido abierto el primero de todos los viales que habían llegado el día anterior a Gualeguaychú. La segunda dosis, le correspondería a partir del 19 de enero. "A partir de que las sociedades científicas de la Argentina la aconsejaron, a pesar de las controversias, no dude en colocármela", manifestó a este medio, y agregó que en el momento de ser inoculada no sintió ninguna molestia y que al día siguiente solo tuvo dolores musculares.

Para ella, la vacuna es la "esperanza de que todos estemos protegidos de esta virosis", pero de todos modos, le pide a la población "que se sigua cuidando, porque aún falta tiempo para que haya inmunidad asegurada".

Por su parte, el director del Hospital de Gualeguaychú, el infectólogo Eduardo Elías, quien se vacunó el martes 29 de diciembre, contó: "Me sentí bastante bien, esa anoche tuve un poco de temperatura, pero con un paracetamol pasó y al día siguiente estaba en el hospital bastante bien. No me dejó ningún tipo de secuelas".

Además, Elías aseguró: "Nunca dudé, al contrario, la estaba esperando con ansias y me sentí un privilegiado dentro de la población del mundo por poder acceder a una vacuna que me puede proteger de esta pandemia, fue un momento especial en lo personal y muy esperado", y en ese sentido agregó "me pone muy contento que otras personas se la pueden poner, es fantástico poder tener una vacuna".

"A los que no se han vacunado les diría que se vacunen apenas tengan la posibilidad de acuerdo a la rectoría que el Ministerio de Salud ha dictaminado, es decir: cuando llegue el momento, que lo hagan", concluyó el funcionario.

La logística

La Lic. Elina Villarroel, encargada de la logística de la vacunación explicó que una vez que llegan las dosis a la ciudad en el camión térmico, se guardan en un freezer que fue entregado por el Ministerio de Salud de la Provincia. Las vacunas deben conservarse a -18º, con las medidas de seguridad correspondientes.

"Una vez que se retiran del freezer, se pasan a termo con paquetes fríos que conservan la temperatura hasta el momento de la aplicación", expresó la especialista, y agregó que "se arman grupos de a cinco personas en base a los listados que el Hospital elevó a la provincia, siguiendo los lineamientos correspondientes".

Es así que una vez realizada la vacunación en la primera línea de Covid-19 del Hospital Centenario, se comenzó a vacunar al resto de los sectores del nosocomio, a quienes trabajan en sectores UTI COVID de efectores, laboratorios bioquímicos privados y postas febriles de los CAPS.
"Iremos avanzando hacia otros sectores posteriormente. La semana pasada comenzamos en los centros de salud del Departamento y los Hospitales", detalló Villaroel y ratificó la importancia del compromiso de confirmar la vacunación ya que una vez que la vacuna se descongela no se puede volver a congelar y para su aplicación se necesita que las cinco personas estén presentes, porque una vez abiertas se debe realizar todo el procedimiento en 30 minutos.

En cuanto al cronograma de vacunación comentó que "siempre pedimos que desde cada área o lugar envíen directamente a las cinco personas, que vengan todos juntos y nosotros les otorgamos el día y el horario", y añadió que "la cantidad de vacunas que se aplican diariamente va variando de acuerdo a esta logística, y aunque quisiéramos vacunar con más celeridad, tratamos de aplicar la mayor cantidad posible".