Gabriel Obelar

Es muy común que en muchos clubes, sobre todo los profesionales, varios ex futbolistas, e ídolo de las instituciones, trabajen y aporten su granito de arena, en el ámbito que fuese necesario. Algunos, en la actualidad, son parte de una estructura de la entidad, tanto en lo político como deportivo.

En Patronato, en los últimos años, varios futbolistas que forman parte de la etapa más gloriosa del club, se han sumado a trabajar en las formativas, como los casos de Cristian Díaz, Augusto Prono, Gabriel Graciani, Leonardo Ferrero, entro otros, como también lo han hecho con anterioridad Marcelo Candía, Martín de León, etc.

Uno de los ídolos contemporáneos que espera el llamado hace once años, es Victor Muller, el Diablo o Carucha, como lo recuerda el hincha genuino de Patrón, que gritó sus goles en la Liga Paranaense, el Torneo del Interior, el Argentino B y A y sacó pecho cuando rompió redes en Primera y el exterior.

El pasado domingo, por la Fecha 4 de la Copa de la Liga Profesional, después de mucho tiempo, Víctor se acercó al Estadio Grella para ver su elenco ante Unión y los rumores en torno a su regreso a la institución, no tardaron en llegar.

“Fui a ver a Patronato porque hace bastante que no iba a la cancha y tuve la invitación para ir a la cancha, además que quería ir a saludar a mis ex compañeros como Iván (Delfino), Germán (Noce) y el Vasco (Azconzabal). Me vieron ahí y empezaron nuevamente a vincularme con el club, pero solo fui al partido”, le confesó el paranaense.

Deseando el llamado

Más allá de desmentir o poner claro sobre oscuros los rumores que lo vinculaban a un proyecto deportivo/institucional, el Diablo dejó en claro sus deseos de integran uno: “Fue todo por lo que se vive, pero la verdad es que desde que me retiré todos los años estoy en carpeta o trabajando en el club o haciendo algo, pero hace once años que estoy en mi casa y son todos rumores”.

Actualidad

Su aparición el último fin de semana en el Estadio Grella no es casualidad, más allá de saludar a sus ex compañeros, sino que también continúa aprendiendo y profundizando en base a la carrera de director técnico, a la que aún, no quiere saltar: “Me dieron ganas, cuando entre a Patronato la panza me empezó a picar y cuando vi la cancha sentí que quería, pero como le dije a Iván (Delfino) hablando con él, soy recibido pero no tengo las ganas y además tengo que trabajar mucho la cabeza”.

Acerca de su perfil como entrenador, Muller aparenta ser igual que Delfino: “Me gusta el juego de antes, que van a buscar el resultado, que pasan la mitad de cancha y no vuelven para atrás, sino que buscan terminar la jugada en el arco rival”.

“Eso me gusta, que mi futuro equipo sea agresivo, que vaya de la mitad de cancha a buscar el gol y arriesgar, sino es difícil que llegue. Esos equipos me gustan, los que atacan y buscan el gol. No me gusta la tenencia o el baboseo de toques. Me gusta terminar la jugada y volver a empezar devuelta”.

Propuestas

Luego del ascenso al Nacional B con Patronato, Víctor decidió parar la pelota y radicarse en Paraná, donde aún continúa viviendo, esperando y soñando, con el llamado de Patrón: “Me encantaría trabajar y me encantaría hacerlo en mi casa que es Patronato. Me encantaría llevar todos mis conocimientos o lo que necesiten, pero a mi club, a mi casa, no a otros clubes”.

Pero como en otras oportunidades, el Diablo se lamenta al no poder aportar o ser convocado para ayudar: “Mi teléfono se perdió en calle Grella y hace once años que no suena. Me dolió que no me hayan tenido en cuenta, porque me decían que estaba en carpeta, pero nunca hubo nada concreto”.

Al respecto, añadió: “Una sola vez hablaron conmigo, pero fue una vez y nada más. Me dolió, porque uno le dio tanto a Patronato de chiquito y volver después de una carrera y en tres años ascender al Nacional B y después no me tuvieron en cuenta para trabajar de lo que sea en el club”.

“Yo del club me fui bien, por la puerta grande y que no me hayan tenido en cuenta, sabrán los directivos. Uno sigue esperando poder volver a su casa y ayudar en lo que sea. Me encantaría ayudar al actual cuerpo técnico, pero lo miro como un hincha más”.

La vieja charla

Muller admitió que hace un par de años, se acercaron desde el Rojinegro para convocarlo a trabajar, aunque el proyecto que tenía en mente, según él, no terminó de convencer: “Cuando terminé de jugar, a los meses llegó Marcelo Díaz, cuando estaba José Gómez, me hablaron para que sea coordinador, le hice mi propuesta, pero seguramente no le terminó de convencer al presidente”.

Elecciones

Cómo ídolo de Patrón y ex compañero de Sebastián Bértoli, candidato a presidente por la Agrupación Primero Patronato, Victor Muller no dejó opinar al respecto del hecho histórico que se viene en su club: “Es la primera vez que vivo una elección en Patronato y que gane el que gane, sea Tito (Hollman) o Seba (Bértoli), que trabajen para el club, porque eso es lo más importante, la gente, el socio, el club”.

“La única forma que un club siga estando arriba, que los que tomen el mando, se preocupen por todos los deportes y le den el mismo valor y la misma importancia que al fútbol”, subrayó el ex delantero.

A sí mismo, Carucha no se mete en la política a la hora de pensar en un llamado del club o de una agrupación: “Uno como ex jugador, me encantaría estar donde se pueda y donde sea necesaria y donde me necesiten. Estar con Seba o Tito es indistinto, porque pienso en el club, no en estar en una lista o la otra. Yo estoy para quién sea, soy de Patronato y estoy dispuesto a trabajar por el bien de Patronato”.

Como hincha

Más allá de no ser socio, Muller sigue de cerca lo que pase con Patronato desde la tribuna y también con una mirada al respecto del momento actual del plantel: “Preocupado porque no se ve un equipo sólido, un equipo que puede salir adelante. El domingo jugaron de manera baja, pero no lo vi agresivo o ir a buscar el resultado. Es preocupante. Iván (Delfino) trabaja bien, se preocupa por el equipo, pero puede encontrar el equipo”, sostuvo.

Por otra parte, sintió nuevamente el cariño del hincha: “Cada vez que voy al club me siento como en casa y siempre me piden que vuelva, que me calce la camiseta, que trabaje con los delanteros y muchas cosas, pero pasa en los momentos cuando el equipo anda mal o hay situaciones que no les gusta a la gente. Con la gente siempre me siento identificado”.