05-04-2021 / Atletismo
Belén Fedullo
Cuando se acerca el Maratón de Reyes, carrera vedette de Concordia, tanto los organizadores como los participantes esperan que “el burro” de el puntapié inicial. Es que es la tradición. Así, con ese sobrenombre, es conocido Horacio Angio, un concordiense de 79 años que demuestra año a año su vigencia en el deporte, aún en tiempos difíciles.
El fin de semana pasado se animó a correr el Maratón Aniversario de Federación. El detalle: obtuvo el alta tras superar el coronavirus hace apenas dos meses.
Resistente, de convicciones fuertes, el concordiense incluso se negó a hacer la distancia corta de 5 kilómetros, como le habían sugerido, porque confiaba en que lograría llegar a la meta de los 10, y así fue.
Siempre en actividad
Lleva toda una vida de relación con el deporte, en distintas ramas. “Me inicié en el Club Sargento Cabral haciendo fútbol, básquet y bochas. Luego pasé por el Club Ferrocarril y seguí, a mis 20 años, con el fútbol en el club Libertad”, resume, al hablar de sus inicios.
“Me quedé en el “Lobo” haciendo fútbol y bochas, no era un destacado en la cancha de 11 pero llegué a debutar en la Primera y nos salvamos del descenso”, contó.
Recién en el año 1985 comenzó su relación con el atletismo y las pruebas de calle. “En esa época era empleado bancario e hicieron un duatlón desde la Asociación. Participé y en esa primera vez salí segundo. Luego me entusiasmé, volví a participar y mi equipo ganó, así que me hablaron para que siguiera con esa actividad y es lo que hice”, explicó.
Los premios para “el burro” fueron muchos. En el año 90 fue campeón argentino de veteranos en duatlón. “La gente dice que soy viejo y quizás tiene razón, porque hace décadas ya corría con los veteranos”, dijo entre risas. Luego agregó: “Venía peleando el primer puesto con otro atleta que era campeón Panamericano de ciclismo, pero no era bueno en pedestrismo, y por eso le gané por un minuto. Eso me permitió ir a California, Estados Unidos, con otros 6 argentinos y competir en un campeonato Mundial en el que quedé a mitad de tabla”.
Desde que comenzó a participar en competencias de alto rendimiento, su pasión se duplicó. Horacio entrena todo el año y es uno de los representantes más reconocidos en esas disciplinas. En abril comenzarán las inscripciones para la edición número 42 del Maratón de Reyes que, en contexto de pandemia, se hará en mayo. Lejos de sentirse cansado y pensar en ser un espectador, Angio ya se prepara, como hace 3 décadas.
“Hasta ahora participé de 35 ediciones del maratón, estuve en las primeras, que eran organizadas por Juan López. Ahora estoy pensando en anotarme, en correr la número 36, espero poder tener para pagar la inscripción”, dijo.
Levantarse y seguir
Siempre que repasa su carrera, el atleta destaca que es un agradecido. No solo porque sus piernas y mente aún le responden, sino también porque siempre llegó a la meta.
“Jamás abandoné, es lo que destaco de mí, y eso lo traslado a otros planos de mi vida”, dice convencido. Y así fue cuando le tocó pelear contra el coronavirus. A los 79 años, como paciente de riesgo, se contagió y debió atravesar días difíciles. “Pensé que no la contaba”, asegura.
“El año pasado fue muy difícil, no pude entrenar ni correr, ni hacer lo que me gusta y encima el 31 de diciembre me enteré que tenía coronavirus”.
“Estuve complicado -describió-, tuve fiebre, problemas para respirar; pero muchos amigos me dieron tranquilidad, además me hicieron seguimiento constante los médicos y pude salir”.
Luego de pasar ese mal trago, Angio decidió volver de a poco a entrenar y correr la carrera aniversario de Federación, para la que se había anotado hace un año y luego fue suspendida. “Volví a entrenar, aunque los médicos me advirtieron que iba a costarme y tenían razón. Fui constante, salí todos los días y pude cumplir con este desafío que me había puesto”, explicó Angio.
Su participación tiene un condimento especial, con nombre y apellido: Yanina Zordán. Es una compañera del atleta que una vez lo ayudó y desde ese momento corre a su lado durante las carreras y pasa la meta con él. “Ella es un ángel, fue conmigo sin dudar y llegamos juntos en una hora y media. Fue una satisfacción enorme, todo el mundo nos aplaudía e incluso mencionaron que tuve el virus así que todos me destacaban. Estoy contento, agradecido con Yani y con todos los que me alentaron”, sumó.
Aunque piensa en correr la tradicional carrera de Concordia en mayo, antes participará en otra competencia. “Voy a correr antes otra carrera el 1 de mayo en La Criolla. Serán otros 10 kilómetros con Yanina como compañera, así que ahí probaré cómo estoy”, comentó.
Con esa actitud, con un espíritu inoxidable, el “burro” asegura que aún tiene mucho para dar y que seguirá sumando kilómetros en la aventura de la vida.