Belén Fedullo

En el año 2020, en medio de la incertidumbre que vivía Argentina tras el primer brote de casos de coronavirus, el tropezón fue caída para Club Estudiantes de Concordia.

Después de 7 años de ser protagonista en la Liga Nacional de Básquetbol, los dirigentes decidieron vender la plaza y volver a empezar el camino de esfuerzo para ascender. Las razones, ya conocidas: la crisis económica que sobrevino tras la cuarentena hizo que los sponsors no confirmaran su acompañamiento y, sin ese apoyo y sin público, vieron difícil poder afrontar los gastos.

Tras el primer impacto, y superada la tristeza, el mismo grupo que toma las decisiones en el Verde confirmó que participarían en la Liga Argentina -ex TNA- en la que buscarían posicionarse y, en el mejor de los casos, volver a hacer historia con un ascenso que permitiera volver al lugar que nunca tendrían que haber dejado.

El regreso

Para la nueva apuesta volvió un viejo conocido, Alejandro Elizalde, quien fuera ayudante de Hernán Laginestra cuando lograron ascender y quien conoce el club casi de memoria. La preparación comenzó mucho tiempo antes de que anunciaran el comienzo de los enfrentamientos y eso se nota en la cancha.

En febrero de 2021 Estudiantes volvió a competir, lo hizo en una burbuja en Lanús y tuvo un buen desempeño. Luego siguió con pocas derrotas y haciendo gala de una idea clara de juego por parte de los jugadores, en su mayoría juveniles.

Ilusión y confianza

Más allá del buen desempeño de cada uno de los seleccionados para vestir la camiseta del Verde, Alejandro Elizalde y su cuerpo técnico son responsables del buen presente del equipo concordiense. Con los pies sobre la tierra, el entrenador analiza los puntos altos y piensa cómo mejorar las debilidades.

Tras el comienzo de la segunda etapa de burbujas, que se da en suelo entrerriano, el DT indicó a Mirador Entre Ríos: “Nosotros jugamos en sedes. Lo que tiene de diferente con las llamadas burbujas es que, si bien nos hisopamos antes de jugar, después todo es normal. Los hoteles no se cierran exclusivamente para los clubes ni existe un aislamiento de quienes participan, pero estamos acostumbrándonos a eso”.

A la hora de hablar del desempeño de Estudiantes, comentó: “Estamos contentos y conformes por el rendimiento del equipo. El balance es positivo, tanto por los resultados como por la manera en que los jugadores se están desempeñando. En la primera etapa tuvimos problemas, hubo lesiones y quienes salieron a jugar se pusieron el equipo al hombro. Ya desde ahí demostraron el corazón, compromiso y actitud que tienen y eso es lo que más alegría y expectativas me genera a futuro”.

También analizó: “Creo que podemos fallar en algunas cuestiones del juego que se pueden mejorar en el entrenamiento, pero el carácter y el sentido colectivo del equipo es algo que se genera con la química y que cuando aparece es preciado, porque no siempre lo podes conseguir, incluso a veces teniendo equipos con excelentes jugadores. Tengo un equipo de guerreros que en la adversidad no se rinden, que dan siempre pelea, y eso es lo importante”.

- ¿Cómo viven este nuevo sistema? ¿Ya se adaptaron?

-Es una experiencia única e impactante, sobre todo para los jugadores y más aun viniendo de un contexto de sedentarismo como el que propició la pandemia. Quienes juegan en el básquet argentino afortunadamente tienen una capacidad de adaptación importante, son personas muy inteligentes y por eso es tan lindo trabajar en este deporte y en este país, porque contamos con material de gran calidad. Teníamos la incertidumbre de cómo iba a ser la vuelta, pero tuvimos la seguridad de formar un equipo lo más amplio, atlético y joven posible para sobrellevar esta etapa. Luego nos quedaba competir y vivenciar esto, que por suerte está saliendo bien y nos adaptamos lo mejor que podemos. Si bien nosotros tratamos de hacer todo como estaba en los planes, ellos están haciendo un esfuerzo enorme, sobre todo teniendo en cuenta que tenemos poca rotación y que en la primera etapa estuvieron jugando mucho.

-Se juega muy seguido. ¿Pudieron hacer cambios y mejorar lo que consideraban puntos débiles?

-Todo es raro y distinto. Después de la primera burbuja entrenamos durante unos 15 días de una manera espectacular, pero todo se define en los partidos, dentro de la cancha. La verdad es que he visto reflejado el compromiso que han tenido.

Creo que corregimos la parte defensiva. En los últimos partidos de la primera etapa flaqueamos en defensa, nos habían hecho muchos puntos fáciles, logramos dar vuelta eso, logramos revertirlo y todo en tiempos muy cortos y con desgaste.

De a poco vamos metiendo en juego a los extranjeros también, que son una parte importante del equipo. Es fundamental que estemos bien atrás, porque después los puntos llegan y sabemos convertirlos, pero noto a los chicos enfocados y, como siempre, trataremos de representar lo mejor posible al equipo y a la ciudad.