452 días han pasado desde que se decretaron las primeras medidas de aislamiento en todo el país. 14 meses y 26 días que empeoraron las condiciones del comercio en Argentina y por ende, en Rosario.

El panorama es harto difícil ya que la actividad comercial es muy escasa. “Hace ya tres años que venimos en una situación muy compleja y en estos últimos 14 meses se aceleró más en la mayoría de los casos -dijo Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, a El Litoral-. Las ventas de mayo han tenido un 7 por ciento menos que las ventas de abril. Si lo relacionamos con 2019, estamos un 18, 19 por ciento abajo. Si comparamos con 2020, estamos un 26 por ciento arriba, pero estaban los negocios semi cerrados”. “La mayoría de los comercios no vende más del 30 o 40 por ciento cuando están abiertos, en el mejor de los casos. La gran mayoría está en una situación muy crítica. Donde los días de cierre le afectan en demasía”, agregó Diab. Aseguró que en la gastronomía en particular es mucho más complejo el panorama.

El centro de Rosario es uno de los sectores más afectados. “Más allá de las cuestiones de la pandemia, que ha generado una especie de fobia de sociabilización en algunos casos y han preferido los comercios de cercanías, más los paros de transporte y ahora sumado a Falabella, no está pasando su mejor momento. Hay muchas acciones que se están pensando desde el Estado y desde los empresarios mismos para su reactivación”, señaló Diab. El dirigente aseguró que esta crisis céntrica también pasa en otras grandes ciudades por las cuestiones sanitarias.

Muchos comerciantes han decidido cerrar definitivamente sus negocios, pero ¿qué pasa con esas personas que no están más en esa actividad? “Todo depende de su estructura económica, física, mental y sus posibilidades -contestó Ricardo Diab-. Hemos visto que algunos han vuelto a un garaje de la casa o a un lugar de inferior calidad y comenzaron desde ahí. Otros se han extinguido y están buscando otro tipo de emprendimiento que no necesite alta inversión para arrancar de nuevo. Todo depende de la reserva que pueda tener y cómo esté mentalmente preparado para recomenzar en una situación donde hay imprevisibilidad de cómo viene el futuro. Esas son las alternativas, pero hay que conocer cada caso en particular”.

En cuanto a las soluciones, el empresario dijo que el Estado debe mantener la ayuda a las pymes: “Habrá que condonar las deudas que se tienen con el Estado, reacomodar los acuerdos con las entidades financieras privadas porque hay una gran mayoría que están endeudadas. Era muy importante que el Estado siga dando el ATP. Fue una solución para poder sostener a los empleados”. “A medida que se vayan solucionando los problemas sanitarios seguramente habrá menos restricciones, más circulación, más previsibilidad en el futuro podrá generar nuevamente actividad”, cerró de manera esperanzadora Ricardo Diab.